Lo que ha pasado en Bungie es algo preocupante, hace unos días reconocieron que "habían perdido gran parte la confianza" de los jugadores. Sin duda se trata de "una de las semanas más difíciles en la historia del estudio", pero hay que profundizar mucho más para analizar detenidamente todo lo que ha ocurrido en la empresa que ha desarrollado Destiny 2 y algunas entregas de la saga Halo.
El medio Forbes ha investigado lo sucedido dentro de Bungie, y una de sus fuentes le ha comentado más detalles sobre la situación de los creadores de Destiny 2. Lo que más llama la atención es que internamente nadie culpa a Sony, ni siquiera la cúpula directiva. Es más, a los empleados se les dijo que si la compra de PlayStation no se hubiera hecho, Bungie estaría en peligro ya que el rendimiento de su juego como servicio no era el ideal.
Concretamente hablamos de que el fracaso de la última expansión de Destiny 2 podría haber provocado los despidos en Bungie. El juego ingresó este año un 45% menos de lo que esperaba. También se apunta a que el CEO de Bungie y los ejecutivos renunciaron a su bonificación anual antes de los despidos ya que la situación no era buena, aunque se desconoce la cantidad de dinero. Otro detalle interesante es que los propios trabajadores están muy enfadados con la directiva, algo que lo han reiterado en más de una ocasión en las reuniones.
Más detalles de los problemas de Bungie
Si bien todavía no se ha hecho oficial el retraso de Destiny 2: La Forma Final, ya se asume dentro de la empresa desde hace algunos meses que este contenido no llegará hasta mediados de 2024. No obstante, esto serviría para que esta expansión sea mejor que Destiny 2 - Los Renegados, de hecho eso quieren desde el equipo de desarrollo. En esta sentido, Bungie tampoco planea reducir más el apoyo a Destiny 2, y tampoco hay planes para comenzar el desarrollo a largo plazo de un hipotético Destiny 3.
Otra curiosidad interesante es la voluntad de los desarrolladores a reducir en número de microtransacciones que hay dentro de Destiny 2, pero los trabajadores siempre recibían la misma respuesta: eran necesarios por lo caro que es el ecosistema de Destiny. Concluyendo, el objetivo de Bungie es que sea un estudio que mantenga varias IP, es decir, varios juegos con múltiples fuentes de ingreso al mismo tiempo. Y si Marathon es un éxito, parece poco probable que la gran parte del equipo que está centrado en la saga Destiny pase a trabajar sobre dicha propiedad intelectual.
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