Ser una réplica perfecta de Un Lugar Tranquilo es también su principal debilidad. Análisis de A Quiet Place

Silencio. El más mínimo ruido te mata. Así que silencio. Con esta premisa tan potente, Un Lugar Tranquilo se ha convertido en una de las sagas de terror más exitosas de los últimos años. La idea de enfrentarse a unos monstruos prácticamente invulnerables con una capacidad auditiva terroríficamente aguda es potentísima, y no se puede negar que A Quiet Place: The Road Ahead replica a la perfección el espíritu de las películas, hasta el punto de que tú mismo te verás a veces conteniendo la respiración para no alertar a estas criaturas. Lo hace tan bien que por contradictorio que parezca esta es también su principal debilidad, pues esa lucha constante por evitar hacer ruido ralentiza la acción de tal forma que lo que en un primer momento suena genial, acaba volviéndose un tanto molesto. Y aún con todo, hay ideas que merece la pena explorar.

El juego apuesta por un estilo muy cercano al de Alien Isolation, con la salvedad de que aquí no existe forma alguna de protegerse de las criaturas. Tu único aliado es el silencio; y ya te anticipo que habrá ocasiones en las que incluso dar un simple paso adelante te dejará al borde de un infarto. Con esto no quiero decir que A Quiet Place sea un juego terrorífico de los que provoca pesadillas, pero sí es maestro a la hora de generar tensión. Nunca estás tranquilo. Por eso cuando generas un mínimo de ruido te quedas paralizado, como en las pelis, rezando para que el monstruo no lo haya escuchado. ¿Qué falla entonces? A pesar de sus esfuerzos por añadir nuevas opciones de juego hasta el mismísimo final de la aventura, a nivel mecánico A Quiet Place: The Road Ahead no varía prácticamente nada, por lo que tras sobrevivir a un par de encuentros con la criatura, todo lo demás te sonará a más de lo mismo… pero a un ritmo increíblemente lento.

Silencio, un monstruo acecha

Desmarcándose por completo de las tres películas de la saga, The Road Ahead nos pone en la piel de Alex, una joven que trata de escapar de los monstruos varios meses después de la invasión. Y para darle más chispa a la aventura, en un mundo en el que un simple estornudo te mata, sufre de asma, lo que significa que el estrés y la fatiga puede provocar una crisis respiratoria que alerte a todas las criaturas a varios kilómetros de distancia. Y es angustioso, porque si llevamos al límite a la protagonista, tendremos que enfrentarnos a un quick time event pulsando el botón correcto en el momento oportuno si no queremos que, literalmente, nos maten de un golpe. Para evitar llegar a esta situación podemos tomar pastillas que se encuentran repartidas por el escenario, y también usar inhaladores cuando lo creamos oportuno, teniendo en cuenta que esto último también genera ruido. ¡Todo hace ruido! Así que… ¿cómo te defiendes en una situación como esta?

El gran invento de The Road Ahead es un sonómetro que nos indica el ruido ambiente y el propio que generamos nosotros, permitiéndonos así aligerar el paso o reducir la marcha dependiendo de lo que nos diga este artefacto. Pero ni tan siquiera así te sientes seguro. A veces te mueves por entornos tan silenciosos que el mero hecho de abrir una puerta es una pesadilla. ¿Y quién diablos dejó ahí en medio una lata de cerveza? Para complicar aún más las cosas y aunque no tiene mucho sentido, el juego no permite que uses a la vez el sonómetro y la linterna. Casi parece un homenaje involuntario a la primera versión del genial DOOM 3, que te obligaba a elegir entre llevar un arma o iluminar unos escenarios sumidos en la más absoluta oscuridad. Y hay unos cuantos lugares así en The Quiet Place, hasta arriba de obstáculos increíblemente ruidosos (cristales rotos, bidones, cajas…).

