Un barco maldito regresa a puerto tras cinco años desaparecido. ¿Qué fue de su tripulación? El nuevo videojuego del autor de Papers, Please te propone resolver el misterio a través de una genial aventura de investigación que te hará sentir como un auténtico detective. ¿Emocionante? Más que eso como te contamos en nuestro análisis de Return of the Obra Dinn.
Quiero escribir sin parar. Siento la necesidad de hablaros de lo increíble que ha sido la experiencia, de lo emocionante que ha resultado superar los brutales enigmas que plantea el nuevo trabajo del creador de Papers, Please; pero a la vez sé que debo contenerme, que por mucho que quiera presumir de mis dotes detectivescas debo cerrar la boca y esperar. Esperar a que seáis vosotros mismos quienes experimentéis el tortuoso pero inmensamente satisfactorio trabajo que propone Return of the Obra Dinn: poner nombre a las 60 almas que perecieron a bordo de un navío desaparecido… y descubrir también cuál fue su sino. ¿Cómo murieron? ¿Qué desencadenó su triste final? ¿Quién les arrebató la vida? Sin artificios, ni trucos baratos, ni forzando situaciones de juego ridículas. Con papel y lápiz, a la antigua usanza, nos tocará investigar, deducir, buscar pistas como posesos hasta dar con las respuestas que nos permitan seguir adelante paso a paso, nombre a nombre, y en última instancia, descubrir realmente qué ocurrió en ese viaje maldito. No será fácil.
Tras cinco años perdido vagando por Dios sabrá qué mares del mundo, del Obra Dinn no quedan más que los huesos y cenizas de los pobres desgraciados que en 1802 partieron felices rumbo a las Indias Orientales. ¿Testigos? Nadie… a excepción de los propios cadáveres, que son la única voz a la podemos recurrir para reconstruir la trágica historia de este barco mercante. La premisa es genial, la ejecución, perfecta. Lo es por lo original de la propuesta, claro, porque gracias a un extraño reloj seremos capaces de rememorar los instantes finales de estas pobres almas obteniendo la información necesaria para determinar su destino. Pero lo es también por la forma en la que se muestra la acción; por la sutileza con la que las pistas fluyen a través de una narrativa magistral, casi sin palabras, que en no pocas ocasiones nos dejará atónitos ante el drama que dibuja ante nuestros ojos. No podemos interferir en los recuerdos ni interactuar con el escenario ni, por supuesto, hablar con los difuntos; tan solo observar y deducir, escuchar y analizar la escena para, poco a poco, unir las piezas de un terrorífico rompecabezas que, en última instancia, es tan genial e inteligente que cuesta no emocionarse con la sola idea de resolverlo.
Un macabro quién es quién
Lo has visto durante horas en los trágicos recuerdos que las almas del Obra Dinn muestran constantemente. Has estado presente en el momento de su horrible muerte y le has visto también ser responsable del asesinato de otros. Protagonista, o mero espectador, siempre ha estado ahí, impasible, silente, diciendo mucho y a la vez tan poco; dejándote con esa gran duda que te come por dentro y no hay manera de responder. ¿Quién es? ¿Cómo se llama? No siempre es fácil averiguarlo, más bien lo contrario, pero esa es precisamente la razón por la que, al conquistar ese logro, sentirás una satisfacción personal tan grande, tan increíble, que pocos juegos pueden igualar las sensaciones que transmite el nuevo trabajo de Lucas Pope. Es lo más cercano que vais a encontrar a un simulador de detective, con todo lo que ello implica.
Es un videojuego para tomarse con calma, para andar con lupa observando el escenario, a los protagonistas, siempre en busca de esa pequeña pista que permita identificarles. A veces, las menos, escucharemos un nombre; otras, en cambio, tendremos que fiarnos del instinto y pensar, razonar, buscar conexiones recurriendo a la pura investigación. No hay más que eso, investigación, y es lo que más me gusta de Return of the Obra Dinn. Lejos de introducir nuevas mecánicas de juego o darnos poderes especiales para ver pistas de forma sobrenatural, el videojuego de Lucas Pope se mantiene fiel a su idea inicial y usa al propio jugador como herramienta indispensable para resolver el misterio. No hay más que eso. Vuestra capacidad deductiva, la destreza que demostréis atando cabos, la que determinará o no el éxito de la misión.
Lucas Pope demuestra su maestría con un diseño narrativo impecable
Cuando os hablaba de este como un juego de lápiz y papel no lo hacía de forma gratuita. El acento que usan al hablar, cómo se refieren a las personas que le rodean, su forma de vestir, las alusiones a su nacionalidad o lazos familiares… hay mucho que tener en cuenta a la hora de analizar cada una de las decenas de trágicas escenas que cuentan la historia del Obra Dinn; muchos datos que anotar para, llegado el momento, no solo determinar cómo murió la persona sino, también, quién fue el brazo ejecutor. ¿Un cuchillo en la espalda? Bien, ya tenéis una pista, pero ahora toca averiguar quién apuñaló a la víctina; quién, de entre tantos implicados en la escena representada, segó la vida de un inocente. Para ayudarnos con estas pesquisas contamos con un libro de anotaciones que es un extraordinario ejemplo de buen gusto en el diseño de videojuegos.
