Desde la saga de videojuegos que pronto llega a Prime Video hasta la serie Tokyo Vice de HBO, la Yakuza hace mucho que dejó de ser algo plenamente japonés. Esta controvertida mafia nipona es ya, también de la mano del cine y la literatura, una parte más de nuestra cultura popular.
Sin embargo, pese a que prácticamente nadie es ajeno a estas alturas a su nombre, no todos conocen de dónde viene y cuál es el auténtico origen de la Yakuza. Ya os adelanto que, como con casi todo lo que llega desde Japón, tiene que ver con los samuráis, pero los historiadores parecen tener más de una respuesta igual de convincente para esa misma pregunta.
El origen de la Yakuza
El nombre procede de una suerte de BlackJack japonés llamado Oicho-Kabu. En él, el objetivo del juego es sacar tres cartas con la intención de alcanzar un 9, que es la cifra más alta. Si la suma de las cartas alcanza los dos dígitos, sólo se cuenta el segundo, por lo que un 10 equivaldría a un 0, y un 14 a 4 puntos. La peor combinación posible de cartas es 8, 9 y 3, que sumarían 20 y pasaría a ser un 0. En japonés antiguo esos números se denominaban ya, ku y sa. Caer en la Yakuza era, literalmente, lo peor que te podía pasar.
Aunque a nivel histórico hay ciertas dudas sobre el origen exacto de la Yakuza y hay quienes atan su origen a todos aquellos Ronin, samuráis que se han quedado sin amo por una razón u otra, que vagaban por Japón sin nada que hacer más allá de imponer su fuerza y destreza entre el populacho tras un extenso periodo de conflictos bélicos. Hay quienes creen que, alejados de ese estilo romántico que en cierto sentido rodea al samurái, en realidad nacen de dos grupos mucho menos carismáticos.
Cuando se celebraban festivales, los encargados de la seguridad de la feria, que no hubiese robos o posibles altercados, eran los propios vendedores ambulantes, que se hicieron un nombre a base de familias que, poco a poco, se hacían con el control de los eventos demostrando por la fuerza que no debías acudir allí con ganas de liarla.
Por otro lado estaban los jugadores, los encargados de gestionar apuestas y juegos de azar que, por el dinero que se movía en sus locales, también requerían un nivel de seguridad tan eficiente como aleccionador. De hecho, parece evidente que la relación entre los juegos de cartas, el nombre de la Yakuza y la unión de estos dos populares, adinerados y controvertidos grupos, va más allá de la simple casualidad.
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