Descubierta en 2023, la Tumba de Cerbero situada en Giugliano, en Nápoles, ha resultado ser una inagotable fuente de objetos del Imperio Romano que van desde herramientas y vasijas con ungüentos hasta, encontrada en un increíble estado de conservación, una momia con más de 2.000 años dentro de un sarcófago.
Llamada así por el mural del perro Cerbero que custodiaba las puertas del Inframundo, la Tumba de Cerbero se ha estado estudiando mediante cámaras en miniatura con la intención de asegurarse que abrir el mausoleo no entrañaba ningún peligro ya no sólo para los arqueólogos, sino también para la correcta conservación de lo que allí pudiesen encontrar. No esperaban dar con un premio gordo en forma de momia notablemente bien conservada.
Un curioso método de conservación de momias
Con los análisis de ADN en proceso para descubrir más sobre el origen del cuerpo y el resto de elementos encontrados, parece que las buenas condiciones de temperatura de la tumba, unidas a una suerte de crema creada a base de una surrealista mezcla de quinoa y absenta, parece haber sido la clave para ofrecer un estado de conservación tan bueno.
Con la intención de seguir estudiando la tumba y lo que parece ser una necrópolis que rodea la zona, los investigadores planean conocer más sobre los rituales funerarios de la época y, especialmente, el tratamiento que le daban a los cuerpos para conservarlos en contraposición con lo que se hacía a kilómetros de allí en las las pirámides de Egipto con sus momificaciones.
Imagen | Superintendencia de arqueología, bellas artes y paisaje de Nápoles
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