El reciente caso de Abstractism, cuyos desarrolladores trataron de engañar a los aficionados, ha creado alarma.
La eliminación de Abstractism de Steam, tras descubrirse que sus responsables trataban de cometer un fraude haciendo pasar algunos de sus objetos por otros valiosos de Team Fortress 2 falsos para engañar a los comerciantes, ha supuesto un antes y un después para Valve en su plataforma digital. ¿Cómo van a lidiar con ello? Con dos importantes cambios.
El más sencillo supone que, a partir de ahora, hay un mensaje de alerta que matiza a los jugadores si el elemento que van a comprar pertenece o bien a un juego nuevo en Steam o a un título que no poseen en su biblioteca. Una buena forma de luchar contra engaños de ese tipo, y contra aficionados que, despreocupadamente, compran objetos fijándose sólo en el nombre de éstos y no en el videojuego al que pertenecen.
Algo más compleja es la medida que exigen a los desarrolladores ahora, a la hora de cambiar el nombre de sus objetos a posteriori. Deben avisar antes. Por ejemplo, en el caso del mencionado Abstractism, pero también de muchos más, en los que se iban cambiando el nombre de algunos de sus elementos comerciables para irlos adaptando a los más populares del momento con ánimo de confundir a los jugadores.
"Esperamos que el tener mensajes de alerta sea suficiente para hacer que la gente se piense dos veces el comerciar con determinados ítems, pero esa no es nuestra respuesta definitiva y continuaremos monitorizando todo esto, por supuesto", declaró Tony Paloma, miembro de Valve, en una entrada de Reddit.
No es la única maniobra que ha protagonizado Valve con su tienda on-line y plataforma de juego en las últimas fechas, y es que los creadores de la saga Half-Life recientemente han expulsado a 90.000 usuarios de Steam.