Tras Infinite Warfare, la entrega de este año apostará por "el combate tradicional que adoran los fans".
El portal GameZone cuenta con unas interesantes declaraciones de la cúpula directiva de Activision en las que Bobby Kotick y Thomas Tippl, dos de los principales ejecutivos de la compañía norteamericana, debaten sobre las ventas de Call of Duty: Infinite Warfare.
"Fue un juego innovador y de alta calidad que se emparejó con Modern Warfare Remastered a la hora de ofrecer una tremenda calidad y una variedad jugable enorme", declaró Tippl. "Sin embargo las ventas no han cumplido con lo que esperábamos, y está claro que hay una parte de la audiencia a la que la ambientación espacial no le ha atraído".
"Como hemos dicho muchas veces cualquier saga a largo plazo como Call of Duty necesita un equilibrio, y necesitamos seguir siendo honestos con lo que la gente adora de la franquicia y, al mismo tiempo, nunca pecar de acabar siendo complacientes", explicó, por su parte, Kotick. "El año pasado creo que no logramos correctamente ese equilibrio. Infinite Warfare tenía un montón de innovaciones jugables que los aficionados apreciaron mucho, pero también tenía una ambientación que no a todo el mundo atrajo".
¿Cómo solucionar esto y recuperar el pulso del público? "La buena noticia es que estoy emocionado de decir que, en 2017, creemos tener el equilibrio en perfecta armonía con un juego del que nuestros equipos se muestran especialmente apasionados y que tiene un montón de innovaciones jugables pero, al mismo tiempo todo ese combate tradicional que sabemos que adoran nuestros jugadores".