Quería usar el Fox Engine y recrear la aventura de PSX por 650.000 dólares.
Tom se despertó magnánimo esa mañana. Pensó, "vamos a hacer el remake de Metal Gear Solid: la comunidad se lo merece". El bueno de Tom, un Juan Lanas de Denver, se dijo a sí mismo “demonios, ¿cómo pude estar tan ciego?” y de golpe lo vio todo claro: de él dependía la realización del remake del primer Metal Gear Solid. Raudo se dirigió a Kickstarter y creó el proyecto: 650.000 dólares para crear el remake deseado de la obra de Hideo Kojima.
Tom tecleaba en su teclado manchado por migas de Doritos y Ruffles que "gracias al Fox Engine y a gráficos de nueva generación daremos vida a los mejores momentos del juego (...) pero no será una cuestión de actualizar gráficos: es una nueva experiencia cinematográfica que solo el Fox Engine puede encarar". Con el Kickstarter abierto, Tom se percató de la realidad: a nadie le importó un bledo lo magnánimo que se había despertado esa mañana.
Es tierno pensar que todavía existe gente tan inocente en nuestro mundo, pero así es. No ha recibido ni una donación, por lo que tu fe en la humanidad puede ser restaurada.