Corren tiempos complicados para muchas de las gigantes del sector tecnológico. A raíz de eventos como la pandemia provocada por la expansión de la COVID-19 o las consecuencias del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, muchas personas han decidido apretarse el cinturón y prescindir de ciertos objetos. Para desgracia de muchas empresas, esta decisión ha afectado directamente a sus números, situación por la que compañías de la talla de Samsung han experimentado una nueva caída sin precedentes que, en líneas generales, empieza a ser habitual.
El primer trimestre del año no fue positivo para Samsung. En una comparación interanual, que consiste en equiparar los números de un periodo y el mismo del año anterior, la compañía surcoreana comprobó cómo sus beneficios habían caído un 95% en los primeros tres meses del año. Por ello, los miembros de la empresa confiaban en que, pese a la tendencia a la baja, pudieran llegar a experimentar una ligera mejora en el segundo trimestre de 2023. Y, para desgracia de estos, la situación se ha repetido y Samsung ha vuelto a experimentar un importante descenso de los beneficios.
Samsung acumula un exceso de chips de memoria sin vender
Tal y como recoge Ars Technica en una reciente publicación, la compañía asiática ha vuelto a protagonizar una caída del 95% de los beneficios en el segundo trimestre de 2023. Así, en comparación con el periodo anterior, Samsung solo ha obtenido unas ganancias de 524,9 millones de dólares, una cifra muy por debajo de los 10.700 millones de dólares que obtuvo en el mismo periodo de 2022. De esta forma, la “culpa” de este descenso la tendrían la acumulación de chips de memoria sin vender, ya que en la actualidad estos representan un 55% de sus ingresos (frente al 22% de móviles y el 11% de pantallas, por ejemplo).
No obstante, es importante destacar que Samsung era consciente de la caída de beneficios que iba a experimentar. Durante la pandemia, las empresas acumularon chips de memoria, situación que provocó que Samsung esperase hasta abril de este mismo año para comenzar a dar salida a estos productos. En la actualidad, la división de memoria ha provocado unas pérdidas de 7.000 millones de dólares, pero hay que destacar que la firma registró un beneficio de 47.000 millones de dólares en el segundo trimestre. Por ello, aunque ha sufrido una caída de un 95%, los números no son tan negativos si se analizan en detalle.
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