Hace poco más de dos años, las criptomonedas vivieron su punto más álgido. Como consecuencia de la expansión de la COVID-19, muchas personas se vieron obligadas a estar recluidas en sus domicilios, razón por la que el interés por esta tecnología creció. Así, aunque muchos aprovecharon para ganar dinero y aumentar sus ahorros, otros tantos se introdujeron en una espiral de pérdidas que les llevó a mirar con recelo todas las noticias relacionadas con las divisas digitales. Y, sorprendentemente, esta última condición ha salpicado directamente a Elon Musk, el actual dueño de Twitter, Tesla y SpaceX que ha tenido que defenderse de acusaciones relacionadas con información privilegiada.
Hace unos meses, Musk demostró la volatilidad del mercado de criptomonedas al colocar al perro de Dogecoin como sustituto temporal del pájaro azul de Twitter. Con esta maniobra, el actual dueño de la plataforma provocó una subida sin precedentes que dejó atónitos a los aficionados a las criptomonedas. Como consecuencia directa de este suceso, Musk ha tenido que defenderse al haber utilizado esa ventana de oportunidad para vender 1.400 millones de Dogecoin, una cifra equivale a poco más de 124 millones de dólares. Y, de hecho, esta no es la única acusación vertida sobre Musk relacionada con manipulación de los valores de criptomonedas.
Acciones que superan holgadamente los 230.000 millones de euros
Según reporta el portal JeuxVideo, Alex Shapiro (abogado personal de Elon Musk) ha negado activamente el uso de información privilegiada. Así, detalla que Musk es propietario de los monederos utilizados para estas transacciones, un aspecto que respalda con un tuit del multimillonario de febrero de 2021 en el que comparte que compró Dogecoin por valor de 28 millones de dólares. Sin embargo, los inversores de Dogecoin consideran que Musk ha utilizado su influencia para subir de forma artificial el precio del mercado, un asunto que llevan peleando desde junio de 2022.
Así, en respuesta a esta supuesta maniobra de Musk, los inversores reclaman 235.000 millones de euros en concepto de daños y perjuicios. Con dicho importe, esperan compensar los hipotéticos movimientos del multimillonario que, según los afectados señalan, han tenido consecuencia directa en su balance de pérdidas y ganancias. Sin embargo, Musk defiende que sus tuits y publicaciones son “solo bromas”, un aspecto al que añade que en ningún momento ha intentado manipular el mercado. Sea como fuere, por el momento no existe ninguna certeza relacionada con el caso.
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