Lenovo Legion 9i Gen 9, análisis. Un portátil de casi 5.000 euros que logra lo que parecía imposible, justificar su precio con lo último de lo último

No es el caso de todo el mundo pero, para mí, hablar de portátiles gaming es algo… complicado. Entre mis posesiones terrenales favoritas siempre va a estar mi PC gaming tradicional, con mi teclado mecánico custom, mi monitor de alta tasa de refresco y el resto de mi setup, y eso hace que vea la mayoría de los equipos portátiles como un "está muy bien, pero", a no ser que pasemos a hablar de las gamas más altas.

De acuerdo, entonces ¿qué pasa cuando, en efecto, acudimos a estas gamas? Pues que tenemos equipos como el Lenovo Legion 9i, un portátil demoledor a un precio de lujo que viene acompañado por el hardware más cañero. He podido probar este potente portátil, y hoy te vengo a contar cómo es la vida en el tope de gama más absoluto.

Lenovo Legion 9i Gen 9, un portátil gaming de lujo

Antes incluso de encender el dispositivo, lo que llama la atención del Legion 9i es su estética. No soy muy amigo de la obsesión por el RGB gamer ni los diseños extremadamente "afilados", aunque por otro lado entiendo la necesidad de distinguir un portátil gaming —especialmente de gama alta— de otros más modestos. En este aspecto, creo que Lenovo ha dado con la clave en este dispositivo. Nada más sacarlo de la caja, lo que podemos ver es el curioso patrón de fibra de carbono que corona la tapa del portátil. Ni tanto ni tan poco, es un punto intermedio entre una estética más agresiva y algo más sobrio. Eso sí, una vez lo enchufamos, la cosa cambia un poco, pero solo si tú quieres.

Y es que, me guste o no, no podemos hablar de equipos gaming de gama alta sin tener un sistema RGB que acompañe. El equipo tiene tres zonas de iluminación principales para decorarlo: el logo de Legion en la tapa —que se ilumina completamente—, un borde que rodea todo el cuerpo inferior del ordenador y su teclado. Los tres sets de LEDs tienen buena iluminación, gozan de varios patrones que puedes ir rotando con atajos del teclado y, si no te convencen o quieres ahorrar batería, puedes apagarlos muy fácilmente. Estos dotan al equipo de un acabado resultón ideal para quienes disfruten del espectáculo de luces.

Por ahondar un poco más en los detalles externos del equipo antes de pasar a hablar de hardware puro y duro, diré que la construcción del Legion 9i es excelente. Con un chasis de 90% de magnesio reciclado, estamos ante un equipo que —para el hardware que porta— es relativamente ligero, rondando los 2,6 kilogramos. Al tacto, es un ordenador que se siente premium, apretando en la zona del teclado prácticamente no hay flexión (la justa para que no se sienta extremadamente rígido, diseñado con una precisión matemática en este aspecto). En general, todo lo que tiene que ver con materiales y su aprovechamiento es una gozada en este equipo, aunque he de decir que es propenso a mancharse a los lados del touchpad, especialmente si eres de los que suelen sudar por las manos.

Intel i9-14900HX y NVIDIA RTX 4090, rendimiento ante todo

Ahora bien, hemos dictaminado que por fuera estamos ante un ordenador creado con mimo y las ideas muy claras, pero ¿qué pasa por dentro? Pues bien, la joya de la corona es la tan afamada tarjeta gráfica RTX 4090 de NVIDIA. El tope de gama del equipo verde viene a certificar que estamos ante un todoterreno a nivel de rendimiento. Ahora bien, toca poner un pequeño asterisco aquí, y es que, al tratarse de un portátil, estamos hablando de una GPU dedicada con un TGP de 150 W (más otros 25 en momentos de boost). Lo que esto significa es que estamos lejos de los 450 W de TGP del modelo de sobremesa y, como es lógico, el rendimiento no va a ser el mismo que en un sobremesa. Ojo, esto no es una crítica, pero hay que tener las cosas claras: si accediésemos a esos 450 W de potencia, el equipo sería completamente inusable, tanto por calor como por consumo. Con eso fuera del camino, ¿cómo rinde el ordenador?

