Los padres de Destiny 2 consideran que la separación fue amigable.
Una de las primeras noticias que sacudieron a los videojuegos en 2019 fue la separación entre Bungie y Activision, dejando la publicación de Destiny 2 en las manos del estudio siatelita. Aunque muchos aficionados vieron esto como como menos que una liberación económica y espiritual, lo cierto es que en Bungie no parecen guardar rencor alguno con su anterior editor.
"Creo que debemos disolver la idea de que Activision era un tirano prohibitivo que no nos dejaba hacer cosas guays" explica el gerente de la comunidad David Dague (DeeJ) en una entrevista con Eurogamer. "Lanzamos esta franquicia con Activision, de forma natural y con el tiempo decidimos que teníamos diferentes metas para lo que queríamos que fuera, así que nos separamos". De hecho, DeeJ considera que fue una operación "amigable".
No nos extraña que lo fuera, por otro lado, si tenemos en cuenta que Activision no quedó satisfecho con las ventas de Forsaken, la expansión más grande de Destiny 2 hasta la fecha. En octubre, Bungie comenzará a romper barreras para los nuevos jugadores gracias a New Light, la versión free-to-play de D2, que servirá de puerta de entrada para su nueva expansión, Destiny 2 - Shadowkeep.
"Hablábamos al fan de Destiny sobre las novedades, pero para el que miraba desde la ventana teníamos todos estos requisitos del negocio que tenían que cumplir para ponerse al día con alguien que ya estuviera jugando" comenta DeeJ. "Ahora, abrimos la puerta diciendo 'pasa, echa un vistazo, y si te gusta este lugar y quieres convertirlo en tu hobby, hay una comunidad ahí que te llevará por nuevas aventuras'".