El cañón de mano Espino o el lanzacohetes Gjallarhom entre otras rebajarán su poder ofensivo.
Bungie promete grandes cambios en la próxima actualización de Destiny, que permitirá al equipo reajustar el poder de muchas de las armas de este exitoso juego de acción en primera persona.
De este modo, el cañón de mano Espino reducirá de forma notable el daño por veneno, mientras que el lanzacohetes Gjallarhorn rebajará su potencia de ataque en un porcentaje aún por determinar, y el Rompehielos tardará más en recargar (pasa de cinco segundos por bala a ocho segundos).
“Gjallarhorn era tan poderosa que para mucha gente se había convertido en la única respuesta para afrontar los encuentros difíciles, así que estaban menos dispuestos a pasar tiempo con otros jugadores que no tenían este arma”, comentan los desarrolladores en un extenso post relacionado con esta cuestión.
Precisamente por ello, el equipo de Bungie quiere aumentar el interés por algunas de las armas que hasta el momento han pasado desapercibidas entre la comunidad de usuarios. El objetivo no es debilitar las más populares, insisten, sino hacer más divertidas de usar las que no lo son.