En la década de 1980 y principios de los años 90, el género de la ciencia ficción en Hollywood estaba en pleno auge y viviendo una auténtica revolución. Fueron años de éxitos significativos, pero también de desafíos y riesgos financieros. La industria comenzaba a recuperarse de grandes éxitos como Star Wars y E.T., que conquistado los cines de todo el muendo, y comenzaba a apostar por proyectos más arriesgados con la mirada puesta en un público adulto. Así nacieron Blade Runner, Terminator o Robocop.
En este contexto, Arnold Schwarzenegger comenzaba a coronar el punto más alto de su carrera como actor y buscaba nuevos desafíos que le permitieran consolidar su estatus como una estrella de cine de acción y asentar su posición en la industria como inversor. Fue en medio de esta efervescencia creativa y económica que surgió la adaptación cinematográfica de Desafío Total, una historia del genial Philip K. Dick, una odisea que estuvo a punto de fracasar en múltiples ocasiones pero que encontró un salvador inesperado en la figura del propio Schwarzenegger.
El desafío de Desafío Total
Antes de adentrarnos en la historia de Desafío Total, es esencial entender el contexto de la carrera de Arnold Schwarzenegger hasta ese momento. El actor austriaco, conocido por su imponente físico y carisma prácticamente monosilábico en la pantalla, había dejado atrás una exitosa carrera como culturista y se había convertido en un fenómeno de taquilla gracias a películas como Conan the Barbarian y The Terminator.
En 1990, Schwarzenegger ya era un nombre familiar en Hollywood y había demostrado su versatilidad al asumir roles que iban más allá de la acción, como en la comedia Los Gemelos golpean dos veces. La adaptación de Desafío Total supuso un tremendo dolor de cabeza tanto para Schwarzenegger como para los productores y directores involucrados. En un primer momento, el productor Dino De Laurentiis , un influyente nombre en la industria del cine que presentó a Schwarzenegger por todo lo alto en Conan, tenía en mente a otro actor para el papel principal. Al parecer, De Laurentiis no veía a Schwarzenegger como la elección adecuada para el papel de Douglas Quaid, un personaje que, en la historia original, era un oficinista relativamente delgado envuelto en una trama de ciencia ficción.
Arnold Schwarzenegger y Sharon Stone en Desafío Total
El productor tenía en su lista a otros actores, incluyendo a Richard Dreyfuss, Patrick Swayze, Matthew Broderick, Jeff Bridges y Christopher Reeve, como posibles intérpretes del papel protagonista. Además, De Laurentis, todavía con planes para continuar la saga de Conan en la gran pantalla, no quería que Schwarzenegger se identificara con otro tipo de personajes que no fueran su cimmerio, por lo tanto, se le excluyó inicialmente del reparto.
Sin embargo, el destino de Desafío Total daría un giro inesperado que cambiaría el rumbo de la película por completo. La cancelación de otro proyecto liderado por De Laurentis hizo que el productor se declarara en quiebra y Desafío Total quedara en un limbo. Así los derechos llegaron a manos de la productora Carolco Pictures tras la mediación del actor. Carolco adquirió los derechos por tres millones de dólares y acordó pagar a Schwarzenegger un salario de diez millones más el 15% de la taquilla. También le concedieron un control significativo sobre la producción: además de su papel protagonista, Schwarzenegger desempeñó un papel activo en la toma de decisiones sobre el resto del reparto y en las revisiones del guión.
Arnold Schwarzenegger y el director Paul Verhoeven en Desafío Total
A Schwarzenegger le salió bien la jugada: eligió a Paul Verhoeven como director e ignorando las opiniones de De Laurentis, cambió el personaje original de Douglas Quaid por un trabajador de la construcción musculoso, para ajustarlo mejor a su rol protagonista. Uno no pasa de ser Mister Olympia a picar teclas delante de un ordenador de 8 de la mañana a las 18 de tarde de manera creíble, ni en la Tierra, ni en Marte.
Finalmente Desafío Total no solo fue un hito en la carrera de Arnold Schwarzenegger como actor, sino que también demostró su habilidad para involucrarse en otro tipo de facetas de la industria. La película recaudó más de 261 millones de dólares gracias a esta colaboración y se convirtió en un clásico de la ciencia ficción y consolidó aún más la posición de Schwarzenegger como una de las estrellas más grandes de Hollywood.
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