Pese a que a estas alturas de la película somos ya muy conscientes de la relación que guardamos con los primates, de tanto en tanto siguen saliendo a la luz ciertas prácticas capaces de sorprendernos de formas que nunca habríamos llegado a imaginar. La del orangután que se automedica ha sido, sin duda alguna, la más alucinante de todas.
Descubierto por científicos del Instituto de Comportamiento Animal de Alemania y publicado en la revista Nature, lo que observaron fue cómo un orangután aprovechaba plantas medicinales para curarse a lo largo de varias semanas. Pero lejos de hacerlo mediante la ingesta, lo que observaron fue una acción mucho más llamativa e inesperada que nunca antes habíamos visto en la naturaleza.
Un orangután que se automedica con plantas medicinales
El orangután se había visto envuelto en una pelea con otro orangután macho que le había dejado una herida en el ojo dentro de la reserva Suaq Balimbing en Indonesa, un bosque protegido que sirve como escenario para el estudio de varias especies. Tres días después del incidente, el macho fue visto utilizando una planta conocida por poseer propiedades curativas antioxidantes, antibacterianas y antiinflamatorias.
El orangután cogió la planta, la masticó, y utilizó la pasta y el líquido extraído de la misma para frotarla y dejarla sobre la zona dañada de la cara tal y como haría un doctor con un ungüento para ayudar a sanar y cicatrizar la herida. Tras ello, también se comió lo que quedaba de la planta que tenía en sus manos. El equipo detrás del estudio afirma que es un comportamiento jamás documentado hasta la fecha.
"Según nuestro conocimiento, este es el primer caso documentado de tratamiento activo de heridas con una especie vegetal con propiedades medicinales por parte de un animal salvaje.
Su comportamiento parecía intencional. Selectivamente trató su herida facial en su flanco derecho con el jugo de la planta, y no otras partes del cuerpo. El comportamiento se repitió varias veces, no sólo con el jugo de la planta, sino también con material vegetal más sólido, hasta que la herida quedó completamente cubierta. Todo el proceso llevó una cantidad considerable de tiempo".
Si bien es cierto que ya habíamos visto a estos simios utilizar palos y piedras como herramientas, nunca habíamos presenciado comportamientos de este nivel de habilidad cognitiva, ni en esta ni en otras especies, y menos aún en plena naturaleza.
Aunque se cree que la habilidad es parte de una herencia de un ancestro común con los humanos, el descubrimiento denota aún más que, por muchos años que llevemos estudiándolos, este grupo de animales prometen no dejar de sorprendernos jamás.
Imagen | SUAQ PROJECT
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