Sí, vengo a hablar de Prometheus, una película del año 2012 que funcionaba como precuela de la conocida Alien, el octavo pasajero. Si bien esta venía de la mano de Ridley Scott, no obtuvo la misma aceptación que su primera entrega. Sin embargo, si ya habéis leído algunos de mis textos como el de Push o Jumper, sabréis que soy extremadamente positiva y amante de las causas perdidas. ¿Es Prometheus tan decepcionante como dice todo el mundo? Ayer volví a verla después de haberla olvidado por completo y debo decir que encontré muchas virtudes. Eso sí, con algunos matices que mejor comentamos a continuación.
¿De qué trata Prometheus?
Prometheus es una película de ciencia ficción y toques de terror dentro del universo de Alien. Se sitúa entre en año 2089 y 2093, 29 años antes que los sucesos de la Nostromo, y nos presenta a los científicos Elizabeth Shawn y Charlie Holloway. Estos han encontrado señales en diferentes restos arqueológicos de un mapa y de lo que consideran una invitación por parte de los creadores de la humanidad. Así, junto a una tripulación y a bordo de la Prometheus, se embarcan en el espacio para reunirse con estos seres superiores.
¿Y qué tiene que ver esto con Alien? Lejos de hacer spoiler, digamos que esta cinta viene a enseñar el origen de estos seres y de cómo acaban en el camino, más adelante, de Ripley. Y aquí viene uno de los mayores problemas con la cinta y es que realmente aliens, lo que son aliens, hay pocos. Más bien Prometheus busca dar una visión mucho más centrada en la humanidad, en su origen, y en presentar a la raza de los Ingenieros para dotar de un sentido profundo a la existencia de diferentes tipos de vida.
Cuando Alien, el octavo pasajero se estrenó, recibió críticas mixtas que tachaban a la cinta de tener falta de creatividad y ser decepcionante. Como con muchas otras películas, el tiempo la elevó a la categoría que se merece, pero no es raro que, entrega tras entrega, se haya buscado profundizar en el universo y dar una explicación y origen de unos seres ya tan conocidos. Y, si nos basamos en esa perspectiva, cabe destacar que Prometheus da una respuesta convincente.
Es cierto que una de las cosas de las que se ha hablado mucho es sobre el origen de los alien. Sin embargo, esta adquiere sentido si tenemos en cuenta lo siguiente: los ingenieros crean a los humanos, siendo ambos muy parecidos. Los humanos crean a David con forma humana, pero una mentalidad que dista significativamente de ellos. David consigue crear xenomorfos, pero eso no implica que esos xenomorfos que crea sean los que nosotros conocemos.
Se sabe que los xenomorfos fueron creados también por los ingenerios, por lo que, teniendo en cuenta que Prometheus hace una reflexión sobre qué es la vida o la naturaleza humana, tiene sentido que sean los ingerios quienes creen una forma más desarrollada de estos y David, un resultado de creaciones, intente equipararse al origen de su creación de una forma similar. Al final todo esto no deja de ser una espiral de creaciones en las que se reflexiona sobre la vida, la religión, qué es estar vivo, qué supone ser creado por otros y en qué momento estas creaciones tienen voluntad. ¿Es David para los humanos lo mismo que estos para los ingenieros? La respuesta es que sí.
Y de esta manera, lo que en un inicio fue una guerra entre especies galácticas con muchas dosis de terror, se transforma en una reflexión metafísica donde, efectivamente, los aliens son lo de menos. Podemos verlo desde los primeros momentos de la cinta en los que Michael Fassbender encarna al androide y se nos presenta su naturaleza. Aparentemente humano, este es relegado en cuanto los humanos despiertan para más tarde dejarnos ver cómo este no dista en realidad de sus creadores tanto como pudiera parecer. Creación se rebela ante sus creadores de la misma manera que los humanos a los ingenieros. Todo esto se ve con más detalle también en Alien: Convenant.
Al final, todo esto nos deja ver que Ridley Scott buscaba hacer una interpretación un poco más profunda, aprovechando que estaba en los orígenes de la historia. Y con ello, no digo que la película no tenga detalles un poco absurdos. Es decir, la tripulación desde casi el primer momento se comporta peor que un grupo de adolescentes en un slasher. Quiero pensar que con ese comportamiento desenfrenado lo que se buscaba era representar la estupidez humana. Por otra parte, hay obviamente muchas licencias científicas y creo que la escena del ingeniero descomponiéndose y cayendo al agua para dar origen a la vida en la Tierra no tiene sentido ninguno, ni convenció a nadie.
Sin embargo, si nos quitamos un poco la "mirada alien" y la vemos como una película de ciencia ficción, no está tan mal. No está mal, de hecho. Si bien es cierto que últimamente me ha dado fuerte por el género y no dejo de ver películas como Blade Runner, Interstellar o Ghost in the Shell, sí que considero que Prometheus consigue presentar muchas ideas y misterios que resultan interesantes. El origen de la vida, un nuevo planeta, nuevos seres, una antigua civilización desaparecida...
Para terminar, no puedo finalizar este artículo sin recomendar a todo el mundo que juegue a Returnal. Si os gusta esta saga, la ciencia ficción, y los giros de guion, tenéis que probarlo. Desde el primer momento en que lo pruebas ves la fuerte inspiración que tiene de Alien, pero es que, tras ver Prometheus, te das cuenta de que esto es todavía mucho más evidente y que la película ha sido una fuente de inspiración increíble.
Desde el aspecto de los trajes, la existencia de una raza superior antigua, pasando por la propia arquitectura, todo ello recoge totalmente la esencia que vemos en la película de una forma muy digna. Por todos estos motivos, y si no sabéis que ver, Prometheus es una buena opción, más aún si tenemos en cuenta que esta se encuentra disponible de forma sencilla a través de Disney Plus.
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