Sería fácil pensar que el debate sobre los peligros de la IA es algo relativamente reciente. Que como mucho se alarga hasta hace décadas cuando películas de ciencia ficción como Terminator empezaron a juguetear con la idea. Conocer que un humilde granjero de ovejas ya hablaba sobre muchos de los miedos actuales respecto a la inteligencia artificial hace 161 años, sin embargo, cambia bastante esa perspectiva.
Se llamaba Samuel Butler y, en una época en la que las reglas del fútbol ni siquiera se habían establecido y Estados Unidos aún tenía esclavos, se adelantó a nuestro futuro pronosticando el desarrollo y evolución de lo que ahora llamamos IA. Estamos ante el primer texto que habla sobre el miedo a que las máquinas terminen siendo una maldición para el progreso de la humanidad o, como mínimo, el primero del que se tiene constancia.
El precursor de la ciencia ficción moderna
Bajo el nombre de Darwin entre las Máquinas, este granjero de ovejas de Nueva Zelanda comparaba la teoría de la evolución de Darwin con el progreso tecnológico de las máquinas, sugiriendo que, llegado el momento, terminarían teniendo una conciencia propia y podrían suplantar a la humanidad como la especie dominante: "Somos nosotros mismos creando nuestros propios sucesores".
Butler utilizaba el símil de mascotas y animales de carga para hablar de cómo, al principio, las máquinas servirían como acompañamiento o ayuda en trabajos que creemos demasiado duros, y que tal y como hacemos con perros y caballos, esa relación seguiría estrechándose hasta otorgarles beneficios y cuidados que terminarían ayudándoles a que puedan reproducirse.
Entre el miedo comprensible y el clásico cuento de asustaviejas, Butler apuntaba: "Diariamente estamos añadiendo belleza y delicadeza a su organización física; diariamente les estamos dando mayor poder y suministrando, mediante todo tipo de ingeniosos artificios, ese poder autorregulador y de auto actuación que será para ellos lo que el intelecto ha sido para la raza humana. Con el paso de los siglos, nos encontraremos como la raza inferior". Ideas actuales frente a la inteligencia artificial como la posibilidad de autorreproducción, la conciencia o la pérdida de control sobre sus capacidades, ya estaban en el texto de Butler. Y no penséis que fue una simple rabieta sin peso en la cultura del momento.
Darwin entre las Máquinas fue lo suficientemente influyente para terminar salpicando al trabajo de Isaac Asimov o la ciencia ficción moderna de historias como Matrix. La historia de Dune, siendo este el ejemplo más claro, nace de una rebelión contra máquinas inteligentes conocida como la Jihad Butleriana. No parece que sea casualidad.
El futuro de la IA en una época sin ordenadores
Sorprende que, para estar en una época en la que al primer ordenador aún le quedaban cerca de 70 años, viviendo entre avances tecnológicos en los que lo más impresionante que podías encontrar era una calculadora mecánica, un granjero de ovejas fuese capaz de imaginar un futuro tan adelantado. Un día de mañana que, por su influencia en la ciencia ficción, y cómo a su vez esta termina salpicando al progreso tecnológico, bien podría haber desencadenado él mismo.
Habla de cómo la evolución de las máquinas funcionará como la de los mecanismos de los relojes, volviéndose cada vez más pequeños y sofisticados tal y como ocurría con los vertebrados de Darwin: "Esto demuestra por completo que el daño ya está hecho, que nuestra servidumbre ha comenzado en serio, que hemos creado una raza de seres a los que está más allá de nuestro poder de destruir".
Sus preocupaciones, en cualquier caso, y obviando ese carácter apocalíptico que le confería a sus miedos, no se alejan demasiado de las que hemos ido desarrollando durante los últimos años: "Día tras día, las máquinas están ganando terreno sobre nosotros; día tras día nos estamos volviendo más subordinados a ellas. El resultado final es simplemente una cuestión de tiempo, pero que llegará el momento en el que las máquinas tendrán la verdadera supremacía sobre el mundo y sus habitantes es algo que ninguna persona de mente verdaderamente filosófica puede cuestionar ni por un momento".
La recepción de su mítica carta tuvo críticas de todas las formas y colores, pero el ruido generado empujó a Butler a llevar más allá sus predicciones mediante una novela que, publicada en 1972 bajo el nombre de Erewhon, daba a conocer una sociedad en la que se habían visto obligados a destruir toda tecnología creada durante los últimos 300 años para garantizar su supervivencia como especie. No sería descabellado pensar que la distopía de cine y videojuegos que disfrutamos hoy en día también vengan de ahí.
Imagen | Pacificasnake en Midjourney
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