La RTX 4090, acompañada de un procesador tope de gama Intel Core i9-14900HX —que llega hasta los 5,8 GHz de frecuencia boost en sus núcleos de rendimiento— y 64 GB de RAM DDR5 es capaz de ejecutar los videojuegos más exigentes con una facilidad pasmosa. Con una resolución de 3200 x 2000, nada se interpone en el camino del hardware de este equipo, incluso en las condiciones más exigentes. He probado una gran variedad de juegos en el Legion 9i, pero los tres títulos que he usado para mis pruebas más extensas han sido Alan Wake 2, Cyberpunk 2077 y Senua's Saga: Hellblade II. Los resultados que verás a continuación no son benchmarks en profundidad, sino unos tests para hacerte una idea general del tipo de rendimiento que puedes esperar. Cabe destacar que siempre he usado las opciones gráficas al máximo, resolución de 3200x2000, DLSS en modo calidad y Frame Generation

• Senua's Saga: Hellblade II: 86,4 FPS de media.
• Alan Wake 2 sin ray-tracing: 79,4 FPS de media.
• Alan Wake 2 con ray-tracing al máximo: 57,3 FPS de media.
• Alan Wake 2 con path tracing: 48,8  FPS de media.
• Cyberpunk 2077 sin ray-tracing: 89,8  FPS de media.
• Cyberpunk 2077 con ray-tracing al máximo: 71,5 FPS de media.
• Cyberpunk 2077 con path tracing: 48  FPS de media.

El resumen es que estamos ante un ordenador capaz de jugar a todo lo que le eches. Evidentemente, con opciones como el path tracing, los 170 W de potencia de la RTX 4090 van a tenerlo complicado para llegar a los 60 FPS en títulos como Alan Wake 2, pero hay que tener claro, siempre, que no estamos hablando de un equipo de sobremesa, y esto es algo inherente al formato de los portátiles.

Temperaturas bajo control con refrigeración líquida

Otro tema que siempre preocupa a la hora de jugar en ordenador de estas características es, por supuesto, el de las temperaturas. Con equipos compactos, tener bajo control el calor generado por los componentes es complicado, y más cuando estamos hablando de un tope de gama. El Legion 9i tampoco decepciona en este aspecto, y es que su refrigeración líquida planta cara a este apartado tan delicado de la experiencia de jugar en un portátil.

Al pasarme semanas jugando con él en un ambiente con una temperatura media de 26-28 grados, el equipo rara vez llegó a superar con creces los 70 grados, con amplio espacio para no tener que recurrir a la regulación térmica y rebajar su rendimiento. A eso hay que sumarle que el dispositivo tiene amplia ventilación, contando con rejillas inferiores, traseras y hasta superiores. Estas últimas no solo ayudan a disipar calor, sino que mueven el teclado hacia abajo para que nuestras manos eviten estar en contacto directo con el área más caliente del portátil. Aun así, cuando el equipo esté dándolo todo, no lo vas a sentir frío, pero la cosa está lejos de convertirse en una situación incómoda.

Ahora bien, el tema del calor en los portátiles siempre viene con sacrificios. Todos buscamos buen rendimiento, bajas temperaturas y poco ruido, pero vas a tener que elegir solo dos de esos tres elementos, no puedes tenerlos todos. En este caso, es el ruido donde más se siente que no estamos jugando en un equipo de sobremesa. El Legion 9i tiene unos ventiladores muy capaces de lidiar con el calor generado, pero cuando estés dándole a títulos exigentes, no vas a hacerlo en silencio.

Personalmente, siempre juego con cascos —ya sean de diadema o de tapón—, y no me ha costado nada acostumbrarme a este ruido extra de fondo, pero si eres muy exigente con los niveles de sonido, lo vas a tener crudo con este tipo de equipos en general, no solo con el de Lenovo. Como colofón para este apartado, cabe destacar que tienes acceso a tres perfiles de rendimiento diferentes (el de ahorro de batería, el equilibrado y el de rendimiento puro), que te darán más control sobre el consumo, así como el ruido y la potencia de tu portátil. En general, con el equilibrado, si quieres jugar, vas a poder hacerlo sin problemas, aunque el perfil de rendimiento te hará falta para los títulos más pidones.

