La Generación Z necesita el 146% del SMI para sobrevivir. La diferencia respecto a Boomers y Milenials es una alucinante

Nos hemos acostumbrado a leer que la Generación Z es la generación de cristal, que se quejan por todo y que tienen una mentalidad consumista que les impide ahorrar para el futuro. Los jóvenes, en cambio, se defienden asegurando que ahorrar no sirve de nada porque los precios no dejan de subir. Hemos analizado los números para saber quién tiene razón.

Repasando la media de precios de aspectos como la vivienda, el alquiler, un coche de gama baja, la cesta de la compra y los gastos de suministros, y comparándolos con el salario mínimo de cada época, esto es lo que costaba vivir a anteriores generaciones en comparación con la Generación Z y el coste de la vida con el que tiene que lidiar hoy en día.

El coste de la vivienda, los coches y la vida a través de los años

En primer lugar, un apunte. Las variables son demasiado altas como para establecer una máxima, ya no sólo en el rango de edad y los cambios que se producen de un año a otro, sino también de aspectos como el nivel de vida de cada familia o si situación geográfica influye en el alquiler de cada zona de España. En este caso, las cifras recogidas son las relativas a una persona soltera que se sustenta con un único sueldo.

La comparativa recoge distintas generaciones que van desde los Boomers hasta la Generación Z, pasando por la Generación X y los Millenials, así que para establecer el salario mínimo de cada una de ellas hemos acudido a las cifras del Instituto Nacional de Estadística en el año 70, 90, 2010 y 2024.

Mientras la evolución del precio de la vivienda y los alquileres se extrae de datos del Banco de España, lo más complejo ha sido acudir al precio de los coches, la cesta de la compra y los gastos en suministros como el precio de la luz a través de los años. Por suerte, quedan por ahí resquicios de quienes ofrecen datos a los que agarrarnos.

Gracias a recortes preservados por nostálgicos del coche como el Seat 600, sabemos que uno de sus modelos más baratos costaba en los 70 alrededor de 84.000 pesetas, que equivalen hoy en día a unos 6.500 euros. Con la cesta de la compra, por ejemplo, algunas fuentes recogen que en 1977 el gasto mensual equivalía a unas 187 pesetas. Con todo ello, así quedaría la comparativa.

El coste de la vida de la Generación Z frente a otras generaciones

A continuación tenéis la tabla que demuestra el cambio para los Baby Boomers, la Generación X, los Millenials y la Generación Z. Para facilitar la comparativa, todos los precios y el salario mínimo se han ajustado a cifras según la inflación actual. Es la forma más fácil de entender el aumento del precio de la vida y cómo los sueldos se han quedado muy por detrás de lo necesario para mantenerlos.

Si nos agarramos a la situación actual, con la Generación Z sin vivienda o vehículo propio entre los jóvenes con el rango de ingresos más bajos, el porcentaje de cada sueldo destinado al alquiler, la compra mensual y los gastos de suministros se queda en un 64% para los Boomers y un 80,91% para la Generación X. Son las dos únicas que no tienen que vivir en pareja para alcanzar los gastos mínimos.

En el caso de los Millenials, en cambio, los gastos se llevan un 132% del sueldo, implicando que alguien con el salario mínimo debe convivir con otra persona para poder afrontarlos de forma conjunta. En el de la Generación Z, en cambio, la cifra es aún más dura llegando hasta el 146% del salario mínimo.

En 3D Juegos

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El ocio, por su parte, sigue una línea similar. El caso de las entradas de cine recogido en la tabla, y que ya analizamos en esta comparativa de precios, es sólo un ejemplo. Los museos, sin ir más lejos, han visto cómo las entradas del Museo del Prado han pasado de costar poco más de 2 euros en 1994 hasta llegar a los 15 euros en la actualidad.

De hecho, hay aspectos en los que ni siquiera hay que irse muy atrás para ver el cambio. Las entradas de un concierto hace apenas dos años, en 2022, costaban de media unos 58 euros. En 2024, según datos de plataformas como Ticketmaster, la media se ha catapultado hasta los 80 euros.

De hecho, puede que los videojuegos sean uno de los pocos casos en los que, las cifras se han vuelto más benevolentes para el consumidor. Las 11.490 pesetas que costaba en España el Street Fighter II de Super Nintendo en su lanzamiento, equivaldrían hoy a cerca de 126 euros en base a inflación.

Frente a ese panorama, y más allá de lo que plantea el mercado del ocio, alcanzar la independencia financiera es una tarea mucho más compleja que en anteriores generaciones, principalmente por el meteórico ascenso del precio de la vivienda, los suministros básicos y el coste de la vida. Hay que tener en cuenta que los hábitos de consumo han cambiado, y que además se deben incluir otros servicios como el gas, la telefonía móvil o el acceso a internet, lo que aumenta aún más la diferencia.

Las cifras, en cualquier caso, parecen dejar patente que sí, la Generación Z lo tiene indudablemente más difícil para salir adelante, lo que termina explicando a la perfección que sean los que más tardan en completar acciones como casarse y comprar una casa, y por ende también los que presentan una tasa de natalidad más baja. Con todo, los problemas de salud mental, que acusan por el estrés provocado por la situación, parecen demostrar que no hay resiliencia en el mundo capaz de hacerte mirar hacia un futuro así con perspectiva.

Imagen | 25cofeeroasters en Midjourney

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