Sabes que un acontecimiento de Japón no tiene el menor sentido cuando ni siquiera los propios japoneses saben explicarlo. El caso de la carretera a ninguna parte que alguien decidió construir en el mayor lago del país, sin permisos y aparentemente sin razón alguna para hacerlo, es sin duda alguna el mejor ejemplo de ello que vas a encontrar.
En el que sin duda es uno de los paisajes más bonitos y recomendables de Japón, en el Lago Biwa, alguien decidió construir una carretera de alrededor de 70 metros para conectar dos costas del conocido como el mayor lago del país nipón. Sobre el papel parece tener cierta lógica, al fin y al cabo todos hemos deseado alguna vez que hubiese un atajo en un camino que hacemos a menudo, pero tan pronto empiezas a indagar descubres que no tiene el menor sentido.
La carretera a ninguna parte de Japón
Justo en el lado oeste del Lago Biwa, una extensión de 670 kilómetros cuadrados de agua, famosa por contener una isla con un templo en el centro que puedes visitar en barco, se encuentra la desembocadura del Río Ado. Más allá de los parques infantiles y las granjas de pescado cercanas, está lejos de ser el lado más interesante del lago japonés, pero incluso si fueran la atracción turística más atractiva de Japón, en realidad ya hay carreteras que te llevan hasta allí.
Donde no la había hasta hace poco, aparentemente porque nadie la necesitaba y resultaba de lo más innecesario, era en los pantanales que hay cerca de allí. Más allá de un diminuto parking y un pequeño puerto pesquero, ambos con acceso y buena comunicación al pueblo que está cerca de allí, es una zona en la que no hay nada más que ver. Lo único que puedes llevarte de recuerdo, según los propios locales, es el mordisco de un jabalí y la picada de un mosquito.
Pese a lo evidente de todo ese escenario, el año pasado el departamento de ingeniería civil de la ciudad de Takashima recibió un aviso de lo más extraño. Evitando desvelar su identidad, el informante aseguraba que alguien había construido una carretera en la periferia del Lago Biwa. No era un camino generado por las propias aguas del lago y tampoco un montón de tierra que había terminado aplanándose. Era una carretera creada a conciencia. Una que no tenía el menor sentido.
Tras acercarse hasta allí, lo confirmaron de primera mano. Las dos formaciones del delta del río estaban conectadas por una carretera rural de 70 metros de longitud y 3 metros de ancho a base de tierra compactada. Las huellas de vehículos encontradas cercioraban que estaba en uso, y que quien estaba detrás se estaba ahorrando ahora un camino de apenas 3 minutos en coche si decidiese recorrer la misma sección por el lado opuesto.
La clave estaba en Google Maps
La imagen que tenéis sobre estas líneas es de lo más esclarecedora, no tiene ninguna explicación lógica. Pero al llegar a manos de la policía, y tras empezarse a sumar medios locales ansiosos por descubrir el misterio, la situación respecto a la carretera se tornó aún más surrealista. Lejos de ser una capa de grava cuidadosamente colocada, los medios encontraron restos de asfalto, hierro y cemento.
Si era una forma elaborada de tirar basura y hacerlo pasar por una carretera, desde luego era obra de un experto ingeniero, pero en cualquier caso era una construcción lo suficientemente grande y bien hecha para que sólo hubiese una única persona implicada. Al estar en una zona apartada, parece que nadie había visto nada sospechoso.
Al acudir a la imágenes de satélite de Google Maps, las autoridades certificaron que esa carretera no había estado ahí desde siempre y que, como mínimo, se había hecho en algún punto entre 2021 y 2024. En las primeras imágenes no había ni rastro de la construcción. En las de la segunda, se empieza a apreciar como la carretera ha empezado a desaparecer. ¿Se la terminó llevando el agua? Probablemente no. Todo apunta a que el creativo constructor ha sido el que ha empezado a desmontarla en secreto.
Aunque la investigación sigue abierta y las dudas sobre quién creó la carretera y por qué motivo siguen estando sobre la mesa de las autoridades, tres días después de que explotase la noticia el departamento de ingeniería civil recibió otro mensaje anónimo: "Sé que tenía que pedir permiso, pero lo hice yo". Sin posibilidad de descubrir quién había detrás, le indicaron que debía restaurar el lugar a su situación original porque la construcción iba en contra de la ley de ríos. Tras ello, avisaron a la policía para alertarles de la situación y que sean ellos los que, con suerte, algún día terminen resolviendo el misterio.
Imagen | Twippiewedn en Midjourney
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3 comentarios
Atalos79
Esta claro que eso es obra de un fan de Death Stranding
barock
Pues provablemente para la pesca. Hizo el cierre ahí, luego hace una entrada en otro lado, donde entren los peces tirando cebo... y después pescar dentro de ese mini-lago.
edgardopinera
Pista de aterrizar para el narco trafico