Por último, pero no por eso menos importante, está la refrigeración a nivel de software, y aquí es donde entra Lenovo Vantage. Este programa te va a permitir personalizar la curva de ventiladores del dispositivo para que encuentres el punto justo a tu agrado. Las cosas son así: los portátiles se calientan y hacen ruido para ponerle remedio, pero el Legion 9i destaca porque no solo consigue hacerle frente al problema térmico de este diseño, sino que te ofrece la posibilidad de personalizar la manera en la que te enfrentas a ello.

Teclado y ratón, excelencia donde importa

En cuanto al ratón y el teclado, el primero de estos ha tenido que ser sacrificado para poder tener esta peculiar distribución que ayuda a la refrigeración. Al tener que empujar el teclado hacia abajo, el touchpad ha tenido que ser reducido para mantener el tamaño del ordenador dentro de lo lógico. No me molesta especialmente, pues se entiende que en equipos gaming esta es la parte que más se suele obviar, pues todos solemos jugar con nuestro propio ratón, pero sí que puede impactarte si vienes de un terminal con diseño más tradicional, como Dell XPS o un Razer Blade.

Para el teclado, por otro lado, solo tengo halagos. Soy muy, pero que muy tiquismiquis con estos periféricos hasta el punto de haberme montado y tuneado mi propio mecánico para mi sobremesa, y me ha sorprendido la experiencia con el Legion 9i. Evidentemente no va a ser un mecánico, pero el recorrido de 1,5 mm de las teclas combinado con un buen sistema de actuación, buenos materiales y una flexibilidad medida de manera milimétrica hacen que escribir en él sea más que óptimo. Cuenta con layout completo, con lo que tendrás el pad numeral de la derecha, por si eres de los que suelen echarlo de menos.

Además, como pequeño añadido, también viene con 8 teclas de cerámica intercambiables para que puedas darle un sabor más único a tu teclado y resaltar ese WASD —o cualquier parte de la distribución— de manera bastante coqueta. No aporta especialmente a nivel de rendimiento, pero es una cucada bastante curiosa.

Una de las mejores pantallas que he visto en un portátil

Con todas estas prestaciones tope de gama, la pantalla del equipo no podía quedarse atrás. Estamos ante un impresionante panel mini LED de 3200x2000 píxeles de resolución y 1.2000 nits de brillo, y es una de las mejores pantallas que he visto en un portátil. Cuenta con HDR1000, 165 Hz de tasa de refresco y un brillo máximo de 1.200 nits, y la verdad es que la calidad de la imagen es espectacular. Los colores vívidos sin pasarse, el brillo hace que no tengas problemas en ver la imagen incluso en situaciones de luz directa, y además el panel tiene capacidades antirreflectantes que son de agradecer.

Además de jugar, uno de mis hobbies favoritos es ver películas, y aquí es donde ese HDR1000 hace que la experiencia se sienta francamente especial. La pantalla mini-LED de la que presume este equipo solo se puede calificar como espectacular, tanto jugando como a la hora de consumir contenido, y ese HDR no solo hace su trabajo, sino que aprueba con un sobresaliente cuando se lo pone a examen. Colores impresionantes y bien calibrados, buen detalle y un gran manejo del rango dinámico hacen que la experiencia visual sea toda una maravilla.

Altavoces y batería, no paran los lujos

La otra cara de la moneda es el audio, donde el Legion 9i también se lleva una buena mención. Con altavoces superlineales Harman y Nahimic Audio como sistema de amplificación inteligente, no solo ofrecen un buen volumen, sino una buena definición con poca o ninguna distorsión, incluso cuando nos vamos a volúmenes bien altos. Al final, aunque no sea su principal cometido, consumir contenido en este ordenador está a la altura de su potencial para el gaming, haciéndolo un equipo todoterreno en cuanto a prestaciones.

