¡Velocidad extrema! Análisis de Antigraviator

¡Velocidad extrema! Análisis de Antigraviator
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Si lo tuyo son las carreras vertiginosas, volar sobre la pista a bordo de vehículos imposibles mientras ganas impulso y derribas a tus rivales, puede que el análisis de Antigraviator te anime a dar el salto a la competición futurista que propone este videojuego de velocidad extrema, que inevitablemente recuerda a los clásicos F-Zero y WipeOut.

Pisas a fondo el acelerador sin importar nada ni nadie. Cien, doscientos...¡quinientos kilómetros por hora!, y continúas acelerando, ganando velocidad para arañar esos escasos segundos que te separan de tus rivales en las frenéticas carreras futuristas que propone Antigraviator, un videojuego que bebe de dos grandes del género como son F-Zero y WipeOut, ¡cómo no!, pero que también busca el modo de desmarcarse de la competencia con sus propias particularidades. El resultado es bueno, digno de elogio, aunque un discreto diseño de circuitos le resta encanto a una producción que ciertamente podía haber llegado más lejos gracias al cuidado manejo de los bólidos y, en especial, el uso de una serie de trampas destinadas a obstaculizar los avances de los contrarios, muy en la línea de lo visto en Split Second, aunque sin el grado de espectacularidad del videojuego creado por Black Rock hace ya casi una década.

Resulta genial sumir la carrera en el caos más absoluto con una lluvia de misiles, atrapar a los contrarios en campos magnéticos, achicharrarlos con el fuego de un reactor, o bien sacarlos de la pista con un desprendimiento de rocas; pero cuando te mueves a velocidades de vértigo, cuando incluso un parpadeo puede ser motivo de accidente, no siempre es fácil prestar atención a las señales que avisan de las trampas, obligándote a reaccionar muchas veces por instinto, ¡que no está mal!, porque nada hay más emocionante que realizar un barrido lateral para escapar en el último segundo de una llamarada mortal, aunque también puede tornarse frustrante cuando, de repente, se planta ante ti una barrera láser o salta una mina explosiva que segundos atrás ni tan siquiera existía. Esto genera sensaciones contradictorias. La idea es buena y por momentos resulta incluso emocionante, pues ver caer a un rival frente a esa bomba para la que parecías tristemente predestinado no tiene precio, ¡menuda sacudida!, pero se echa en falta algo más de estrategia y sobre todo, más espectacularidad. ¿Que un rival explote ante vosotros? Rara será la ocasión en que podáis disfrutar de ello pues las trampas se activan en la lejanía, en puntos clave del circuito, y solo sabréis si habéis golpeado cuando cambie el color del escudo de energía de vuestro bólido. Poca cosa frente a la idea de golpear y triturar a los rivales en duelos cercanos.


Toma impulso ¡y no pares!

Sin límite de velocidad, en Antigraviator puedes correr hasta alcanzar velocidades de vértigo sin perder por ello el control de un vehículo que responde a las mil maravillas a nuestras órdenes. El pilotaje es sin duda uno de los puntos fuerte de un videojuego que nos obliga a frenar, a aminorar la marcha, para tomar las curvas más peligrosas sin andar restregándonos por las paredes como ocurre en otros títulos del estilo. Es curioso. Meses atrás el notable Redout apostaba por lo contrario, por castigar las frenadas, llevándonos a deslizar las naves por la pista con una sucesión de derrapes imposibles que eran puro espectáculo. Pero esto es lo mejor; juegos similares que a su vez se sienten distintos, con personalidad, aunque la obra que hoy nos ocupa no resulta especialmente novedosa. Sí divertida, ¡y desafiante!, sobre todo cuando haces frente a su vertiente multijugador que incluye la opción de pantalla dividida para cuatro jugadores, pero falta de una mayor creatividad a la hora de diseñar circuitos a la altura de las expectativas.

¡Velocidad extrema! Análisis de Antigraviator


Antigraviator crea un imponente mundo futurista capaz de regalarnos estampas espectaculares

Las sensaciones a los mandos de los bólidos no podían ser mejores, ¡de verdad disfrutas compitiendo!, pero pronto te das cuenta de que los circuitos están lejos de alcanzar el nivel de los más grandes. Son, por norma, anodinos, simples en el sentido de que no presentan características únicas que te hagan recordar u odiar unas u otras pistas. En general, encuentras el mismo tipo de trazadas, los mismos obstáculos, las mismas curvas cerradas o rectas campo a través, pero con un ambiente distinto. No es suficiente para hacerte vibrar de emoción con las trepidantes carreras que propone este juego de Cybernetic Walrus. Los contrarios te golpearán, buscarán el modo de entorpecer tus avances, y tú acelerarás, y correrás a máxima potencia acumulando más y más impulsos de energía mientras en tus trazadas, usas los turbos y buscas depósitos de combustible con los que seguir aumentando la marcha.

