El ganador de la tercera edición de los premios PlayStation por fin llega a PS4. Y lo hace en forma de aventura en la que prima el sigilo… y el desconcierto. Análisis de Intruders: Hide and Seek.
Tessera Studios acaba de poner en liza su Opera Prima, Intruders: Hide and Seek, un título bastante peculiar en varios aspectos que ha sido diseñado exclusivamente para PS4. Una aventura bastante efímera (ya os lo aviso) que, entre sus puntos fuertes, presenta una carga argumental bastante trabajada y que se convierte en uno de sus principales puntos de interés (al menos a mi entender).
La trama nos lleva hasta la (en teoría) apacible localidad americana de Longwoods, un lugar donde una familia va a pasar unas vacaciones para alejarse de la ciudad. Lo que pasa es que este idílico plan pronto se transforma en una pesadilla de tamañas dimensiones.
Al poco de llegar y establecerse en el caserón que, teóricamente, iba a dispensar paz y armonía para la familia, tres desconocidos asaltan dicho recinto y apresan a los progenitores. Por fortuna sus dos hijos, Ben e Irene, se encontraban casualmente en el interior de una habitación del pánico escondida en el garaje de la finca. ¿Y cómo habían llegado hasta allí? Pues siguiendo (o espiando, mejor dicho) a su padre, el cual oculta un secreto que tiene que ver con su trabajo como investigador científico. A partir de ahí comienza la aventura, en la que nos toca encarnar el papel del joven Ben mientras que Irene se queda en el interior de dicha estancia, comunicándose con nosotros vía walkie talkie (¿os acordáis de ellos?) y proporcionándonos información importante.
¿Qué persiguen los matones? ¿En qué consiste exactamente el trabajo del padre del protagonista para que requiera de tantas medidas de seguridad? La respuesta a esas preguntas y a otras más las vamos descubriendo a medida que jugamos… y en unas tres horas las habremos obtenido todas (o casi todas). Sí, esa es la duración aproximada de Intruders: Hide and Seek, su principal inconveniente, si bien puede añadirse algún rato extra más si queremos obtener los coleccionables que están repartidos por la casa (documentos y piezas de puzle básicamente). Eso sí, al menos mientras dura, la experiencia de juego que nos proporciona merece la pena… sobre todo si jugamos haciendo uso de PSVR.
Actuando en sigilo
La más que interesante narrativa que os acabo de explicar (por encima, no temáis) y que abarca ocho breves capítulos da vida a una aventura bastante lineal y directa en lo jugable. El sigilo es la base sobre la que se construye dicha jugabilidad, dado que nuestro cometido consiste en ir explorando las distintas dependencias mientras vamos cumpliendo las tareas pertinentes que ayuden a rescatar a los padres del protagonista. Dar con objetos puntuales, llegar hasta una sala concreta o encontrar la contraseña para acceder a un ordenador son algunas de las misiones que tenemos que ir desempeñando. Tan predecible y simple como funcional.
Para tal fin contamos con varios “aliados”, comenzando por el propio tamaño (reducido) del protagonista, hecho que le permite esconderse en una buena cuantía de lugares como el interior de armarios y despensas, bajo las sillas y demás mobiliario, etc. Y no sólo eso, dado que también puede colarse y recorrer los conductos de ventilación y pasar así inadvertido.
El sistema de juego es tan sencillo como evitar que los tres asaltantes que merodean por las diferentes zonas de la mansión detecten nuestra presencia. Una tarea que no me ha parecido especialmente complicada a poco que se actúe con tranquilidad y cabeza, contemplando los movimientos y pautas de los adversarios para poder esquivarles con cierta facilidad. ¿Y qué pasa si nos descubren? Pues que es posible poner pies en polvorosa y salir pitando para evitar que nos den caza, pudiendo doblar la esquina más cercana y escondernos en algún armario o lo que sea para evadir la pantalla de “Pillado” y comenzar desde el punto de control correspondiente (los cuales, por cierto, en ocasiones no están bien colocados en mi opinión). La IA de los rivales no es la más perfecta que he visto nunca, así que escabullirse no resulta demasiado complicado.
La sensación de inmersión aumenta mucho con PSVR
Este sencillo esquema de juego está muy bien respaldado por otra de las grandes virtudes que presenta esta obra: su lograda ambientación. El título se las apaña para transmitir una sensación de agobio e intranquilidad permanente. El hecho de no conocer la posición exacta de los rivales (su posición no aparece marcada en el mapa) hasta que les vemos in situ (o divisamos la luz que emiten las linternas con las que van equipados) y, también, el hecho de experimentar algún que otro “susto prefabricado” que nos dispensa la aventura ayudan a que estemos en constante estado de alerta.
Dicha sensación se acentúa y amplía mucho más si, como ya os comenté antes, jugamos usando el periférico estrella de PS4: PS VR. La sensación de inmersión que nos regala el casco de realidad virtual de esta consola es, sin duda, la mejor forma de disfrutar de la angustia y tensión que es capaz de proporcionarnos esta aventura en primera persona. Además es posible escoger entre varios ajustes y opciones para suavizar y mitigar casi por completo los mareos y demás problemas que pueden suceder jugando con PSVR, lo cual se agradece bastante. ¿Y qué pasa si jugamos sin dicho periférico? Pues que, no os voy a engañar, la aventura sigue siendo disfrutable… pero para nada es lo mismo.
Justamente la ambientación y la atmósfera de tensión que se ha conseguido integrar en esta producción se convierten en sus principales reclamos desde el punto de vista técnico. No es un título top en este sentido ni lo pretende, pero se nota que los desarrolladores han trabajado bastante dicha área para maximizar la sofocante experiencia de juego que es capaz de proporcionar la aventura… y, de paso, esconder lo humilde que resulta dicha faceta técnica en el resto de aspectos.
A nivel sonoro también consigue influir de manera decisiva en todo esto que os estoy comentando concerniente a la siniestra ambientación. La banda sonora encaja perfectamente con el desarrollo (la cual ha sido compuesta por Xabi San Martín), los efectos sonoros están bien recreados y el doblaje en español es muy bueno.
Tan efímera como sugerente. Así es Intruders: Hide and Seek, que es el típico título que es capaz de proporcionar una experiencia de juego de calidad mientras dura pero que, por desgracia, dicho goce no se dilata mucho en el tiempo (aunque es justo señalar que su precio es bastante más bajo de lo habitual). Suspense, un excelente guion y mecánicas de juego básicas pero que funcionan correctamente son los pilares que sostienen esta interesante aventura de sigilo que, insisto, para ser plenamente disfrutada es casi obligatorio (aunque en realidad no lo es) jugar mediante PSVR.
Comprar Intruders: Hide and Seek- La historia es francamente buena y está muy bien narrada
- Gran capacidad de inmersión mediante PSVR
- Aunque predecible, la fórmula de juego basada en el sigilo funciona correctamente
- Excelente banda sonora y doblaje en español
- Dura un suspiro: en una tarde lo superaréis
- Sin PSVR la experiencia es disfrutable… pero no tiene nada que ver
- El comportamiento de los asaltantes no es el más avispado que hemos experimentado nunca
