¡Vuelta al pasado! Inspirados en videojuegos clásicos como Chrono Trigger o The Legend of Zelda, Radical Fish Games nos permite disfrutar de una gran aventura de acción y rol con esencia retro pero también ganas de innovar. Análisis de CrossCode.
Se nota cuando es la pasión la que guía tu mano, cuando la admiración que sientes por otros actúa como elemento motivador, como el perfecto carburante que te impulsa a querer ser mejor, a querer superar aquello que en tu niñez te maravillaba. Se nota, y mucho, en cada píxel de CrossCode, una fantástica aventura de acción y rol que desprende la mejor esencia de aquellos clásicos que tanto nos hicieron disfrutar en la década de los noventa. Es una carta de amor al género; a los buenos viejos tiempos, a la época de Chrono Trigger, Secret of Evermore y tantos otros RPG japoneses que nos transportaron a mundos rebosantes de creatividad; que nos hicieron vivir emocionantes epopeyas en lugares de una belleza sin igual. Palabras mayores, sí, ¡de las que provocan vértigo!, pero a las que el equipo de Radical Fish Games no teme lo más mínimo. "Echa un vistazo a los análisis para ver quién adora el juego. ¡Estamos seguros de que tu lo harás también", aseguran en su página de Steam. No voy a llevarles la contraria.
Hay algo especial en este videojuego que, lo reconozco, en un primer momento no terminaba de convencerme. "Otro más", me decía a mí mismo. "Uno de tantos que busca imitar la estética y sensaciones de la mítica Super Nintendo". Qué equivocado estaba. Poco tarda CrossCode en mostrar sus grandes virtudes; poco tarda esta aventura de acción y rol en sorprender con el inteligente diseño de sus mazmorras o los emocionantes combates contra jefazos, demostrando que aun siendo tradicional, clásico en sus bases, también resulta fresco e innovador gracias a su apuesta por los puzles al más puro estilo de la saga Zelda. Sin duda es la gran fortaleza de esta aventura que nos propone explorar un colorido mundo de ciencia ficción que, en realidad, es el gran escenario de juego de un popular MMO habitado por representaciones físicas de los propios jugadores. Entre ellos, claro, la heroína del programa, Lea, que ¡oh sorpresa!, sufre de amnesia. Tranquilos, aun usando muchos de los clichés del género la historia no está mal.
Disparo salvador
Al hablar de CrossCode y su curioso mundo de ciencia ficción no han sido pocos los que me han respondido: "¡Ah! Es como el manga Sword Art Online". Y sí, es una buena forma de describirlo, pues lo que aquí encuentras es un juego que desarrolla su acción dentro de otro videojuego, en este caso un MMO, con sus raid, mazmorras, misiones en equipo y decenas de monstruos a los que abatir en combate. Y entre medias, claro, cientos de jugadores -no reales- pululando de aquí para allá, viviendo sus propias aventuras, recolectando preciadas materias primas con las que fabricar más y mejores armas. La sensación es emocionante y divertida, más si eres aficionado al género, pues no son pocas las referencias, los comentarios chistosos, las anécdotas a todas esas peripecias que hemos vivido en juegos como World of Warcraft o Final Fantasy XIV durante tantos años. Y es un buen punto a favor.
Confieso que cuando el clan al que te terminas uniéndote propone participar en una raid, casi salto de alegría pensando en los locos desafíos que estaban por llegar. Y esa es una sensación increíble a la que Crosscode saca buen provecho durante las cerca de 50 horas que puede llevarte completar la aventura. ¿Su gran baza? Un combate dinámico, por momentos frenético y espectacular, que se ve acompañado de una enorme variedad de puzles cada vez más enrevesados, cada vez más ingeniosos y complejos, basados en su mayoría en el uso de la pistola que porta la heroína, con la que tendremos que hacer auténticas virguerías para lograr golpear los interruptores que nos permitirán avanzar.
Aun siendo clásico en sus bases, resulta fresco gracias a su apuesta por los puzles
¿Qué tal se os da el billar? No es una pregunta baladí pues, a su manera, el videojuego de Radical Fish te desafía de forma similar. Nada de disparos directos; con una munición capaz de rebotar un número limitado de veces, lo habitual será buscar el ángulo perfecto para que la bala esquive toda clase de obstáculos hasta dar en el blanco. ¡Y no es tan fácil! Porque con el paso de las horas todo se complica, y además de golpear el objetivo, tendremos que hacerlo en un tiempo concreto, siguiendo un orden específico, o usando el poder de los elementos, como el fuego y agua, para crear efectos tan llamativos como el vapor o hielo, imprescindibles para sortear barreras como un río de lava o abismos sin fin. Lo más sorprendente es que cuando ya crees haberlo visto todo CrossCode te demuestra lo contrario, obligándote a pensar nuevas soluciones para problemas ya conocidos.
