Es difícil no acordarse de aquel "¿pero esto es una broma?" que un fan de Diablo soltó en medio de la BlizzCon 2018. Lo que pareció en un principio una falta de respeto, consiguió mucho fundamento cuando se lanzó Diablo Immortal. Los usuarios cargaron contra él ya no por ser un Diablo para móviles, sino por su monetización in-game. El juego sufrió un escarnio público a pesar de que, hablando puramente del juego, no era un mal RPG. Ahora, lo que para muchos fue un "sacacuartos" tiene el honor de estrenar la primera clase de la saga Diablo en casi una década: el Caballero de Sangre, una bestia que me ha hecho volver al juego con más ganas que en su lanzamiento.
Los vampiros asolan Diablo
Este Blood Knight, que viene siendo un vampiro a ojos de la cultura popular, está fuertemente inspirado —es difícil no verlo ya de primeras— en Castlevania, al menos en lo que a apartado estético se refiere; pero respeta a pies juntillas el concepto de RPG de acción que maneja la saga Diablo. Y es que estrenar una nueva clase en una saga que parecía tener un plantel de personajes "arquetípico" que iba mutando entrega tras entrega, pero siempre con unos estándares fijos, podría haber roto el concepto jugable de Blizzard —aunque para este desarrollo comparte silla con NetEase Games—.
No recuerdo bien si este discurso se repitió en 2014 cuando incluyeron al Cruzado como nueva clase para Diablo 3. De hecho, quizá alguno diga, "mientras sea en Diablo Immortal y no en Diablo IV", pero esta última entrega se está perdiendo hoy por hoy una clase divertidísima de jugar y fácil de dominar.
No está roto, es simplemente buena clase
Parece que a muchos costará decir algo bueno de Diablo Immortal, pero es una buena clase. El Blood Knight se vendió el pasado junio como una clase de rango medio y de ataque híbrido, pero tras llevar jugándolo estos últimos días, no es del todo cierto. La idea base con la que se vendió este Caballero fue la de poder dominar bien el combate a distancia y cuerpo a cuerpo. No hay combate zonal, eso por descontado. Aunque tampoco compro eso de "combate híbrido".
El Blood Knight es una bestia cuerpo a cuerpo que quizá ve cómo su poder merma con los jefes, básicamente porque sus ataques buscan hacer mucho daño y rápido. Si vas a por los minions o enemigos de baja o mediana resistencia, serás un segador de almas. El trío de habilidades básicas (Apéndices de sangre, Ola de Sangre y Ráfaga de Lanza) son un set de movimientos tan sobradamente bueno que no vas a tener problemas si lo mantienes, como mínimo, hasta el nivel 45.
No hay un ápice de combate a distancia y eso para una maga —mi primer personaje en Diablo Immortal— es de agradecer. La mezcla de Ola de Sangre, que expulsa a los enemigos hacia atrás mientras hace 460 puntos de daño (con dos usos antes de entrar en cooldown) y los apéndices, que daña a los enemigos cuando los atas y luego los atraes a ti doblando el daño; es espectacular. Sin embargo, es aquí donde el Caballero de la Sangre se ve débil contra jefes.
Ambas habilidades aplican retroceso y agarre, y es algo que no afectará a los bosses. No es necesariamente malo, ojo. De hecho, puedes usar este dúo de habilidades y beneficiarte de los puntos de daño vírgenes, es decir, sin multiplicadores o efectos secundarios. Y, aún con esas, el vampiro de Diablo es un tanque inamovible y difícil de matar que hará sudar a los jefes, por mucho que sea mucho más "hábil" con los masillas.
Es muy difícil ver a un Blood Knight por debajo de la mitad de la vida. No es solo que sea una bestia inamovible que haga mucho daño con, por ejemplo, Ráfaga de lanza -capaz por si sola de diezmar grupos enteros de enemigos gracias a que su barra de uso puede durarte en torno a 10 segundos de ataque constante-, sino que está creado con vistas a recuperar la vida perdida. Aquí entra la lógica más aplastante del vampiro chupa-sangre: regenera salud como nadie, y eso que apenas tiene una habilidad para ello. Es más, es una bestia tal que usar Absorber sangre -habilidad con la cual te curas un 15% del daño que recibes- obliga a estar siempre en pleno meollo.
Immortal es un servidor de prueba de Diablo IV
Diablo Immortal nunca me pareció malo, aunque sí abusivo con el jugador que buscaba experimentar al completo su experiencia. Sin embargo, recluirlo a un lugar no secundario, sino a un pozo de la ignominia tampoco me parece lo correcto. Lo malo es que el motivo por el que no haya llegado el Caballero de Sangre a Diablo 4, más allá de que el juego no estrenó su primera temporada hasta esta semana, es porque Immortal sirve como "servidor de prueba".
Aquí tengo una duda bastante importante y es si esta nueva clase llegará al "RPG importante", digámoslo así. Por un lado, pienso que esto podría ser algo diferenciador para el juego y que llame la atención a viejos y nuevos jugadores. Por otro lado, creo que en Diablo IV nos estamos perdiendo un personaje sumamente interesante y que me ha hecho darle más horas estos días a esta "versión móvil". Creo que el Caballero de Sangre llegará, pero no pronto.
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