Aunque no es una costumbre tan común o accesible en Europa, en el caso de Estados Unidos se permite registrar matrículas con una combinación de cifras y letras personalizada. Si la matrícula está libre, puedes elegir la que quieras, así que en 2016 el programador Joseph Tartaro decidió aprovechar sus conocimientos de informática para intentar engañar al sistema.
Con ese objetivo, lo que empezó como una broma no tardó en convertirse en una pesadilla. Lejos de evitar tener que lidiar con el pago a las autoridades, en poco tiempo se encontró con un total de más de 12.000 dólares en multas de tráfico. El problema era que, en realidad, ninguna de ellas eran culpa suya. De hecho, incluso llegaban de lugares en los que nunca había estado.
Cuando intentar engañar a los radares sale mal
El particular truco que utilizó al nombrar su matrícula del coche fue utilizar el concepto NULL de programación. Para quienes no conozcan el término o su uso, el valor NULL se utiliza en informática para indicar que una variable no guarda ningún valor definido. Su intención era que, al saltar una cámara de tráfico o marcarse el nombre de la matrícula en una multa, al momento de registrarse de forma manual o automatizada en la pertinente base de datos, ese NULL provocaría un error y, en consecuencia, el sistema invalidaría la multa.
No iba desencaminado y, cuando llegó el momento de renovar la licencia de matriculación, el departamento de tráfico no le dejó hacerlo porque, tal y como él preveía, estaba rompiendo el sistema. Como tenía un número de serie mediante el que realizar el trámite sin mayores preguntas, decidió optar por esa vía. Y cuando le llegó una multa por no disponer de la pegatina de registro, que presumiblemente alguien le había robado, decidió pagar los 35 dólares que costaba en vez de pelear dicho robo. Justo ahí empezaron los problemas.
Día tras día las notificaciones de multas empezaron a acumularse en su buzón. Multas de parking, de controles de policía, de velocidad… Multas procedentes de lo largo y ancho del estado de California con marcas de vehículos que no se correspondían con el suyo y en fechas en las que él no había estado allí. A veces, incluso de coches completamente distintos en zonas opuestas del territorio con apenas unos minutos de diferencia. También llegaban algunas con carácter retroactivo de fechas anteriores a que adquiriese la matrícula.
Al parecer el sistema estaba enviando a Tartaro todas aquellas multas en las que el sistema había procesado algún error dejando el campo de la matrícula como NULL. Si no se habían podido leer con claridad por las cámaras y radares, o si el policía pertinente se había olvidado de rellenar la casilla de la matrícula, las multas llegaban hasta él. Aunque consiguió batallar con las agencias de tráfico y las empresas de procesamiento de multas, el problema persiste y se encuentra en una posición en la que no puede renovar o cambiar la matrícula sin abonar antes las multas pendientes.
Imagen | Jayjay en Midjourney
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2 comentarios
gerrmance
noticia 100% sacada de chatgpt, aparte de la imagen. buena esa, 3djuegos
jjnavas
Que crack