Vamos a enfrentarnos a la que probablemente sea una de las mayores marcianadas que leerás hoy. Para que todos estemos más cómodos con ello hagámoslo de la mano de lo que en realidad nos queda más cerca, la ciencia ficción que motivó su nacimiento. En concreto, una idea que sirvió para dar forma a una de las historias de Star Trek más celebradas por los fans y la propia ciencia.
Hace 27 años, la serie de Star Trek Voyager presentaba el episodio Origen Distante en el que se nos daba a conocer una nueva raza alienígena, los Voth. Sin embargo, a diferencia de otras especies intergalácticas, lejos de haber nacido en cualquier otro planeta los Voth lo habían hecho en la Tierra miles de años antes de que los humanos empezasen a caminar por ella. Aunque parece una idea descabellada, en realidad la ciencia no la descarta al 100%, y es ahí donde entra la Hipótesis Siluriana
El origen de la Hipótesis Siluriana
Según contaban en el episodio de Star Trek, los Voth eran una raza terrícola que había evolucionado en la Tierra en la época de los dinosaurios. De hecho, por su aspecto reptiliano, era evidente que su genética partía de aquellos mismos saurios que dominaron el planeta hace miles de años.
Según terminaban resolviendo, habían alcanzado el umbral tecnológico que les permitía abandonar el planeta, y el continente aislado en el que lo habían conseguido terminó destruido por un cataclismo que hizo que cualquier rastro de ellos terminase bajo el mar o bajo kilómetros de rocas.
La idea, en cualquier caso, estaba lejos de ser revolucionaria. Era una premisa que ya había abordado la serie Doctor Who en 1970 de la mano de otra raza antigua avanzada, también con aspecto reptiliano, que permanecía en hibernación en la profundidad de la corteza terrestre hasta que una planta nuclear de la superficie los despertaba de su letargo.

A aquella raza se les conocía en la popular serie inglesa como los Silurianos y, aunque ha habido tímidos acercamientos hacia la premisa en la ciencia ficción, causó el suficiente impacto como para haberse quedado arraigada dentro de nuestra cultura popular. De hecho, si alguna vez os habéis preguntado de dónde viene la conspiración de los reptilianos, ya sabéis a dónde apuntar con el dedo.
Saltemos ahora relativamente hacia el futuro. Hasta un reciente 2018 donde dos astrofísicos, Adam Frank y Gavin Schmidt, presentaron una investigación llamada la Hipótesis Siluriana en la que pretendían explorar la posibilidad de que una raza avanzada hubiese habitado la Tierra antes que nosotros, e intentar responder hasta qué punto nuestra tecnología actual sería suficiente como para haber encontrado sus restos. Para sorpresa de cualquiera que se plantee esa pregunta ahora mismo, la respuesta es más complicada de lo que parece.
Es casi imposible descartarlo al 100%
Lo primero que nos viene a la cabeza frente a ese desafío intelectual está en acordarnos de dinosaurios y trilobites. Tenemos museos plagados de fósiles y restos de animales que datan de millones de años atrás, así que sería fácil descartar que una civilización avanzada haya pasado por la Tierra antes que nosotros porque tarde o temprano habríamos encontrado algo, ¿verdad? Error.
Lo cierto es que el proceso de fosilización es más un milagro que una ciencia escrita en piedra (me vais a permitir el chiste), y la exposición de la Tierra a múltiples variables hace que cualquier resto pueda terminar siendo pasto de inclemencias climatológicas o la erosión. Además, gran parte de la superficie terrestre a la que tenemos acceso se limita al periodo Cuaternario de hace 2,5 millones de años, y eso por no contar con todo lo que podría estar esperando en el fondo de unos océanos que están lejos de haberse explorado en su totalidad.
Añadamos a esa hipótesis las historias sobre las ciudades perdidas del Amazonas. Contaban los primeros navegantes que llegaron a la zona que se toparon con ciudades inmensas comparables a las que había en Europa. Ciudades que, en apenas unas décadas, con la exploración años después de nuevos colonos, no se encontraron por ningún sitio convirtiendo el relato en leyenda.

Construcciones que ahora, mediante técnicas como el de la tecnología LiDAR, están reapareciendo bajo la superficie de lo que considerábamos una selva virgen, mostrando con ellos los restos de complejas ciudades interconectadas con caminos organizados y sistemas de canalización de agua que la naturaleza terminó ocultando tras un colapso de dichas civilizaciones.
Volviendo a la Hipótesis Siluriana, elementos como el plástico o residuos nucleares podrían estar enterrados a gran profundidad o bajo el lecho marino sin que nos percatásemos de ello, e incluso reactores de fisión natural como los de Oklo, en África Occidental, dejaron escasas muestras de su proceso pese a estar activos hace 2.000 millones de años. Para poder encontrar evidencias fehacientes de una civilización así, en realidad habría que buscar más allá de la Tierra.
Lugares como la Luna o Marte, donde la erosión y la actividad tectónica no es tan alta como en la Tierra, servirían para terminar de confirmar si alguna civilización anterior a la nuestra habría pasado por allí. Hasta entonces, puede que la Hipótesis Siluriana suene a una absoluta marcianada, pero también es algo que la ciencia no puede descartar al 100%.
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mangute
Se puede descartar al 100 %, para un programa chorra tipo sexto milenio puede valer. Estoy seguro que la inmensa mayoría de la comunidad científica lo descarta y quien no lo hace no es porque lo crea, sino porque tienen algún interés