La saga Resident Evil no es solo una de las más populares en el mundo de los videojuegos, sino también del cine de acción gracias a su salto a la gran pantalla en el año 2002. Protagonizada por Mila Jovovich, Resident Evil dio el pistoletazo de salida al que sería un largo recorrido que se saldó con el estreno de 6 películas. Actualmente, el contenido audiovisual de la franquicia de Capcom es mucho más amplio, recogiendo múltiples series animadas, una adaptación de Netflix e incluso un reciente spin-off que obtuvo toda clase de críticas. Dada su importancia, me ha sorprendido no encontrar esta entrega en ninguna plataforma de streaming.
¿Es Resident Evil 1 igual que el videojuego?
La primera película de Resident Evil nos presenta una historia que, si bien presenta algunas características comunes al primer videojuego, decide contarnos algo nuevo y nos presenta al personaje de Alice. Esta despierta en la ducha sin recordar nada de su pasado cuando es asaltada por un grupo de soldados que entran en la mansión en la que se encuentra.
Antes de eso, se nos presentaban unas instalaciones en las que alguien parece haber lanzado un agente bioquímico y todos los integrantes del lugar han sido aniquilados por el sistema de seguridad. Más tarde conoceremos que esta inteligencia artificial se trata de la Reina Roja y que su objetivo es el de evitar que un peligrosos virus que transforma a los seres vivos en zombis escape del lugar y acabe sembrando el caos en Raccoon City y en el mundo. De esta forma, Alice y el escuadrón acaban bajando a La Colmena para descubrir qué ha pasado.
Dirigida por Paul W.S. Anderson, Resident Evil es una película de lo más particular y también llena de detalles. Lo que nos encontramos en ella es una cinta que sí, tiene acción, pero también decide llevar un ritmo pausado para generar misterio y hacer alusión a ese toque survival horror de los primeros videojuegos, algo que se fue perdiendo con las entregas posteriores. De hecho, el primer zombi tarda cerca de 30 minutos en salir. Tal vez esto se deba al presupuesto reducido de 33 millones o a una simple decisión de dirección, pero lo cierto es que es algo que con el tiempo ha sido apreciado, teniendo en cuenta que la saga se dirigió a lo contrario: una espectacularidad excesiva.
Por otra parte, aunque cuenta con algunos elementos reconocibles para aquellos que conocían los juegos tales como los perros zombi o los lickers, es una propuesta que bebe mucho de la corriente de películas de acción de finales de los 90 y principios de los 2000 como Blade, Matrix o Fantasmas de Marte. Escenas como la de Alice pateando al perro o la simple elección de la música lo ejemplifican.
Resident Evil recaudó en taquilla 103 millones de dólares, lo cual fue considerado un éxito. Estuvo a punto de convertirse en la adaptación de un videojuego más taquillera, pero no consiguió superar a Mortal Kombat, la cual obtuvo un poco más de 122 millones. Sin embargo, tras el primer fin de semana de su estreno, los derechos de Silent Hill, Doom y Max Payne fueron adquiridos por estudios que querían aprovechar el furor por los videojuegos.
A día de hoy, es cierto que es más sencillo ver sus costuras. Por ejemplo, es una película que a nivel narrativo es sobreexplicativa y cuenta con muchos agujeros de guion. También es cierto que han pasado más de 20 años y ahora tenemos muchas otras adaptaciones de videojuegos que la superan en calidad como Sonic 2 o Super Mario Bros, pero es una cinta que ha envejecido no tanto por sus efectos, sino más bien por sus recursos narrativos.
Con todo ello, y aunque las comparaciones son odiosas, lo cierto es que caló entre el público mucho más que obras posteriores como la ya citada serie de Netflix o Bienvenidos a Raccoon City. Como curiosidad, el director James Cameron la calificó de "placer culpable". Para muchos también es considerada como la mejor de la serie protagonizada por Jovovich. Y a propósito de esta, fue ella misma la que realizó la mayoría de sus escenas de acción, viendo como los cortes que Alice muestra en la película eran reales y no maquillaje.
Teniendo en cuenta su importancia y popularidad, me ha sorprendido mucho no haberla encontrado dentro del plan de suscripción de ninguna plataforma de streaming. Es cierto que otras entregas posteriores sí están en Netflix por ejemplo, pero parece imposible, al menos de momento, hacer un maratón de todas ellas.
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