Creen que difícilmente desaparecerán en las fases de desarrollo finales de un videojuego.
A raíz de las críticas de algunos miembros del equipo de Team Bondi sobre las “excesivas” horas extras de trabajo realizadas en L.A. Noire, y las recientes declaraciones como las emitidas hoy por el popular y controvertido analista Michael Pachter, el debate sobre “las largas jornadas de trabajo” en los equipos de desarrollo parece estar servido.
Los creadores de Brink, Splash Damage, han reconocido a través de su presidente Paul Wedgwood que las horas extra de trabajo son algo inevitable en la industria del videojuego, aunque nunca se debe perder el respeto por el equipo de desarrollo.
Según Wedgwood, estas horas de trabajo extra son una práctica común en la industria del videojuego que difícilmente van a desaparecer en las fases finales de desarrollo de un título. “No hay forma de evitarlo. Somos humanos y cometemos errores ¿no?”, ha comentado en relación a este tema.
Pese a ello, el presidente de Splash Damage ha sido rotundo. “Acabar con el problema de las horas extra es una prioridad para Splash Damage”; estudio en el que cuando se realiza esta práctica, “se planifica la manera de compensar, el trabajo voluntario que se ha realizado. Este es el último objetivo”, ha afirmado en una entrevista con el medio británico EDGE.