Este macabro diario de bitácora incluye una lista con el nombre, cargo y nacionalidad de los 60 pasajeros, además de los planos del barco y dos espectaculares ilustraciones que serán clave para identificar a los protagonistas del videojuego. Lo genial, sin embargo, lo increíble, son todas esas páginas en blanco que irás rellenando con los memento mortem de los caídos, escena tras escena, con un resumen de las pocas líneas de diálogo, si las hay, que le acompañan; un plano del lugar donde encontraste el cadaver, la imagen de todos los implicados y la gran pregunta: ¿quién es la víctima, cómo murió y quién lo provocó? Aquí Lucas Pope demuestra su maestría con un diseño narrativo impecable que sorprende por las conexiones que se generan entre unas y otras escenas. Puedes buscar todas las instantáneas de una misma persona; o navegar por los planos del barco siguiendo paso a paso la vida y desenlace de la víctima.
Gracias a ello, aunque en cualquier momento puedes revisitar los recuerdos de los fallecidos, a través del libro de anotaciones serás capaz de analizar y revisar estas escenas cuantas veces sea necesario, buscando nuevas pistas o detalles que la primera vez pasaste por alto. Con un arrollador estilo gráfico que Lucas Pope define como "1 bit", con la estética de los Macintosh Plus de la década de los 80, Return of the Obra Dinn impacta como pocos videojuegos gracias a la fuerza de unas imágenes que son puro barroco.
Busca sorprender como pocos juegos han logrado hasta la fecha
El dramatismo de las escenas representadas os dejará boquiabiertos en más ocasiones de las que pudierais imaginar, pudiendonos mover libremente por estos recuerdos, por estos instantes finales, para descubrir detalles increíbles al son de una banda sonora que dota de mayor espectacularidad al momento. Eso es justamente lo que más me ha impactado; la capacidad que tiene el juego para sorprender. Cuando pensabas que ya lo habías visto todo te adentras en una nueva estampa de pesadilla y casi como los protagonistas de la misma, vives el horror y drama del momento. Además, como los recuerdos suelen construirse del desenlace al inicio, la progresión resulta si cabe más espectacular.
Lo mejor de Obra Dinn es que toda su acción gira en torno a tu capacidad para descubrir el misterio. Las pistas están ahí, y solo tú puedes dar con ellas… salvo contadas excepciones. El propio juego avisa de ello. Hay algunas personas a cuya identidad llegaréis por descarte, lo que tal vez le reste algo de atracivo y magia al enorme rompecabezas que es el propio juego. También es un título difícil, por momentos frustrante, que puede desesperar a más de uno cuando se quede sin pistas para saber cómo continuar. El esfuerzo bien merece la pena. Más si se tiene en cuenta que completada la partida, el videojuego nos recompensa con un capítulo adicional que ayuda a profundizar todavía más en la trágica historia que relata, y que cuenta con una gran traducción al español.
Dejo para el final la duda que seguro os ronda por la cabeza a más de uno. ¿Tan bueno es? ¿Tanto como para rozar el 10? Y la respuesta es sí, no porque considere que este sea un videojuego perfecto, que no lo es como señalo líneas atrás, sino más bien por tratarse de una obra valiente que busca sorprender como pocos juegos han logrado hasta la fecha. Y es justo recompensar esa valentía, esas ganas por innovar, que atesora lo nuevo del autor de Papers, Please. ¿Sentís curiosidad? Podéis disfrutar de una versión de pruebas de Obra Dinn, aunque esta es bastante prematura pues se estrenó hace ya cuatro años.
Hay pocas cosas más emocionantes que resolver los muchos misterios que se ocultan tras los camarotes del Obra Dinn, un barco maldito que sin hacer mucho ruido se ha convertido en uno de los mejores videojuegos de los últimos años. Con una poderosa narrativa y magistral puesta en escena, esta aventura de Lucas Pope basa toda su acción en la capacidad de deducción del propio jugador, para que sea él y solo él quien resuelva el macabro rompecabezas sobre el que se construye la historia de este genial videojuego. Es una obra única, muy personal y, por tanto, difícil de recomendar; pero si te gustan los juegos de misterio y te crees todo un detective, no encontrarás nada mejor.
- Una premisa genial con una ejecución digna de elogio
- Imponente puesta en escena con un estilo visual de gran personalidad
- La historia que narra y cómo lo hace. El libro es un prodigio de diseño conectado
- Que a algunos nombres se llegue por descarte y no por tus investigaciones
