Es como cuando nuestros abuelos nos llevaban en busca de espárragos, setas o gamusinos, y siempre terminábamos abroncados porque no encontrábamos ninguno y los habíamos pisado todos. La diferencia es que aquí hablamos del lúpulo silvestre y, tal y como recogían nuestros compañeros de Directo al Paladar, puede llegar a venderse hasta por 1.000 euros el kilo entre los paladares más exquisitos.
Como ya habrás imaginado, estamos ante la planta que probablemente conocerás por formar parte de la elaboración de la cerveza, pero aunque se suele confundir con una mala hierba, en su estado salvaje los brotes tiernos son una delicia que en países como Alemania o Bélgica se conocen como la trufa del norte. No es de extrañar que su precio esté bastante a la par.
La clave está en que, al ser un producto silvestre de difícil identificación y recolección por lo fácil que es que se confunda con hierbajos y termine pisado y maltrecho, y al ofrecerse apenas 3 centímetros comestibles de todo el brote porque el sabor del resto es desagradable y se desecha, hay quienes llegan a pagar auténticas barbaridades por ellos.
Una hierba con precio de lujo
Si vives en el norte de España y estás junto a zonas húmedas como los bordes de los ríos, bosques sombríos y setos, atento a esta jugosa mina de hierbajos en forma de lúpulo silvestre, pero va a ser complicado que consigas suficientes como para sacar un buen pico con su venta. Siempre podrás guardarlo para cocerlos probar a que saben como en el caso de los espárragos silvestres, o para hacer infusiones al más puro estilo botica de la abuela. Mezclados con una buena sopa de gamusinos deben estar tremendos.
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