El estudio independiente Villa Gorilla nos ofrece una visión muy particular del género de las aventuras plataformeras en 2D. Un videojuego que ya hemos podido disfrutar en su versión para Xbox One y que nos ha cautivado por su propuesta. Análisis de Yoku's Island Express.
No me canso de reiterar lo mucho que me gusta encontrarme con nuevas propuestas. Obras que, aunque sólo sea en un aspecto concreto, ofrezcan algo refrescante en comparación con lo que suelen depararnos la inmensa mayoría de los juegos que aparecen a lo largo del año. Por fortuna Yoku's Island Express es uno de esos videojuegos que poseen algo especial. Una interesante producción que se disfruta mucho desde el primer momento gracias a un sistema de juego muy abierto y que sabe cómo atrapar a cualquiera que se adentra en ella.
Sin ser el videojuego más original del mundo, lo que no cabe duda es que los desarrolladores han querido aportar ciertas cuotas de innovación a, por otra parte, un estilo de juego realmente clásico: el de las aventuras plataformeras en 2D con altas dosis de exploración. Un sistema de juego muy absorbente y que da bastante de sí, especialmente si queremos descubrir todos los entresijos que se esconden detrás de la paradisíaca y curiosa isla a la que va a parar el protagonista de esta historia.
Yoku es un escarabajo pelotero de color rojo que, tras una larga travesía, va a parar a una isla tropical llamada Mokumana. ¿Y qué debe hacer allí? Pues en lugar de tomarse un descanso y disfrutar de las vistas como era la intención del personaje al que controlamos, nada más llegar debe sustituir al Carterodáctilo para que tome su relevo como cartero de la isla. Una actividad que, lejos de ser tediosa y, sobre todo, bastante monótona, se convierte en una tarea muy agradable, entretenida y llena de desafíos que ir superando.
Exploración y pinball
La mecánica de juego que nos ofrece Yoku's Island Express me ha parecido muy interesante. A lo largo de un mundo más vasto de lo que pudiera parecer de inicio debemos ir completando una serie de misiones que nos van encomendando a medida que avanzamos por las distintas zonas de la isla. La mayoría de las tareas dan comienzo cuando dialogamos (textos en español) con alguno de los numerosos habitantes de la isla, tipos de todo menos comunes y que, en más una ocasión, es necesario efectuar una acción en concreto para que nos hagan caso.
En este entorno tan bello nos aguardan numerosos objetivos que ir cumpliendo, muchos de ellos secundarios. Y entre todos ellos dan para bastantes horas de juego (teniendo en cuenta su carácter indie y precio reducido), sobre todo si queremos completarlos todos y exprimir al máximo todo lo que esconde el videojuego.
Hasta aquí no hay nada que se salga de lo habitual. Pero lo que sí que se sale de la norma establecida es la manera en la que es necesario ir cumpliendo cada una de estas tareas. Yoku siempre va empujando una bola (como buen escarabajo pelotero) a la que se encuentra atado, objeto que adquiere un protagonismo descomunal a lo largo de la aventura. La razón es que de manera muy fluida y que no resulta para nada forzada se van combinando las secciones en las que debemos ir avanzando de manera tradicional por los escenarios con otras, las más interesantes, en las que entran en juego los elementos propios de los juegos de pinball.
Un punto a favor del título es su sensacional manejo
Es más que plausible lo bien que funciona la fórmula de juego plasmada en esta aventura. Y aunque al principio los retos que nos plantea son más bien asumibles, poco a poco se van complicando, siendo necesario incluso participar en unas curiosas batallas contra varios jefes finales. Pero regresando al tema de las secciones de pinball, sorprende lo sabiamente integradas que están todas ellas. Además el comportamiento y la física tanto de la bola como de otros objetos que podemos ir encontrándonos (como cocos y otras frutas) está muy bien conseguido. Y a esto se suma un gran diseño para las improvisadas "mesas" que, además, en muchas ocasiones presentan varios "niveles" o zonas a las que vamos a parar tras cumplir ciertos objetivos.
Dejando de lado dichas zonas de pinball que, reitero, no es que sean áreas aparte sino que han sido muy bien implementadas en el diseño de cada escenario, es necesario realizar otras tareas que aportan todavía más gracia y variedad al sistema de juego en global. La exploración, por ejemplo, resulta fundamental, siendo necesario ir progresando a lo largo de un mapeado bastante amplio repleto de zonas secretas, tesoros que ir obteniendo y, muy importante, frutas que ir recolectando. Dichos objetos vienen a ser la "moneda" del juego, y son fundamentales para desbloquear ciertas zonas, disparadores y paletas que andan repartidos por los escenarios. Y luego están los puzles, que si bien no son demasiado frecuentes aportan todavía más diversidad al planteamiento general.
En cuanto a la confección del mapeado, éste es más que interesante y sin ser el más complejo, tiene su gracia. Además fomenta de manera evidente el "backtrackeo", siendo necesario regresar sobre nuestros pasos con frecuencia para acceder a un área nueva previamente deshabilitada. No en vano sus desarrolladores han bautizado a su obra como un pinballvania…
Otro punto a favor del título es su sensacional manejo. Tan sencillo como preciso, resulta muy intuitivo y fácil tanto controlar al protagonista durante las zonas de exploración libre a lo largo de los entornos en 2D como, también, manejar las paletas laterales clásicas (los flippers) de los juegos de pinball, respondiendo de manera perfecta a nuestras órdenes.
Es uno de esos videojuegos que poseen algo especial
Por todo esto resulta complicado poner un pero a la jugabilidad que plantea Yoku's Island Express, dado que no presenta defectos de peso. Puede que hayamos echado de menos la integración de elementos RPG, (aunque sí que es posible ir adquiriendo nuevos objetos que nos aportan ciertas habilidades), momentos de acción intensa, quizá un modo cooperativo y demás factores que hubieran aportado todavía más calidad y variedad al desarrollo. Pero, más allá de esto, se trata de un título muy bien recreado en cuanto a su jugabilidad se refiere… y, también, en todo lo relacionado con su llamativa estética.
La isla que acoge la aventura ha sido dibujada a mano y posee un colorido realmente exuberante. Sus numerosos recovecos gozan de un aspecto visual excelente, así como de una iluminación fantástica. Da gusto explorar el mundo en el que habita Yoku, os lo garantizo. Los personajes secundarios, es decir, los habitantes de la isla no gozan del mismo brillo estético, pero tampoco desmerecen. Un acabado visual muy notable en cualquier caso que ha sido acompañado por una banda sonora de corte ambiental y efectos sonoros algo limitados pero bien efectuados.
Villa Gorilla ha firmado un trabajo notable elaborando una aventura de desarrollo 2D donde la exploración y las plataformas se combinan de manera sensacional con múltiples elementos ligados al mundo del pinball. Una jugabilidad bastante original que, por fortuna, también ha sido bien plasmada. Un título entretenido y muy vistoso en líneas generales.
Comprar Yoku's Island Express- Combinar las aventuras 2D con los juegos de pinball es una idea increíble
- Estéticamente es un juego muy llamativo
- El control es muy bueno
- Muchas tareas que realizar y personajes con los que interactuar
- Echamos en falta algún ingrediente más como pinceladas de RPG, etc.
- El comienzo puede resultar demasiado sencillo y lento
