El avance de la tecnología ha traído consigo un incremento de opciones en lo que a movilidad personal se refiere. Aunque los últimos años han estado marcados por la popularidad de los patinetes eléctricos, también existen otras opciones como las bicicletas eléctricas que no paran de ganar adeptos. Sin embargo, países como China han comenzado a imponer leyes a este tipo de transporte, un aspecto que se ha traducido en el inesperado auge de un vehículo que, en esencia, está pensado para un perfil determinado: las sillas de ruedas eléctricas.
Como recoge un informe de The Straits Times, China lanzó recientemente una normativa con la intención de restringir la velocidad de las bicicletas eléctricas. A raíz de las colisiones que pueden llegar a causar estas, el gobierno chino decidió que lo ideal era reducir este factor y, al mismo tiempo, optar por otras opciones como empujarlas por los cruces de carretera señalizados. Por ello, los jóvenes del país asiático han optado por sustituir sus bicicletas por sillas de ruedas eléctricas, un elemento conflictivo que ya ha provocado las primeras disputas en la región.
Las ventas de sillas de ruedas eléctricas han subido un 60%
Una de las principales ventajas de este cambio es que, según la normativa actual y las leyes convencionales sobre vehículos y tráfico, los usuarios no se pueden quedar atrapados en el tráfico si van en una silla de ruedas. Además, tampoco se verán obligados a pagar por matricularla, un factor determinante en la toma de decisiones de muchos usuarios. De hecho, los jóvenes señalan que otro de los principales aspectos es la posibilidad de dirigirse a su destino sin buscar aparcamiento, una situación a la que hay que sumar otras como la preocupación por la seguridad en las aceras de conductores inexpertos.
Según los abogados de Guangzhou, región donde se ha vivido el auge de este elemento, el uso de estos elementos no es ilegal. Sin embargo, sí hacen hincapié en las cuestiones morales que implica utilizar sillas de ruedas eléctricas solo como sustitutas de las bicicletas. Sea como fuere, se ha experimentado un aumento del 60% en la venta de sillas de ruedas eléctricas, un factor al que hay que añadir que los modelos más populares cuestan algo más de 400 euros. Así, a la vez que los habitantes de Guangzhou han encontrado un agujero legal que explotar, los fabricantes de estos vehículos motorizados se han topado con un nuevo filón que explotar.
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