Durante los últimos meses hemos presenciado cómo los ojos de las organizaciones de Estados Unidos y la Unión Europea se fijaban en Rusia y China. El presunto sabotaje a varios cables submarinos que atraviesan el Báltico garantizando el suministro de datos, gas y electricidad, sumado a las amenazas rusas de cortar los cables de internet que atraviesan el Atlántico, parecían dejar claro quién estaba detrás de todo.
Ahora, pese a que la mosca sigue detrás de la oreja por varias razones, las agencias norteamericanas y europeas han emitido un comunicado desvelando qué ocurrió realmente. Según han constatado tras realizar la investigación pertinente, ambas coinciden en que lo ocurrido con los cables submarinos en distintos incidentes durante los últimos 18 meses tienen un único culpable: la inexperiencia.
Barcos viejos, tripulación nueva
Tal y como recogen las evidencias recabadas hasta la fecha, incluidas varias transmisiones de comunicación interceptadas por los servicios secretos junto a otros documentos clasificados, todo apunta a accidentes causados por la inexperiencia de las tripulaciones en distintos cruceros con un mantenimiento más que cuestionable. Coincidiendo ambas investigaciones de forma aislada por parte de Estados Unidos y media docena de países europeos, pese a las sospechas iniciales sobre Rusia declaran que hay "explicaciones claras" y "evidencias que sugieren lo contrario".
Las investigaciones se centran en tres de los accidentes más sonados, en los que los distintos barcos habrían arrastrado su ancla hasta cercenar los cables y gasoductos submarinos. Acciones que el Ministerio de Defensa alemán consideró como una clara muestra de sabotaje asegurando que "nadie cree que esos cables se cortaron de forma accidental".
Aparentemente, dos de los barcos citados arrastraron sus anclas durante más de 160 kilómetros por el lecho marino y, para algunos expertos, algo así resulta cuanto menos sorprendente. Por un lado mantienen que, incluso soltando ancla de forma accidental, la tripulación no tardaría en darse cuenta y detendría el barco para solucionar el problema.
A la pérdida accidental del ancla, además, se sumaría un ruido descomunal al chocar ésta con el agua, lo que en cierto sentido imposibilitaría que nadie de la tripulación permaneciese ajena al problema durante el incidente. Mantienen que las posibilidades de que ocurran incidentes similares en una misma zona, aunque sin llegar a cero, son minúsculas, pero también que es extremadamente difícil probar que se trata de un sabotaje intencionado.
El principal problema alrededor de estos accidentes no es el hecho de que puedan ocurrir en sí, sino el hecho de que no haya trazado un plan B por parte de Estados Unidos y la OTAN para proteger esos cables submarinos, que suponen el 95% de los datos que se transmiten por internet, y tampoco una alternativa válida por si uno de esos accidentes va a más. Hace apenas una semana, tras un largo periodo de intensos debates, la OTAN anunció una nueva operación en el Báltico para realizar operaciones de vigilancia en la zona que puedan prevenir futuros accidentes o sabotajes.
Imagen | Redaktsiya en Midjourney
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3 comentarios
vllark
¿¿¿¿Pero quién se cree ésa explicación?????
MortalMercury
Que sentido tiene que reposteeis los post de xataka si vais a publicarlos vosotros tambien?
0123456as
no soy experto en barcos pero esta dudoso jajaja no te vas a dar cuanta que estas arrastrando el ancla no se cuantos kilometros ?