Análisis de Vane. Una veleta que gira sin control

Análisis de Vane. Una veleta que gira sin control
Facebook Twitter Flipboard E-mail

Un mundo que se construye y se deconstruye. Un misterioso niño con la habilidad de convertirse en pájaro. Recuerda a los juegos del Team ICO, porque hay miembros del equipo en su desarrollo, pero como comprobarás en el análisis de Vane, en esta ocasión el coraje de sacar una obra creativa y original como la presente no ha sido suficiente para dejarnos completamente satisfechos.

Por lo general, cuando un juego intenta realizar algo diferente le suelo prestar mucha atención, porque son pocos los que huyen de los convencionalismos y las mecánicas ya vistas para intentar crear obras con personalidad que transmiten otro tipo de emociones a los jugadores. Es la razón por la que muchos nos hemos acercado a los videojuegos del Team ICO con un resultado superlativo que nos han sorprendido y transportado a otros mundos. Pero querer ser diferente no está exento de problemas. Es más, hay que dominar mucho las mecánicas clásicas para poder saltarte las normas. Y en el caso de Friend & Foe, el estudio detrás de este Vane, lo cierto es que su apuesta ha descuidado demasiadas facetas para poder disfrutarse en su totalidad.

La idea es buena y atrevida. Un extraño mundo de estilo de baja carga poligonal que últimamente parece estar tan de moda. Tras un extraño epílogo, me doy cuenta de que el juego no me va a poner las cosas fáciles. Pero no por una dificultad a los mandos, sino por una clara falta de señalización del camino a seguir. No importa, me gustan estos juegos que tienen la personalidad como para no tratar al jugador de estúpido, rellenando todo el comienzo de tutoriales innecesarios.

Y aun así, me siento incómodo a los mandos de Vane. El vuelo del pájaro con el que comenzamos la aventura se hace extraño. Cuando cojo velocidad, la cámara se acerca tanto al animal que girar es una tortura, más aún intentar posarse en cualquiera de las superficies en las que se puede interactuar. Cuesta lo suyo saber qué hacer a continuación, e incluso en la primera partida mi pájaro atraviesa una torre y termina con un bug que lo hace incontrolable. Tengo que volver a empezar el acto desde el principio. Parece que aquí no va a haber puntos de control.


Sus problemas de diseño, ritmo y técnicos, pueden con él

No importa, los puntos de control o la ausencia de ellos no son algo que me preocupe si está bien justificado. Sigo adelante y la cosa parece arrancar. Consigo convertirme en niño y los controles te recuerdan a un ICO o un The Last Guardian descafeinado, eso sí, pero el escenario no es tan exigente, así que no lo tengo tan en cuenta. El nivel que sigue es interesante. Una enorme cueva en la que terminas por entender que vas a tener que utilizar el poder de convertirte en pájaro o en niño para avanzar. Aquí Friend & Foe lo hace muy bien, porque te explica con sencillez y mediante un tropiezo obligatorio, que al lanzarse al vacío te conviertes en pájaro y al acercarte a una especie de arena dorada, vuelves a ser niño. La resolución de puzles tiene que ver con esta contraposición. Mediante el vuelo de pájaro, puedes examinar tu alrededor y posarte en algunas superficies para activar un mecanismo o dejar caer algo. Como niño, puedes manipular palancas y objetos. El control es tosco, pero sigo adelante.

Análisis de Vane. Una veleta que gira sin control


Caída en picado

Para el siguiente acto, la cosa se va torciendo de forma cada vez más irremediable. El movimiento es lento y torpe. La historia no conecta, y por mucho que hagas el esfuerzo por intentar atar algún tipo de cabo, todo te parece demasiado inconexo, demasiado rápido, como para transmitir ningún tipo de emoción ni de mensaje al jugador. Ante la mudez del juego, todo son preguntas. ¿Un mundo que se destruye y que se vuelve a construir? ¿Niños que se convierten en pájaros? Todo sucede de forma bonita, pero en última instancia, demasiado rápida e inconexa.

Análisis de Vane. Una veleta que gira sin control


Como pájaro, podremos vislumbrar el escenario, mientras que como niño, realizaremos acciones para resolver los puzles.
Como pájaro, podremos vislumbrar el escenario, mientras que como niño, realizaremos acciones para resolver los puzles.


Los puzles no ayudan, el movimiento tampoco. A estas alturas, Vane no me ha atrapado y cada avance cuesta más ganas de seguir adelante. La resolución de cada puzles es ingeniosa y no demasiado difícil, pero el juego la hace frustrante debido a su lentitud y la falta de pulido en sus movimientos. Entonces, llega otro tropiezo de un apartado técnico que ya se había comportado cada vez con más tirones y más problemas por el camino. Ciertos personajes que deberían de ayudar en el progreso no se mueven y al no hacerlo, no puedo avanzar. Reinicio la partida y tengo que volver a comenzar desde el principio del acto. Y, sinceramente, no tengo muchas ganas. Principalmente porque el juego no justifica este retroceso y, además, no ha sido culpa mía.

Para este momento, Vane ha acumulado una serie de problemas de diseño, ritmo (en un juego además muy corto) y técnicos que hacen que de aquí hasta el final no me esté divirtiendo mucho.

Artísticamente es hermoso y ha atraído nuestra atención.
Artísticamente es hermoso y ha atraído nuestra atención.


Y me da rabia porque sé que hay algo diferente en este Vane, que de otra forma podría haber llegado a ser una experiencia gratificante y emotiva. Hay algo además en su diseño artístico que lo hace único y que invita a querer explorar este misterioso mundo. A nadie nos gusta fallar, pero en el caso de Vane, que no adolece de cierta sensibilidad, pero también de bastante pretensión, el planteamiento le viene grande.

Flojo

Sin sello
Análisis de Vane. Una veleta que gira sin control
Sin sello

Vane es un juego atípico, que aunque se pudiese asociar con obras como Journey o los juegos del Team ICO, falla estrepitosamente en el camino, perdiendo ritmo y con problemas técnicos y de diseño a partes iguales. No logra transmitir al jugador ni a nivel narrativo ni con sus mecánicas, terminando por frustrar más que por divertir. Se aprecia el esfuerzo, pues posee un bello diseño artístico y tiene algunas ideas de puzles interesantes, aunque cortas, y en ocasiones frustrantes.

  • Es un juego muy bonito artísticamente.
  • Problemas de diseño en los puzles.
  • Bugs que te obligan a repetir todo el acto desde el principio.
  • Problemas de ritmo. Movimiento tosco y lento.
  • Una historia demasiado críptica y apresurada.
Jugadores: 1
Idioma:
Duración: 5-6 horas
Comentarios cerrados
VÍDEO ESPECIAL

12.876 visualizaciones

100 DETALLES OCULTOS de RED DEAD REDEMPTION 2

¿Qué detalles ocultos guarda Red Dead Redemption 2? En el video de hoy os presentamos más de 100 curiosidades distintas acerca de la aventura de Arthur Morgan y de John Marston que nos presentó Rockstar Games en 2018.