El futuro de los vídeos generados por IA a través de texto parecía una utopía hasta hace escasos meses, pero aquellas aberraciones que veíamos en redes sociales tienen ya una nueva realidad. Sora, la nueva herramienta de OpenAI, acaba de demostrar que obtener vídeos realistas partiendo de un prompt puede ofrecer un resultado casi perfecto, ahora ya con imágenes de alta calidad y coherencia.
Tal y como ocurre con los generadores de texto a imagen, los usuarios podrán introducir indicaciones para que la herramienta genere el metraje. Ejemplos como los mostrados se centran en prompts de este estilo:
"Un tráiler de una película que muestra las aventuras del hombre espacial de 30 años que lleva un casco de moto de lana roja, cielo azul, desierto de sal, estilo cinematográfico, rodado en película de 35 mm, colores vivos".
Así funciona Sora, la nueva IA generativa de vídeos
Valiéndose de la indicación textual recibida, Sora es capaz de comprender con detalle las instrucciones, incluso aunque sean mediante un lenguaje natural que ofrezca varias interpretaciones, y reflejar en vídeos de 60 segundos las necesidades de escena, personajes, movimiento y efectos visuales requeridos.
La clave de su funcionamiento está en que el modelo va más allá de lo pedido por el usuario, valiéndose de información adicional para establecer las reglas que dicten cómo lo que precisa mostrar funcionaría en el mundo real y adaptándose a ello para intentar evitar situaciones ilógicas.
En base a las pruebas mostradas, Sora sigue teniendo algunos problemas a la hora de acercarse a esa perspectiva lo más realista posible. Con problemas de escala, posicionamiento y transformaciones surrealistas al fallar en ciertas transiciones, gran parte de los vídeos generados por usuarios, a diferencia de los mostrados por la compañía de Sam Altman, que asegura que no están editados, caen en errores fáciles de discernir.
¿Puedo utilizar Sora para crear mis propios vídeos?
Por el momento la herramienta sólo está abierta a ciertos creadores de contenido e investigadores que, durante esta primera fase de prueba, serán los encargados de testear la herramienta para intentar evitar un uso indiscriminado de la misma.
La idea es entrenar a Sora para evitar traspasar los términos y condiciones del producto, evitando así que puedan realizarse creaciones de violencia extrema, contenido sexual, discursos de odio, uso de celebridades en los vídeos o incurrir en problemas legales provocados por el uso de propiedades intelectuales externas.
Desde su anuncio hace unas horas, no han sido pocas las voces que han salido al paso de la espectacularidad de sus resultados arqueando la ceja respecto a las implicaciones que una herramienta así podría tener de cara a crear noticias falsas o poner en riesgo puestos de trabajo entre la industria cinematográfica, de efectos visuales o incluso de creadores de contenido.
Para evitar ese primer problema, los vídeos creados por Sora contarán con una marca de agua que evitará que puedan pasar por vídeos reales y puedan ser fáciles de detectar. Para el segundo, me temo, aún estamos a las puertas de saber hasta dónde será capaz de llegar, pero sobre todo queda mucho trabajo por hacer para evitar un futuro como ese.
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