Como te decía el juego se esfuerza constantemente por añadir nuevos elementos a su pausada acción, hasta el punto que llegará un momento de la aventura en el que tendrás que cargar con sacos de arena para camuflar tus pasos a través de superficies más ruidosas, como vimos en las dos primeras películas. Incluso hay un tipo de coleccionable que está inspirado en ese primer film dirigido por John Krasinski. La historia, sin ser muy original, se sigue con interés y tiene un par de momentos realmente emocionantes y tensos. En esa huida constante de los monstruos vamos a atravesar una gran variedad de localizaciones con sus particularidades; incluyendo además algún que otro flashback al pasado para disfrutar también de los instantes previos e inmediatamente posteriores de la invasión. Todo ello contribuye a que esta sea una experiencia muy auténtica, y sin embargo, te quedas con la sensación de que no termina de funcionar del todo; o más bien, que no divierte tanto como podrías esperar.

Como en las pelis, tendrás que usar arena para cubrir tus pasos sobre ciertas superficies más ruidosas evitando así hacer ruido.

El problema es que si bien el juego crece y crece hasta el punto de enfrentarte a varios monstruos a la vez, al final la experiencia no varía mucho. Da igual que tengas que girar válvulas para abrirte paso por una fábrica abandonada; que tengas que camuflar el ruido de unos cristales rotos con el sonido ambiente; o que vayas de aquí para allá cargado con unas tablas de madera mientras sorteas las trampas de otros supervivientes. En esencia, es siempre lo mismo. A lo que debes añadir que todo esto lo haces extremadamente despacio para no hacer ruido, lo que tiene lógica, pero no siempre resulta ni divertido ni muy estimulante. Básicamente porque es hasta cierto punto muy fácil engañar a la criatura simplemente lanzando un objeto en la distancia, aunque hay veces que la IA es algo torpe y puede provocar que te detecten sin razón aparente, o que se bloquee con algún obstáculo.

The Quiet Place tiene otros detalles que denotan el cariño con el que se ha tratado la licencia. Por ejemplo puedes activar el micrófono para que los propios ruidos que generas en casa afecten a lo que pasa en el juego, lo que significa que un estornudo inesperado o un mensaje de whatsapp en el peor momento pueden provocar tu muerte. Pero como te contaba, incluso sin activar el micro, tú mismo te verás conteniendo la respiración a medida que estas criaturas avanzan hacia ti; más cuando usan un "poder especial" que les hace capaces de detectar hasta el más mínimo ruido.

Un terror diferente

A Quiet Place: The Road Ahead

Por: Alberto Pastor

Al final hablamos de una aventura de cerca de siete horas de duración (más si buscas todos sus coleccionables) que tiene sus momentos álgidos, que capta perfectamente el espíritu de las películas, y que además luce un apartado visual bastante bueno. Falla a la hora de mantener alto el interés durante toda la acción, porque a pesar de esforzarse en ello la premisa apenas varía, con el hándicap de enfrentarse a un ritmo de la acción (por necesidad) extremadamente lento. A veces también da poco margen a la improvisación. La opción de correr y buscar un escondite solo funciona cuando el juego quiere que funcione. Y aunque es verdad que ese carácter indestructible de los monstruos es lo que hace tan especial a la saga (son capaces incluso de derribar paredes), podrían haberse buscado alternativas para crear una aventura más variada y con algo más de chispa. Pese a todo, si eres fan de las películas sin duda vas a disfrutar de la experiencia.

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5 cosas que debes saber:

• Es una historia completamente original dentro del universo Un Lugar Tranquilo.
• Los monstruos son invulnerables, así que solo queda esconderse y mantener silencio como en las pelis
• Existe una pequeña gestión de recursos, que puede ser dramática en la dificultad más elevada
• El juego te descubre nuevas opciones hasta el mismo final de la aventura, aunque la acción no varía mucho
• Es increíblemente fiel a las películas, para lo bueno y lo malo, que en este caso es un ritmo de la acción muy lento

Jugadores: 1

Idioma: Textos en español, voces en inglés

Duración: 7-8 horas

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