Ahora bien, para que un portátil verdaderamente pueda con todo, también hace falta una buena autonomía, y aquí también hay buenas noticias. La batería del ordenador es de 99,99 Wh, lo máximo que puedes subir a un avión, con lo que cumple sobre el papel. En la práctica, lo que tenemos es un buen rendimiento. Con el cargador incluido de 330W puedes llenar el 70% de la batería en alrededor de 30 minutos, y la optimización del consumo es más que apta. Evidentemente, si juegas con todo al máximo, el perfil de rendimiento más agresivo y todo el RGB puesto, una vez te desconectes de la red vas a notar que esta no tarda muchísimo en agotarse, pero eso es algo que te va a pasar con este equipo y con todos. Al final, es el precio a pagar por tener un hardware más que potente. Con un uso inteligente de sus prestaciones, estos 99,99 Wh consiguen, de nuevo, el aprobado, como viene siendo la tónica en este análisis.

Puertos más que suficientes para un portátil

En cuanto a conectividad, aquí el Legion 9i también hace las cosas bien. Tenemos un buen abanico de puertos en la parte trasera del equipo —algo que, francamente, me gustaría que más fabricantes adoptasen, aunque entiendo que es complicado sin añadirle este tipo de "apéndice" trasero al dispositivo—, además de algunos en los lados. Cuenta con lector de tarjetas SD, dos puertos USB A 3.2, un USB-C 3.2, 2 Thunderbolt 4 con capacidades de DisplayPort y alimentación de 140 W, HDMI 2.1 y Ethernet. Además, también tienes un jack de 3,5mm para entrada y salida de audio. Todo bien, todo correcto aquí, puedes darle un uso normal sin problemas y sin necesidad de pensar en un dongle para expandir tus posibilidades. Por otro lado, también cuenta con Bluetooth 5.1, Wi-Fi 7 y Wi-Fi 6E.

Por último, también tenemos una webcam en este dispositivo que… bueno, es anecdótica. Tiene resolución 1080p, sí, pero el nivel de detalle no es ninguna maravilla, y casi mejor que no lo sea. Me explico, si quieres una buena webcam en un portátil, necesitas espacio para esta. La tendencia a tener pantallas cada vez más finas —algo que se traduce, también, en equipos más portátiles— sacrifica el espacio de la webcam, dejándonos con sensores pequeños que sufren ante el más mínimo esfuerzo. ¿Preferiría una pantalla más gruesa en favor de una mejor webcam? Yo no, la verdad, aunque habrá quien sí. Aquí, la valoración es puramente personal.

Lo que sí que me dio pena es que esta cámara no fuese compatible con Windows Hello, con lo que no podrás desbloquear el sistema operativo usando tu cara. Eso sí, esto no significa que el portátil no tenga propiedades para añadir seguridad biométrica, pues el botón de encendido también cuenta con sensor de huellas dactilares. Este es rápido y eficaz, aunque, al estar tan cerca de la pantalla, a veces he tenido miedo de golpearla ligeramente al ir a desbloquear el equipo. Es una "queja" (si se la puede llamar así) insulsa y mínima, sí, pero es uno de los poquísimos peros que puedo ponerle a un conjunto tan redondo.

¿Vale la pena un portátil de 5.000 euros?

Ahora bien, toca hablar de precio, y aquí es donde la cosa se pone curiosa. Hay dos versiones del Legion 9i, una que porta la tarjeta gráfica RTX 4080, y otra con la RTX 4090, que es la que he podido probar. El equipo con una RTX 4080 tiene un precio de 4.359 euros, mientras que el tope de gama con la RTX 4090 cuesta 4.919 euros. Es de lo mejorcito que puedes encontrar a nivel de hardware, y a todas luces la experiencia es prácticamente perfecta, pero eso no hace que el terminal sea más barato. Para un usuario medio, es posible que este portátil se vaya de presupuesto, pero para los más pudientes y más exigentes, se me ocurren pocas opciones comparables en el mercado a nivel de prestaciones. El Lenovo Legion 9i es una auténtica bestia en todos los sentidos.

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