El videojuego no solo sirve como método de desconexión tras un día muy largo, o una forma de desfogue en momentos donde la presión te supera, sino también para dar rienda suelta a tus fantasías, y para ello no hay nada mejor que un sistema acorde. Porque, aunque no tengo coche, he sentido una atracción supina a conducir en videojuegos de rally o aquellos con un enfoque más arcade como Forza Horizon 5, y este año he conseguido romper la barrera de la inmersión gracias al Playseat Challenge X de Logitech, un asiento para conducción y simulación por solo 299 euros.
Sí, hablo de un producto algo caro, pero que ofrece la mejor configuración posible para llevar nuestro amor, incluso aunque no lo comulguemos en la vida real, por la conducción a tu salón. Llevo varios meses con este auténtico monstruo en mi casa, y no uso este calificativo para ejemplificar su tamaño, sino porque es un auténtico todo-en-uno para el deseoso de una experiencia lo más realista posible. Pero, al final del día, ¿vale la pena? Veámoslo.
No es una tumbona, es un asiento simple y bien diseñado
El Playseat Challenge X Logitech G Edition representa una actualización significativa de cara al resto de asientos de carreras, presentando varios cambios notables en su diseño. A primera vista, puede parecer una simple re-edición del modelo anterior, pero las modificaciones detalladas demuestran una mejora considerable. El nuevo acabado en gris oscuro lo acercan al Playseat Trophy G Edition en términos de diseño, lo que a fin de cuentas ayuda a engrandecer la figura de este producto como un tope de gama. Además, le da un toque moderno y atractivo, alejándose del clásico negro predominante en los equipos de simulación de carreras y, en general, del hardware gaming.
Eso sí, quizá su aspecto algo más "simple" en comparación con el Trophy u otros de un rango superior de precio le delatan. Hablamos, al final del día, de una malla con un esqueleto de metal para acondicionar todo que quizá no entre a primera vista por apostar por la sencillez, pero esto le ayuda a ganar maniobrabilidad.
Y es que, el aspecto más destacable del diseño del Challenge X es su capacidad de plegarse por la mitad. Esta característica lo hace ideal para espacios más pequeños y para quienes necesitan guardar el equipo cuando no está en uso. He leído que, atendiendo a ciertas expectativas, el tamaño que ganamos al plegarlo no es tanto, pero ya os aseguro que nada más lejos de la realidad. No es solo que, lógicamente, tenerlo plegado ya nos ayuda a ganar un espacio de más de un metro que ocupa abierto, sino que hablamos de apenas 28 centímetros de grosor y 52 centímetros de largo, muy manejable y capaz de caber en cualquier armario. Incluso si no lo podéis esconder, tenerlo a simple vista y plegado, como es mi caso, no afea ninguna habitación para jugar —quizá no es tan bonito tenerlo en el salón—.
El soporte para pedales ha sido reforzado, utilizando soportes de acero en ángulo que son más robustos y adecuados para soportar horas de peso suspendido en el aire y con una posición acorde para no sufrir un cansancio extremo. Sin embargo, he leído que esta actualización presenta algunas limitaciones, especialmente en términos de compatibilidad con otros pedales que no sean de Logitech. Un sistema de montaje más versátil, como una bandeja completa o barras de montaje horizontales, habría sido una adición bienvenida para mejorar la compatibilidad con otros equipos.
Cómodo como para pasar varias horas
El Playseat Challenge X no solo destaca por su diseño, sino también por su comodidad. A pesar de los compromisos necesarios para mantener su portabilidad, el asiento ofrece una experiencia de uso cómoda y agradable. Al igual que el Playseat Trophy, el Challenge X utiliza una estructura de asiento suspendido en lugar de un asiento sólido, con una funda de tela ActiFit —como el que tiene el Playseat Trophy, aunque este con un aspecto de malla— que proporciona un soporte eficaz durante largas sesiones de juego.
