Microsoft acaba de rechazar la solución propuesta por Motorola.
La marca Xbox sigue tratando de evitar el baneo impuesto por la International Trade Commission desde mayo por la que no se puede importar sistemas Xbox 360 en los Estados Unidos. ¿Hasta cuándo? Hasta que quede zanjada una disputa legal con Motorola por un uso supuestamente indebido de patentes relacionados con la reproducción de video y los sistemas de conexión inalámbricos.
Pues bien, el culebrón tiene visos de prolongarse durante mucho tiempo más, ya que Microsoft acaba de rechazar la exigente solución propuesta por Motorola en la que pedía unos royalties del 2,25% por cada Xbox vendida y 50 centavos por cada copia de Windows... Que también usa la tecnología patentada.
El conflicto está resultando extraordinariamente costoso para ambas partes pero ni Microsoft ni Motorola dan su brazo a torcer, y de hecho los de Redmond alegan que Motorola rompió el contrato demandando "facturas de licenciado no razonables", discutiendo que haría falta 4.000 millones de dólares año a año para cubrir los costes de licencia.