El experimento ha quedado perfectamente documentado mediante varios vídeos que muestran los glitches y errores acontecidos.
Un redactor de Gamasutra, Brendon Sheffield, conectó trece cartuchos Sonic and Knuckles entre sí para saber cómo respondería su Mega Drive ante tal cantidad de software conectado. El proceso lo detalló mediante Vine y puedes consultarlo para saber qué pasó con cada uno de los añadidos en la esperpéntica Torre de Babel de amor seguero. Según se añadían nuevos cartuchos el juego sufría mayores errores gráficos hasta llegar a ser prácticamente injugable.
El juego Sonic and Knuckles permitía conectar un cartucho de juegos antiguos de Sonic en un puerto de la parte superior del juego para disponer de niveles extra en Sonic 3, controlar a Knuckles en la tercera y segunda parte o jugar a los bonus de la última entrega bidimensional de la mascota de Sega en la plataforma de 16 bits.