La tela de malla del asiento ayuda a mantener una temperatura cómoda, evitando el sobrecalentamiento y la necesidad de ajustar constantemente la posición. Durante pruebas extensas con Forza Horizon 5 en una ciudad de la costa mediterránea, el asiento tipo hamaca del Challenge X me dejó claro que Logitech ha apostado por la comodidad, aunque quizá no tanto por la transpiración. No lo considero un problema en sí, hablo desde la perspectiva de alguien que juega sin aire acondicionado y en una zona con 70% de humedad en verano, por lo que sudar está a la orden del día. Al Challenge X le pedía que no me hiciera sentir como en un horno, y lo ha conseguido.
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Atendiendo a las especificaciones, el Challenge X soporta bien volantes de alta gama, pero está inicialmente diseñado para modelos más livianos como el G923 con el que he realizado las pruebas. Sin embargo, se observa una cantidad notable de rebote y tambaleo debido a la estructura de soporte del volante. Este movimiento no afecta significativamente la jugabilidad y es algo a lo que te puedes acostumbrar pasado un tiempo.
Pero, recuperando su diseño, ¿es cómodo el manejo y su uso cuando está plegado? Lo cierto es que sí, volver a abrirlo para jugar es súper sencillo, aunque requiere de cierto ojo y experiencia a la hora de ajustarlo de nuevo a tus comodidades. El Challenge X introduce un dos anclajes serigrafiados a ambos lados, a modo de bicicleta, que sueltas para ganar espacio y aprietas para fijarlo. Es rápido, pero, como he mencionado, las primeras veces es algo engorroso. Es una opción que permite un ajuste más preciso y seguro de la posición del asiento, ofreciendo seis opciones distintas que van desde una posición de tu cuerpo más en V a una con las piernas más estiradas para personas de mayor tamaño o que usen pedales.
A esto ayuda que el área de los pedales ofrece una amplia personalización, con múltiples ajustes de distancia disponibles. No obstante, tienen un importantísimo problema: los postes de metal que sostienen los pedales se fijan con tornillos de mariposa, que pueden aflojarse bajo una frenada intensa, causando que los pedales se deslicen. Es un pequeño inconveniente que se puede gestionar apretando los tornillos regularmente entre carreras, sí, pero como está a ras de suelo y levantar el Challenge X no es fácil, suele ser doloroso apretar los tornillos y, en ocasiones, jugarás rezando porque no se suelten para evitar el tedio de volver a sujetarlos.
¿Cómo se adapta a personas de diferente tamaño?
Claro está, hablamos de un producto que, en definitiva, no discrimina a ningún tipo de jugador, pero tras varios meses de prueba y haber sido el objeto por el que familiares y amigos venían a mi casa a probarlo, puedo dar una perspectiva sobre cómo se adapta según nuestro tamaño. Si eres una persona grande, manejarte en el Challenge X es algo complicado, sobre todo si das con una posición de los anclajes que te guste pero deje tu cuerpo en una V pronunciada. Con 100 kilos y 1,83 de peso, sentarte en la silla es complicado, sobre todo al tener el volante tan pegado, algo que sufrirás para levantarte también. Aun así, no lo considero un handicap, solo algo que nos llevará un periodo de adaptación mayor.
Si mides y pesas menos, la situación es mucho más favorable. Aunque, atendiendo a las especificaciones, puede aguantar pesos de hasta 163 kilos, personas de mi entorno más menudas que han probado el asiento de Logitech para ver cómo funciona el force feedback del Logitech G293 y las carreras de Gran Turismo 7, han quedado maravillados por lo fácil que es entrar, salir y pasar un buen rato.
¿Vale la pena el Playseat Challenge X Logitech G Edition?
El Playseat Challenge X Logitech G Edition ofrece una excelente combinación de diseño y comodidad, con mejoras significativas que lo hacen una opción atractiva para los entusiastas de la simulación de carreras. Sus dos aspectos más importantes son la comodidad y la facilidad para ajustarse a las necesidades del jugador, sí, pero nos olvidamos de una cosa más importante: ofrece una plétora de opciones y ajustes a bajo precio. Hablamos de la mitad de lo que cuesta el Playseat Trophy G Edition (de 599 euros), y por 299 euros no puedo pedir nada mejor para dar el salto a la simulación. No es un producto para el jugador casual, pero si quieres jugar de la mejor manera posible, es la opción sensata y que yo recomendaré de aquí en adelante.
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