Lo mejor es que este punto estratégico se traslada también a los combates, donde no basta con pegar espadazos a diestro y siniestro o disparar sin ton ni son. Hay enemigos que requieren del uso de un tipo de energía concreta, o los que solo sufren daño si se les golpea bajo unas condiciones específicas, e incluso los que necesitan que realices ciertas acciones, como hackear unos robots, para piratear sus sistemas y echar abajo sus defensas. Y todo eso lo haréis mientras corréis, rodáis y golpeais a decenas de enemigos en una sucesión de emocionantes combates que alcanzan su cénit en las batallas contra los más de 30 enemigos finales. Como veis todo son buenas palabras para una aventura que también presenta un gran diseño de su mundo de juego, apoyándose en la verticalidad de los escenarios para potenciar la exploración y los rompecabezas. Lástima que en lo artístico se muestre algo más irregular, con zonas que transmiten un encanto especial y otras que resultan algo más anodinas.
También he notado algunos problemas a la hora de discernir las plataformas sobre las que podemos saltar en los momentos de plataformeo, que los hay, del mismo modo que algunos elementos del escenario pueden entorpecer la vista en mitad de algunos combates. Pequeños defectos que no enturbian un trabajo admirable que igualmente sorprende por la enorme cantidad de contenidos jugables que ofrece. Hay más de cien misiones distintas a las que hacer frente con recompensas tan suculentas como armas y equipo legendario con el que mejorar las habilidades de la protagonista. En este sentido se ha apostado por un sistema de progresión de habilidades con abundantes opciones entre las que elegir sin resultar por ello especialmente complejo o enrevesado. Hay mejoras pasivas como un aumento de poder de ataque o mayor resistencia a los elementos, así como nuevas habilidades de combate y defensa que, además, son distintas dependiendo de si usamos el arma cargada de fuego, electricidad, hielo o tierra.
La historia que cuenta es divertida, pero le falta esa chispa y genialidad que definía a los relatos en los que se inspira
La mayor pega de CrossCode es que su argumento, aun resultando interesante, no termina de sorprender como lo hicieron en el pasado los grandes clásicos de SNES. La historia que cuenta es divertida y lo suficientemente atractiva como para mantenerte pegado a la acción del videojuego durante horas, pero ciertamente le falta esa chispa y genialidad que definía los relatos en los que se inspira. Los héroes y villanos, el colosal mundo de ciencia ficción que construye de la nada… hay mucho encanto en este universo de ciencia ficción, pero a veces la historia entorpece el ritmo de la partida, enfrentándote a desafíos sin demasiada gracia, sin mucho que contar u ofrecer. Mismo vale para las misiones secundarias, que suelen recurrir a tareas tan típicas como exterminar monstruos o recolectar objetos.
Es normal que las haya y son esenciales para subir de nivel, pero viendo el magnífico diseño de los templos y los rompecabezas que en ellos encontramos, es una pena que no se haya dedicado el mismo grado de atención al resto de misiones. ¡Que nadie se eche las manos a la cabeza! CrossCode sigue siendo un videojuego digno de elogio; una gran aventura de acción y rol al estilo Zelda que cuenta además con una bonita banda sonora, aunque algo repetitiva, y un buen puñado de secretos por descubrir. Todo ello con textos en inglés, lo que puede entorpecer la partida a algunos usuarios.
Es difícil no dejarse llevar por la emoción con un videojuego como CrossCode, que recupera con acierto las sensaciones de las grandes aventuras de rol y acción de los noventa, sin perder por ello la oportunidad de dejar su propia huella; de innovar con ingeniosos rompecabezas y emocionantes desafíos. Aunque la historia no es especialmente original y veces rompe el ritmo de la acción, este es un juego que merece la pena probar.
- Se inspira en los clásicos pero también busca innovar
- Gran diseño de mazmorras; los puzles son ingeniosos y divertidos
- Buen sistema de combate: intenso, estratégico y por momentos espectacular
- Decenas de horas de aventura con misiones, roleo y equipo por encontrar
- La historia no es muy original; a veces ralentiza el ritmo de la acción
- Diseño artístico algo irregular
