En la industria de los videojuegos, ya no nos son extraños los términos como 'criptomonedas', 'blockchain', 'NFT' o 'Web3'. De hecho, compañías tan importantes como Ubisoft o Square Enix han presentado proyectos que, ignorando las críticas de los jugadores, buscan hacerse un hueco en este mundo de activos digitales. Pero estos son los casos más sonados de la industria; de forma más sutil, cada uno consiguiendo su propio éxito, algunos juegos como Banana han destacado por reunir una cantidad exagerada de jugadores (llegó a tener más de 900.000 usuarios concurrentes en Steam, muchos de ellos siendo bots configurados para obtener los drops que suelta el juego). Y el caso de Hamster Kombat no es muy diferente, aunque aquí hablamos de un minijuego exclusivo de Telegram con tanta popularidad que consiguió cabrear al gobierno de Irán.
Fuente: Perfil de X de Hamster Kombat.
Porque, como os comentábamos anteriormente con Banana, no hablamos de un juego parco en cuanto a número de usuarios. Según sus fundadores, Hamster Kombat ha acumulado más de 300 millones de jugadores desde su nacimiento el pasado mes de marzo; cifra imposible de corroborar, pero que va en la línea del éxito conseguido en otras redes sociales. A fin de cuentas, el canal de Telegram dedicado a este minijuego tiene 53 millones de suscriptores (estableciéndose así como el más grande de la app), en YouTube reúne casi a 35 millones de usuarios y en X alcanza los 12 millones. Ahora bien, ¿cuáles son los cimientos detrás de un proyecto de tal magnitud? Básicamente, todo se reduce a un sistema simplificado al máximo, el objetivo de dar a conocer el mundo de la Web3 y la promesa de dar recompensas a toda la comunidad.
300 millones de personas haciendo click
Como muchos juegos del estilo, Hamster Kombat no destaca precisamente por su complejidad. Su experiencia consiste en hacer clicks en el dispositivo para obtener monedas; un activo virtual sin valor que se puede intercambiar por bonificadores tales como "construir un metaverso de NFT" u "obtener una licencia legal para operar en Nigeria" (todo ficticio, claro está) para conseguir más unidades de la divisa. "Tú sólo debes hacer click al principio. Poco después, tienes acceso a todas las vías de ingresos pasivos, que rápidamente superan a todo lo demás", explican los creadores del título a WIRED. Y dicha dinámica engancha a los jugadores por un simple motivo: se espera que la moneda virtual adquiera un valor real con el tiempo.
La dinámica de Hamster Kombat engancha por un motivo: se espera que su moneda virtual adquiera un valor real con el tiempo.
¿Y quién está detrás de este sistema? Aunque hablar de un juego que reúne a 300 millones de usuarios (siempre de acuerdo con las cifras compartidas por los autores) invita a pensar en grandes compañías acostumbradas a gestionar proyectos gigantescos, aquí no hay más que un grupo de desarrolladores que han estado trabajando en la industria de los videojuegos durante 15 años. Tras seguir de cerca el fenómeno Bitcoin minando e intercambiando el activo digital desde que estaba por debajo de los 100 dólares, los profesionales se pusieron manos a la obra para hacer Hamster Kombat el pasado mes de enero con un equipo de 50 personas; todas ellas trabajando en remoto. El hecho de que toda la experiencia gire alrededor de los hámsters se explica de forma todavía más sencilla: les encanta este roedor.
El objetivo del proyecto, según cuentan los fundadores de Hamster Kombat a WIRED, no radica únicamente en agrandar sus bolsillos; también quieren dar a conocer el mundo en el que se apoya todo su proyecto. "Queremos introducir a las siguientes 1.000 millones de personas a la Web3, así que teníamos que enseñar a todos cómo funciona realmente la Web3", comentan los creadores. "Y la mejor manera de hacerlo es a través del juego". De cara al futuro, se espera que el título sea tan popular que, aparte de tener su propio token, sea el centro de un nuevo negocio: "Queremos construir un ecosistema alrededor de Hamster Kombat enfocado alrededor de la publicación de juegos", siguen los autores. "Eso es lo que mejor sabemos hacer. El token futuro estará en el centro de este ecosistema de juegos y servicios interconectados".
Fuente: Perfil de X de Hamster Kombat.
Un juego tan exitoso que "distrae" a los habitantes de Irán
Aunque buena parte de la inspiración para crear Hamster Kombat surge del ecosistema de minijuegos de Telegram (así como su estructura compatible con juegos Web3) y proyectos similares de hacer click para conseguir activos virtuales, la popularidad del título se debe principalmente a una característica que los autores tomaron de TikTok: las mecánicas para incentivar la compartición de contenidos. Y es que los jugadores de Hamster Kombat pueden obtener más monedas llevando a cabo tareas como invitar a amigos o suscribirse al canal de Telegram oficial. Lo que, en resumidas cuentas, mantiene un flujo dinámico de usuarios entre varias plataformas; lo que no hace más que aumentar su presencia en redes sociales y grupos digitales.
Ahora bien, estamos hablando de personas que obtienen monedas virtuales con la esperanza de que adquieran algún valor real en el futuro. ¿Cómo se pueden generar ganancias de un proyecto así? "Primero, ya somos rentables. Tenemos múltiples canales de ingresos", aseguran los desarrolladores a WIRED. "Vendemos publicidad en nuestro juego. Obtenemos dinero de los anuncios de YouTube (tenemos 18 canales en diferentes idiomas), Tenemos el canal de Telegram más grande, y Telegram comparte los ingresos por publicidad con los dueños de sus canales". Además, los fundadores quieren atraer todavía más la atención de sus fans diciendo que se aproxima "el airdrop más grande de la historia crypto" (en el mundo de las criptomonedas, airdrop hace referencia a una acción de marketing consistente en distribuir tokens a los dueños de una moneda preexistente; lo que ganarían los usuarios de Hamster Kombat tras acumular monedas durante semanas).
Hamster Kombat no está pasando precisamente desapercibido entre los seguidores de los proyectos Web3 o basados en la blockchain, pues hasta los altos mandatarios de Irán pusieron su mirada en esta particular experiencia de Telegram. De hecho, Habibollah Sayyari, jefe adjunto del ejército iraní, señaló el juego por "distraer" a los habitantes del país de cara a las próximas elecciones presidenciales. Concretamente, el militar vio el título como un intento por parte de Occidente de atacar la teocracia de Irán; palabras que fueron respaldadas por el Ayatollah Nasser Makarem Shirazi, autoridad religiosa que también definió el mundo de las criptomonedas como un sector lleno de fraudes.
Sea como fuere, no hay nada que garantice el éxito real de Hamster Kombat en el futuro, pues aún no existe un token con valor real que se pueda distribuir entre los millones de jugadores para dar sentido a la experiencia. Sin embargo, sus fundadores siguen atrayendo miradas con nuevos vídeos en YouTube, mensajes en el canal de Telegram y comunicados en otras redes sociales; todo ello, claro está, monetizándose a través de anuncios. Quedará por ver cómo termina el periplo de este hámster, pero hay un detalle que está muy claro con este juego: las experiencias Web3 que prometen activos para intercambiar por dinero real atraen a cantidades ingentes de usuarios.
Imagen de portada | Perfil de X de Hamster Kombat.
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