¡Velocidad extrema! Análisis de Antigraviator


Si un rival se pone pesado, y no deja de forcejear, puedes echarlo a un lado usando el movimiento de barrido. ¡Cuidado que puedes sufrir ese mismo ataque!
Si un rival se pone pesado, y no deja de forcejear, puedes echarlo a un lado usando el movimiento de barrido. ¡Cuidado que puedes sufrir ese mismo ataque!


No vayáis a pensar que los circuitos son un completo desastre, ¡no están mal!, pero se me antojan genéricos, lo que a corto plazo le pasa factura a un videojuego que apuesta por tres estilos de carrera distintos, todos ellos enmarcados en ocho copas con cuatro pistas cada una de ellas. Tenemos la competición estándar, donde corres para atravesar el primero la línea de meta, pero también las carreras mortales, en las que el objetivo es el mismo pero con el riesgo de quedar descalificados si sufrimos un accidente o somos los últimos en dar una vuelta a la pista -se van eliminando competidores vuelta tras vuelta-. Parece una nimiedad pero es un condicionante que crea cierto grado de tensión que le sienta fenomenal a la carrera, como también lo consiguen las competiciones contra el crono, en las que debes ganar segundos atravesando puntos de control. Pequeñas variaciones que dotan de algo de color a un videojuego que también permite personalizar en parte las prestaciones del vehículo mejorando la aceleración, resistencia o control según tus preferencias, para que el pilotaje se adapte todavía más a tu estilo propio. No es un juego especialmente complejo pero la verdad es que esta clase de detalles se agradecen.

¡Velocidad extrema! Análisis de Antigraviator


Puedes modificar el diseño de tu vehículo y cambiar sus prestaciones para potenciar velocidad o control. No es muy complejo pero se agradecen las opciones.
Puedes modificar el diseño de tu vehículo y cambiar sus prestaciones para potenciar velocidad o control. No es muy complejo pero se agradecen las opciones.


Con un potente multijugador para retar a los amigos en emocionantes duelos online, y un pilotaje más que interesante, Antigraviator también sorprende por su potente apartado técnico. Sus responsables han apostado por el motor gráfico Unity para crear un imponente mundo futurista capaz de regalarnos estampas de lo más espectaculares en las que destaca el diseño y modelado de los vehículos, así como el nivel de detalle de las pistas sobre las que corremos. Se echa en falta más personalidad y originalidad en la recreación de estos entornos pero, ciertamente, este es un juego que entra por los ojos. También su apartado sonoro cumple con lo esperado con un repertorio de temas cañeros que amenizan las frenéticas carreras de este videojuego estilo F-Zero y WipeOut, aunque en este punto también echo en falta algo más de personalidad. En general, es el principal problema de un título con buenas ideas pero un discreto diseño de circuitos. Su acción es frenética y por momentos también emocionante, pero no lo suficiente como para codearse con los más grandes referentes del género. Por ahora en PC, pero más adelante tendrá la oportunidad de buscar el apoyo de los aficionados también en Xbox One y PS4.

Interesante

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¡Velocidad extrema! Análisis de Antigraviator

Antigraviator

Por: El equipo de 3DJuegos
Sin sello

Si te apasionan los videojuegos de velocidad extrema sin duda encontrarás en este Antigraviator motivos más que suficientes para disfrutar de su frenética acción. Cybernetic Walrus ha sabido dar forma a un título de carreras divertido, con cierta personalidad, que te desafía con emocionantes duelos en los que resulta fundamental usar con cabeza el turbo y las trampas. El juego no termina de aprovechar todo su potencial y, como principal pega, el diseño de sus circuitos se siente simple, demasiado genérico, lo que le resta valor.

  • Buenas sensaciones a los mandos de los vehículos
  • El frenetismo de unas carreras sin límite de velocidades
  • Multijugador y, aunque leves, las opciones de personalización
  • El uso del turbo y las trampas…
  • … aunque a estas últimas no terminan de mostrar todo su potencial
  • Discreto diseño de circuitos; se sienten genéricos
Jugadores: 1-8
Idioma: Textos en español y voces en inglés
Duración: 8-10 horas + multijugador
Ver requisitos del sistema
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