Tienes nueva propuesta: ser comerciante y aventurero a tiempo completo, jugarte la vida consiguiendo materiales que posteriormente alguien querrá comprar en tu tienda. Todo metido en un RPG de acción con influencias roguelike que goza de una elevada dificultad y una más que convincente duración. ¿Quieres saber más? Aquí el análisis de Moonlighter.
Nos encontramos ante uno de esos videojuegos que podrían parecerte poca cosa al principio, despertarte curiosidad tras los primeros minutos y sorprenderte tras conocer que llevas ya unas cuantas horas jugadas. Moonlighter es el primer proyecto original de Digital Sun, un joven estudio español que demuestra su valía. No solamente se han basado en recoger ideas de otros juegos, sino que las han llevado a su propio terreno hasta dar lugar a algo que se siente tan atractivo como diferente. Y eso tiene mucho mérito.
Recoge la estética de títulos como Zelda, de la era de los 16 bits. La acompaña de una dificultad muy puñetera a lo Dark Souls. Integra un mecanismo de gestión similar al de la serie Harvest Moon. Usa mazmorras que se generan aleatoriamente como en The Binding of Isaac. Luego además tiene un looteo potente, dinámicas de venta de objetos, construcción de equipamiento, progresión en una ciudad… Todo en el mismo videojuego, y lo mágico es que todo encaja y combina en términos jugables.
Como resultado, tenemos un RPG de acción con elementos de roguelike que da para bastantes horas de juego, que posee una dificultad muy bien ajustada, y que sobre todo está pensado para jugadores de la vieja escuela. Visualmente es encantador, un tributo a las aventuras de los noventa, y musicalmente es una absoluta delicia. Sólo le resta puntos un ritmo de juego que puede llegar a hacerse bastante lento, así como una gestión de inventario algo caótica. Pero por lo demás es uno de esos "indies" que no deben faltar en tu juegoteca.
Aventurero y comerciante a tiempo completo
La narrativa de Moonlighter no tiene complicaciones. Un aventurero y comerciante decide explorar las misteriosas mazmorras que rodean a su ciudad. Le dicen que no lo haga, que podría perder la vida, pero todos sabemos que en un videojuego esas son palabras suficientes para despertar la motivación de cualquiera. Hay un poco más de "lore" a medida que avanzamos, pero la historia es lo de menos. Aquí hemos venido a desenvainar la espada, acabar con monstruos y conseguir grandes tesoros. De eso van las cinco mazmorras presentes.
Lo más característico del planteamiento es que se opta por mazmorras generadas proceduralmente y de elevada dificultad. Cada mazmorra se divide en varios subniveles, y cada uno de ellos en múltiples habitaciones en que van apareciendo una buena variedad de enemigos, cada uno con sus pautas de ataque. Hay estancias en que las puertas no se abren hasta que las hayamos despejado, otras poseen cofres y algunas contienen lagos de agua revitalizante. Estas bases se repiten en todas las mazmorras, cada una con su temática y jefes finales.
Visualmente es encantador, un tributo a las aventuras de los 90
Sin embargo, estamos ante un videojuego diseñado para que no superes las mazmorras a la primera. La muerte te enseña que debes ser precavido, y que más vale retirarse a tiempo que perder todos los objetos y avances que llevabas. "La avaricia rompió el saco", te dice un mensaje en el juego, y explica perfectamente el equilibrio que debes mantener. Entra en mazmorras, llega hasta donde puedas, recoge todo lo que te quepa en la mochila, huye, recupera energías, mejora equipo y vuelve a intentarlo. El ciclo es incesante y funciona porque la mazmorra nunca es igual cada vez que accedes a ella.
Al final, puede que te lleve fácilmente 30 intentos superar una mazmorra y acceder a la siguiente, algo que se traduce en unas cuantas horas de juego, y varios días en el calendario virtual del videojuego (hay ciclo día-noche). Además, a medida que superas mazmorras, más posibilidades se abren, porque puedes volver a las anteriores para lootear, clave indiscutible de la potente progresión que posee Moonlighter.
La dinámica central del videojuego versa sobre superar mazmorras, pero hay otra mecánica paralela, igual de importante: vender los objetos conseguidos. Así que no sólo superamos mazmorras por motivación aventurera, sino porque sabemos que nos va a proporcionar objetos con los que superar retos cada vez más elevados. Funciona así: somos dueños de un negocio y debemos poner a la venta los mejores ítems que nos encontramos. Asignamos precios en base al prueba-error, contemplando las reacciones de los clientes.
Es uno de esos indies que no deben faltar en tu colección
Parece simple, pero es muy gratificante ver cómo nuestros fondos aumentan en función del esfuerzo invertido. El dinero posteriormente se utiliza para mejorar el propio local, ampliar la ciudad u obtener todo tipo de mejoras. Es decir, un diseño de progresión cíclico y perfectamente definido que pone en relación nuestra afición por la exploración de mazmorras con la faceta de ganarnos la vida en el oficio de vendedor. Luchamos para ganar materiales, y los vendemos para seguir luchando. Nos ha encantado la propuesta.
¿En qué podría haber mejorado Moonlighter? Probablemente, la gestión del inventario es algo caótica en ocasiones. Algunos tiempos de carga pueden resultar elevados. Asimismo, la progresión a veces es tan lenta que puede llegar a generar frustración (por suerte, se integran tres niveles de dificultad). No obstante, la valoración es positiva, también debido a que su aspecto audiovisual entra en conjunción con el espíritu jugable. En otras palabras, un carácter retro que saca a relucir un aspecto pixel-art que recoge bastantes influencias del clásico The Legend of Zelda: A Link to the Past, aunque con espíritu propio, también hay que decirlo.
Musicalmente es una obra que nos ha dejado sorprendidos por sus melodías, en ocasiones preciosistas, que cambian no sólo con cada mazmorra, sino dentro de las mismas. Esto acentúa la sensación de progresión de un videojuego diseñado para superarnos y vivir una aventura que parece que ya hemos experimentado en el pasado… pero que en realidad no es así. Y es que pocas veces habrás jugado a un videojuego con un contrato RPG a tiempo completo: comerciante de día y aventurero de noche.
Moonlighter es una de las mejores noticias para la escena indie, y el género rolero, del presente año. Un RPG de acción con tintes de roguelike que contiene ingredientes de varios videojuegos, pero que sabe conjugarlos para darnos algo con esencia propia. Es difícil pero gratificante, complejo pero al mismo tiempo fácil de entender… Es acción y rol de la vieja escuela con una sensación de progresión fulgurante y enorme capacidad de adicción que estamos seguros que satisfará a los jugadores más aventureros.
- Dinámicas perfectamente entrelazadas entre los roles de aventurero y comerciante
- Dificultad muy bien ajustada
- Potente mecánica de looteo y progresión
- Sorprendentemente adictivo y duradero, dado su planteamiento
- Muy cuidado en su faceta audiovisual
- La progresión a veces resulta lenta, algo que genera episodios de frustración
- Gestión de inventario algo caótica
