Si os soy sincero, nunca pensé que terminaría el mes de julio con una tableta gráfica acompañando mi equipo, pero eso ha ocurrido. He estado desde el pasado mes de junio con una Wacom Cintiq Pro 27 cedida por la marca, y puedo decir que ya entiendo por qué el precio de este monstruo es tan alto, y es que vale cada céntimo que cuesta. Hablamos de un dispositivo versátil, grande, bonito, con unos materiales de infarto y una representación de colores que rivaliza con la realidad. Un monstruo, no solo en peso, que he usado para dibujar, como monitor de apoyo, y para jugar. Aunque no vale para todo, al menos no en cuanto al porqué de su existencia, he estado un mes con ella, así que he tenido tiempo para sacarle provecho.
El mejor, y más caro
Cuando me dijeron que me enviarían una tableta, lo interpreté como una tablet, no me escondo. Incluso asumí que algún ensamblador se había vuelto loco al vender un dispositivo portátil por tres sueldos mensuales, hasta que llegó a mi casa. La Wacom Cintiq Pro 27 es un auténtico monstruo en rendimiento, ensamblaje y, sobre todo, peso, pero los materiales lo valen. No le pediría menos a Wacom en cuanto a diseño y funcionalidades, sobre todo por lo que cuesta.
No les voy a engañar, su precio es alto. No hablamos de un dispositivo "normal", entendiéndolo como un monitor-tableta de uso secundario. No, estamos ante un auténtico portento mecánico para sacar todo el jugo posible a tu vena artística, pero sobre todo para usuarios súper exigentes. ¿Soy uno de ellos? Bueno, en mi trabajo sí, pero no tanto a este nivel.
Aun así, he disfrutado como un niño con ella en las manos. Hacía tiempo, muchísimo tiempo, que no me lanzaba a dibujar algo. Para que sepan, la experiencia previa que tengo es con un iPad de 2018 y un Apple Pen de primera generación. Nunca he tenido problemas con los dispositivos de Cupertino, pero la diferencia es abismal. Claro, tenía entre manos una tableta con un abanico de usabilidad espectacular, y he pasado a una tableta cuya razón de ser es esa.
¿Cómo es como monitor secundario?
Es una pasada con peros. De hecho, nada en él me hace quejarme, simplemente que su funcionamiento básico, su concepto de tableta/monitor de dibujo, implica ciertas cuestiones a tener en cuenta. Primero, la altura. No se eleva tanto por mucho que tenga un brazo dedicado para sostenerlo. Lo segundo es su tamaño, que requiere una buena superficie si quieres tenerlo como dispositivo secundario de apoyo. Para lo demás, la Wacom Cintiq Pro 27 funciona a la perfección.
Su panel es sobradamente interesante para reproducir cualquier tipo de contenido. Lo he querido probar como dispositivo secundario, para el apoyo a la hora de trabajar, ver vídeos y, cómo no, para dibujar. La representación del color, con una cobertura del 99 % de Adobe RGB y del 98 % de DCI-P3, ofrece una fiabilidad cromática sobradamente buena. Eso sí, quizá el brillo se me torna algo insuficiente, pero no soy tan dibujante como gamer, así que quizá es algo que otros puedan tener más en cuenta.
Y es que hablamos de un dispositivo que usarás sí o sí en un equipo para agilizar el flujo de trabajo de artistas, desarrolladores de juegos, camarógrafos, y, en este caso, alguien que ha dibujado un par de tonterías, pero busca un monitor secundario con un acabado profesional. De hecho, la diferencia con mi monitor, un VA de Samsung con un contraste mucho más "bestia", pero con colores algo más descafeinados, hace que valore aún más la arquitectura de éste.
Imagen de Davide Zezza Art
¿Y para jugar, cómo se desenvuelve?
Quizá no muchos piensen en adquirir un dispositivo como este para jugar, pero hablamos de una tableta gráfica que funciona a su vez como monitor, como ya hemos visto, por lo que en mi idea de probar, he querido testear su funcionamiento en juegos. Cuenta con una frecuencia de actualización de 120 Hz máximos, algo que indudablemente se ha hecho para aprovecharla en todo tipo de ambientes. Si bien esto es lo que más me ha chocado de cara a utilizar este monitor (mi dispositivo personal cuenta con 240 Hz), es suficiente para disfrutar de cualquier juego, incluso aquellos competitivos. Otra cosa es que debas.
Mi problema es que pensé, ¿para qué tiene una pantalla como esta más de 60 Hz? No encarece el producto, simplemente es una opción más para juegos. Dibujar o diseñar en un panel "normal" es más que suficiente. No creo que Wacom haya puesto una actualización de panel así si no se iba a usar para ese fin.
Al margen de esto, la Wacom Cintiq Pro 27 es un auténtico bicho con un panel IPS a 4K, lo que ya de base, indudablemente, es simplemente bueno jugar. Eso sí, contad con que tiene 10 ms de respuesta y no hay forma de reducirlo con tecnologías de apoyo. Quizá de ahí la mueca a la hora de jugar.
Como no podía ser de otra forma teniendo en cuenta la finalidad base de su construcción, el por qué de este dispositivo, jugar no es tan perfecto como se podría esperar. La construcción del panel está pensada para ofrecer una experiencia de apoyo como monitor secundario más allá de un dispositivo de juegos. Se nota lento, difícil de seguir a la vista y con una ligerísima curvatura para facilitar el dibujo que se nota extraño a la hora de jugar. ¿Se puede hacer? Por supuesto, y con el tiempo uno se hace a ejecutar algún juego en él, pero me sigo quedando con él como dispositivo secundario.
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