Después de recaudar los fondos suficientes a través de Kickstarter, el estudio mexicano Bromio ha conseguido crear uno de los homenajes más sonados que se recuerdan del clásico de Nintendo Punch-Out!! Análisis de Pato Box.
Muchos jugadores echamos de menos la llegada de nuevas entregas clásicas pertenecientes a Nintendo: F-Zero, Kid Icarus, Punch-Out!!... Afortunadamente de vez en cuando algún estudio (independiente en muchos casos) trata de "cubrir" dichas ausencias con producciones que se inspiran en algunas de estas sagas. Ya lo hemos disfrutado en Switch (y Wii U) con títulos como Fast RMX, heredero directo de F-Zero y ahora lo hacemos con Pato Box, un homenaje muy evidente a la serie protagonizada por Little Mac (que apareció hace ya unos meses en PC) que se estrena en Nintendo Switch.
La herencia que esta obra de Bromio toma prestada de Punch-Out!! es muy evidente y se deja notar en numerosos aspectos que ahora mismo voy a explicaros. Pero sería injusto no ensalzar la personalidad que a pesar de todo esto acapara este difícilmente clasificable videojuego llamado Pato Box, que combina varios elementos jugables con bastante acierto.
El juego consta de dos modalidades principales claramente diferenciadas, Historia y Arcade, siendo la primera de ellas la más importante. En ella se nos cuenta la historia de Primo, Pato Box para los amigos, un imbatible boxeador que posee un cuerpo humano y una cabeza de pato que un día ve cómo su vida se va al traste. Después de perder con trampas de por medio contra uno de sus máximos adversarios, Kilpatrick, el protagonista es apuñalado y abandonado en un oscuro callejón. ¿Quién está detrás de todo esto? Pues una organización llamada Deathflock, la cual se convierte en nuestro objetivo. Una historia de venganza no demasiado original pero, creedme, va ganando cierto interés a medida que avanzamos.
Exploración y boxeo arcade
La fórmula de juego que presenta dicho modo Historia se basa en avanzar, desde una perspectiva similar a la que disfrutamos en Punch-Out!! (es decir, con la cámara pegada a la espalda del protagonista) por escenarios plasmados en 3D. Dichos fondos son bastante limitados y poseen unas dimensiones muy reducidas, al tiempo que la mayoría de los objetos y personajes que en ellos se encuentran están recreados en 2D. Un estilo artístico particular que queda rematado por una de sus características más llamativas, su monocromía, dado que todo lo que se deja ver en pantalla es en blanco y negro. Un estilo que ya hemos disfrutado en otras obras precedentes (como MadWorld de Wii, Escape Plan o el más conocido de todos, Limbo) y que, personalmente, me gusta bastante.
Nuestro cometido en cada uno de los escenarios de Pato Box a los que vamos a parar (un bar, un casino, etc.) es ir explorando cada una de las zonas en las que quedan divididos dichos decorados e ir cumpliendo una serie de objetivos que nos van marcando. Actuar como recaderos, acabar con ciertos objetos para habilitar una nueva ruta a seguir, superar puzles o pruebas de habilidad y tareas por el estilo ocupan la mayoría de nuestro tiempo. Unos objetivos quizá demasiado simples y, también, repetitivos pero que afortunadamente quedan totalmente eclipsados por los enfrentamientos contra los jefes que nos esperan al final de cada nivel.
Es necesario demostrar un buen nivel de habilidad para acabar con los rivales
Justamente estas contiendas son los momentos en los que Pato Box nos recuerda con fuerza lo mucho que bebe del arcade de boxeo Punch-Out!! Lejos de ser tradicionales, cada combate es una experiencia tan gratificante como llena de trampas y pruebas que debemos ir superando, dado que cada combate se "divide" en varias fases distintas. Y os puedo asegurar que no se trata de peleas asequibles precisamente, siendo necesario demostrar un nivel de habilidad más que notable para acabar con los rivales más complicados. Además no hay puntos de control en mitad de dichos enfrentamientos, por lo que si besamos la lona durante los mismos, nos toca empezar la pelea desde el principio.
El manejo es muy sencillo y es posible lanzar puñetazos altos y bajos con ambos brazos así como bloquear y esquivar los ataques, maniobras estas últimas fundamentales para superar cada pelea. Encima podemos jugar usando tanto un mando tradicional como, también (y como sucedía en el exitoso juego de lucha ARMS), usar los Joy-Con y sus sensores de movimiento para efectuar cada una de las acciones. Un manejo este último que funciona correctamente… pero que bajo mi parecer sale perdiendo en comparación con el que nos proporciona el mando Pro de Switch.
A pesar de resultar algo descompensada dado que los enfrentamientos contra los jefes finales son bastante más entretenidos, desafiantes y frenéticos que los momentos de exploración, la jugabilidad que propone esta aventura es plausible. Y para revivir dichos enfrentamientos es posible disfrutar también del modo Arcade, una opción únicamente apta para los jugadores más expertos.
Antes de finalizar este análisis de Pato Box no me gustaría olvidarme de la excelente banda sonora que ha sido creada por el grupo Abuquet y que nos deleita con cortes de todo tipo verdaderamente magníficos. Sólo por esto ya merece la pena desembolsar los 15 euros aproximadamente que cuesta el título.
Aquellos jugadores que echen de menos los desenfrenados y alocados enfrentamientos clásicos de la saga Punch-Out!! pueden desquitarse con esta propuesta que, a pesar de que no es exactamente lo mismo, destaca precisamente por plasmar unos excelentes combates de boxeo en plan arcade. El resto (es decir, lo vinculado con la exploración) no está a la misma altura y puede resultar algo monótono, pero insisto en que sólo por poder afrontar los enfrentamientos finales merece la pena adentrarse en este curioso Pato Box.
- Los combates contra los jefes finales son tan duros como excitantes
- Los dos métodos de control funcionan correctamente
- Su apuesta estética es muy atractiva
- La banda sonora no puede ser más sobresaliente
- Los momentos de exploración resultan algo insustanciales
- Puede resultar algo frustrante puntualmente
