Es bastante común escuchar aquello de que un libro, una película, o incluso una serie, es capaz de cambiarle la vida a una persona. En el caso de Juan Catalan y la serie Curb Your Enthusiasm, creada y protagonizada por Larry David y que puede verse en HBO, esa expresión tan aparentemente pomposa es, de hecho, algo literal. Gracias a ella no sólo se pudo resolver un crimen, también ese hombre pudo salvar su vida.
Para entender cómo pudo llegar a producirse esa demencial voltereta del destino toca viajar hasta 2003 y enfrentarnos a la trágica pérdida de otra vida, la de una joven de 16 años llamada Martha Puebla que fue disparada al salir de su casa en California. Ya desde el principio, la investigación del caso creía tener el asunto completamente resuelto. Juan Catalan era el culpable.
Un hombre injustamente acusado
Una semana antes del suceso, Martha Puebla había acudido como testigo convirtiéndose en indispensable a la hora de encarcelar a Mario Catalan, miembro de una banda que se había envuelto en una causa similar. Con un pasado marcado por problemas con la justicia, junto al hecho de haber estado enrolado en bandas, y con la venganza como excusa, la acusación no tardó en ver a Juan Catalan como el principal sospechoso.
Tras acudir a juicio, y pese a no contar con pruebas concluyentes que respaldasen la acusación, Juan Catalan fue encarcelado a la espera de la pena capital pese a que desde el principio reconoció que no había tenido nada que ver. Pese a que su pasado podía evidenciar lo contrario, Catalan aseguraba que había salido de ese círculo y había rehecho su vida formando una familia tras el nacimiento de su hija.
Además, el acusado entregó varias entradas intentando probar que, la noche del suceso, acudió con su hija, un amigo y su primo al estadio de los Dodgers para ver en vivo y en directo un partido de su equipo favorito. Sabía relatar exactamente cómo había ido el partido, pero podría haberlo visto por televisión, el hecho de contar con unas entradas no certifica que realmente acudiese allí, y la declaración de amigos y familiares como testigos de la veracidad detrás de esa afirmación estaban lejos de ser suficientes.
La coartada resultaba aún más frágil porque Juan Catalan no recurrió a ella tras ser interrogado. Habría sido la excusa perfecta, pero aseguraba que por culpa de los nervios y el shock de ser acusado no cayó en la cuenta hasta poco después. Con él ya entre rejas, el peso de demostrarlo quedaba en manos de su abogado.
Larry David al rescate
Habiendo sido un partido televisado, lo primero que hizo su abogado, Todd Melnik, fue acudir a las grabaciones de televisión para intentar encontrar alguna toma en la que pudiese verse a Catalan en algún punto del estadio, pero lo que suele ocurrir en estos casos es que la acción se centra en el partido y, a no ser que hubiese algún punto en el que la bola saliese bateada en la dirección hacia donde presumiblemente estaba el acusado, sería difícil utilizarlo como prueba.
Por suerte, Catalan recordó que además de la grabación de televisión, esa noche en el estadio había más cámaras grabando algo y, de hecho, incluso había asientos anulados para que el público no pudiese interrumpir lo que fuese que estaban filmando. Al acudir Melnik a los Dodgers para conseguir más información le confirmaron que, efectivamente, las cámaras de HBO estuvieron allí. Estaban rodando un episodio de Curb Your Enthusiasm con Larry David aprovechando la algarabía del estadio.
Tras contactar con la producción de la serie accedieron a permitirle ver las cintas, que analizó concienzudamente hasta que, al llegar a la quinta, se levantó exaltado señalando a la pantalla mientras se veía a Juan Catalan de la mano de su hija descendiendo unas escaleras. Marcó la cinta en el momento justo en el que se mostraba la prueba de la inocencia de Catalan y la enseñó al juez.
Gracias a aquella grabación, Juan Catalan quedaría en libertad y le pagarían una suma de 320.000 dólares por haber sido injustamente acusado y obligado a pasar seis meses en la cárcel a la espera de la pena capital. Con ello, el caso se reabrió y consiguieron dar con el auténtico culpable para que el peso de la justicia cayese sobre él. Nada mal para un capítulo que va sobre cómo Larry David contrata a una trabajadora sexual no para acostarse con ella, sino para poder saltarse la caravana de camino al estadio al poder utilizar el carril VAO sumando un nuevo ocupante.
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