Cambio de motor gráfico desde Unity hasta la popular herramienta de Epic Games.
El principal responsable creativo de System Shock - Remake ha confirmado a través de la web de Kickstarter del videojuego la intención de los desarrolladores de efectuar un drástico cambio en la producción del título. El título basado en el clásico de Looking Glass en el que colaboró Ken Levine, pasará de emplear Unity a hacer lo propio con Unreal Engine 4.
"Sé que parece algo arriesgado a estas alturas, y de alguna manera lo es, pero tomamos esta decisión hace ya algún tiempo y no lo hicimos a la ligera. Queremos hacerle justicia al videojuego original con este cambio de motor", declaró Jason Fader. "Después de escucharos a todos durante la campaña de financiación colectiva nos quedó bastante claro que el soporte para consola era muy importante para vosotros. Lo estudiamos firmemente en cuanto a lo que podíamos hacer con Unity en consolas y si alcanzaba lo que necesitábamos para alcanzar la calidad visual y el rendimiento que deseábamos y, a pesar de que es un gran engine gráfico, quedó claro que teníamos que cambiar a uno que se adaptara a las metas del proyecto más estrechamente".
La buena noticia es que este videojuego, que se retrasó hasta mediados de 2018 hace unos meses, ha presentado un nuevo tráiler para que sepamos cómo va luciendo su propuesta con el nuevo motor gráfico de cuya adopción se aseguraron sus responsables allá por octubre del 2016.