Un nuevo paso en la ya más que definitiva muerte del accesorio americano.
Los jugadores de Xbox One S y Xbox One X interesados en usar su Kinect en las citadas plataformas ya no podrán acceder al adaptador del accesorio en tiendas. Microsoft ha confirmado que la fabricación del adaptador ha finalizado, poniendo un nuevo clavo, y probablemente el último, en el ataúd de la cámara.
En declaraciones al medio americano Polygon, un representante de Microsoft ha aclarado que “tras considerarlo cuidadosamente, hemos decidido dejar de trabajar en el adaptador de Kinect para nuevas Xbox One y centrar nuestra atención en el lanzamiento de nuevos accesorios demandados por los seguidores de Xbox One y Windows 10”.
No es una noticia que deba coger a nadie por sorpresa: ya en el pasado mes de octubre se detuvo la producción de Kinect, por lo que la conclusión de la fabricación de adaptadores era una cuestión de tiempo.