Nintendo Switch sigue con la inercia de recuperar lanzamientos de Wii U. El siguiente en llegar es Hyrule Warriors: Definitive Edition, un port cuyo principal problema es que apenas incorpora novedades, pero que aún así es una incorporación al catálogo a considerar por los amantes de este tipo de juegos: los musou.
Ya os contamos en nuestro análisis de Hyrule Warriors para Wii U, que se trataba de un videojuego que usaba la excusa de Zelda para darnos el machacabotones que siempre ha supuesto la serie Warriors. Como tal, nos trajo un título cargado de acción, con golpes sin parangón en un videojuego que obviamente se hacía repetitivo. Sin embargo, podía suponer una opción para aquellos que estuviesen dispuestos a pasar por alto un modo principal de juego algo descafeinado y una trama de escaso interés, que poco aportaba a la franquicia.
Sobre Hyrule Warriors: Legends para Nintendo 3DS dijimos algo parecido, sólo que en esta ocasión se añadían nuevos personajes y tramas argumentales. En total, el modo leyenda tenía un 25-30% de contenidos inéditos. En aquella ocasión enfatizábamos lo bien que se sentía el juego con el carácter portátil de 3DS, el cual iba muy bien con la naturaleza jugable del título.
Así es como hemos llegado a esta versión "definitiva". Hyrule Warriors: Definitive Edition recoge la experiencia de los anteriores videojuegos y lo mete todo dentro del mismo saco. Con esto nos referimos a todos los mapas y misiones que se estrenaron en Wii U y 3DS, además de sus 29 personajes seleccionables. Pero… ¿qué tiene de nuevo? Prácticamente nada. Sólo atuendos para Link y Zelda inspirados en el último juego de la licencia: Breath of the Wild. Esta ausencia de novedades es lo que más pesa sobre un port que está destinado principalmente a aquellos que lleguen aquí por primera vez.
Un musou siempre es un musou
Destinado el videojuego como está a los nuevos jugadores, tal vez sea necesario comentar al menos el esquema jugable de Hyrule Warriors. Nos encontramos ante un musou, un hack 'n slash desarrollado por Omega Force en que debemos acabar con el ejército rival dentro de un escenario cerrado, dotado de varios bastiones a conquistar, así como jefes finales a los que derrotar. Es básicamente una guerra a dos bandos, donde nosotros controlamos a un ser omnipotente, un líder capaz de desequilibrar la contienda con cientos de bajas.
Un correcto trabajo de adaptación de Hyrule Warriors y su frenetismo audiovisual a las capacidades de Nintendo Switch
Existen distintas modalidades para poner esto en práctica. El modo leyenda se compone de una sucesión de capítulos (misiones) en que la dinámica suele repetirse: dirígete a cierta posición y acaba con los rivales hasta que aparezca el jefe del escenario. Todo lo que ocurre entre medias son combos, uso de distintos objetos y alternancia entre los personajes jugables participantes, algo que puede mitigar -en parte- la repetitividad del planteamiento. La otra opción a considerar es el modo aventura, muy curioso al incorporar mapas de juegos icónicos de la franquicia Zelda, desde el primero de NES, pasando por A Link's Awakening (Game Boy) o Wind Waker (Gamecube), entre otros. Lo que debéis conocer es que aquí hay múltiples quests, con distintas condiciones de superación y premios. Teniendo en cuenta todo esto, no se puede decir que el videojuego sea corto. De hecho, la duración mínima son 25 horas, y tenemos constancia de que para completarlo totalmente se puede llegar a más de 200 horas.
Pero detengámonos un momento en lo que supone este lanzamiento para Nintendo Switch. Lo primero que nos sorprendió fue la extraordinaria fluidez que presenta, algo que supone una clara mejora sobre Wii U y Nintendo 3DS. Sobre todo se nota en la opción a pantalla partida para dos jugadores (disponible para todas las modalidades). En anteriores videojuegos, este modo se resistía un poco, pero ahora es una auténtica gozada, con mejor "frame rate" y detalle visual.
El modo sobremesa es visualmente superior al modo portátil, pero en cualquiera de los dos casos nos encontramos ante un producto superior en términos gráficos, aunque sea ligeramente. En consecuencia, se trata de un buen port, un correcto trabajo de adaptación de Hyrule Warriors y su frenetismo audiovisual a las capacidades de Nintendo Switch. A este respecto, es conveniente recordar que Hyrule Warriors fue un juego rápido, muy rápido, algo a lo que contribuía un plano sonoro inspirado en Zelda, pero con un toque rock muy importante.
Dicho esto, la conclusión es clara. Hyrule Warriors Definitive Edition es realmente una edición "definitiva", pero no por el trabajo puesto por Koei Tecmo, sino por la inercia de los anteriores lanzamientos. Las novedades son prácticamente nulas, y esto, habiendo pasado más de tres años desde el juego original, es un claro punto en contra. Es algo que no deberían tener en cuenta los nuevos usuarios, que encontrarán aquí un buen título, respeto a la licencia Zelda y cantidad de entretenimiento, siempre que consideren lo que es un musou y todo lo que eso conlleva desde un punto de vista jugable.
Hyrule Warriors: Definitive Edition es un port sin apenas novedades, y que por tanto sólo deberían considerar aquellos que no lo jugaran en Wii y 3DS. Incluso en ese caso, deberán considerar que se trata de un musou, y como tal es un juego repetitivo. Pero si puedes pasarlo por alto, te encuentras ante un machacabotones interesante, fiel a la licencia Zelda y muy duradero, que puede serlo aún más si lo juegas en cooperativo local para dos jugadores, una opción muy interesante para los poseedores de Nintendo Switch.
Comprar Hyrule Warriors: Definitive Edition- Elevadísima duración si quieres exprimirlo al cien por cien
- Respeto a la licencia Zelda
- El cooperativo a pantalla partida, una opción extraordinaria para jugar en local en Switch
- Es un buen port, con gráficos y una tasa de imágenes ligeramente mejorados
- Muy repetitivo, como las anteriores versiones
- La trama resulta poco interesante
- Prácticamente ninguna novedad
