Nintendo Switch recibe un RPG atípico, ¡con un estilo único!, que sorprende por su imaginativa puesta en escena, sus emocionantes combates y delirante historia. ¿No lo jugaste en su día? Si es tu caso, en el análisis de Undertale te damos unas cuantas razones para que no lo dudes, ¡para que te hagas con este videojuego!
Ha tardado más de lo deseado pero como tantos otros fenómenos indie, el excelente Undertale ha terminado estrenándose en Nintendo Switch. ¡Bravo! Porque se trata de una obra genuina; un videojuego con un estilo único al que es difícil resistirse. Sí, es muy especial y, sí, puede que seas uno de esos que no termina de verle la gracia a esta aventura de rol con estética retro, pero lo cierto es que hay pocas obras como esta; son pocos los juegos que terminan enamorándote del modo que lo hace este título de tobyfox. Mi compañero Alejandro Pascual fue bastante claro al respecto cuando se estrenó años atrás en PC. "No te lo puede explicar una imagen ni un vídeo ni un amigo, ni este mismo análisis. Entender Undertale es un acto de fe". Uno del que cuesta hablar por miedo a contar demasiado; a destripar más de la cuenta, a descubrir eso que lo hace tan especial.
De nuevo recurro al texto original. "Intentar explicarlo es como diseccionar un cadáver para encontrar el alma, porque Undertale no es, ni mucho menos, la suma de sus partes. Hay algo intrínseco en él, entre su aspecto absurdo, sus diálogos carentes de sentido y sus situaciones histriónicas que conecta con cada uno de nosotros a diferentes niveles". No es lo único que lo hace único. Tiene la esencia propia de los clásicos de Nintendo, una oscura, igual pero a la vez distinta a la que conocemos, y además presenta una estética y personajes que recuerdan al mejor Tim Burton. Al cineasta, o al mejor Shigesato Itoi, en la serie Earthbound, de la que este videojuego bebe mucho con gran acierto. Una de tantas razones por las que resulta emocionante disfrutar de un juego de estas características en la consola híbrida de Nintendo, a la que se adapta sin novedades, conservando intacta la esencia y encanto del original.
El arte de sorprender
Undertale es eso que ocurre cuando un diseñador se sale de la norma y logra desinfectarse de todos los vicios que ha cogido la industria del videojuego desde hace tanto tiempo. Sí, hay elementos de RPG, de arcade puro, de minijuegos, de historia con decisiones morales, pero nada está resuelto como estamos acostumbrados. Quizá esa sea su magia. ¿El argumento? Es la historia de la caída por la madriguera del conejo. Al inframundo donde habitan los monstruos, exiliados por el hombre en una guerra ancestral. Nosotros, en la piel de un niño a bautizar, tendremos que encontrar el modo de escapar de este lugar. ¿Clásico, verdad? No necesitarás de mucho tiempo para darte cuenta que nada es lo que parece, y que la inclusión de clichés y elementos reconocibles sólo están ahí para ser destruidos.
Undertale se adapta a Switch manteniendo intacta la esencia y encanto del original
Así lo demuestra, por ejemplo, el sistema de combate, al que además de las clásicas opciones de luchar o usar un objeto se le añaden la de interactuar con los enemigos, de modo que podamos perdonarles y no acabar con ellos. Sin embargo, si no lo hacemos no conseguiremos EXP, y ya sabemos lo importante que es esto en un juego de rol, ¿no? Ellos, sin embargo, atacarán, pero no en un combate de estadísticas, sino en uno donde veremos nuestro corazón (nuestra vida) y casi como si de un shoot’em up de la rama de los bullet hell se tratase, tendremos que esquivar sus ataques y, a veces, incluso, sus lágrimas. Porque, como decía anteriormente, nada es lo que parece en el mundo de Undertale.
Lo que logra el título de forma impecable es luchar contra los hábitos de un RPG como si ese fuera su principal objetivo. La constante rutina de luchar y mirar unos cuantos números se sustituye por esta mecánica casi de minijuego, siempre distinta, siempre divertida que no verás prácticamente repetida durante toda la aventura, menos aún en unos jefes finales que son la guinda a la originalidad y la pura diversión. Esta premisa se repite en la exploración, siempre con puzles distintos, sin atreverse más que en su parte final, probablemente la menos inspirada de todas, a aburrirte con una mecánica que ya hayas superado. Por tanto, Undertale busca ante nada la sorpresa constante del jugador que debe ser el estar en un mundo completamente extraño, poblado por monstruos aún más extraños y con un par de esqueletos como secundarios, Sans y Papyrus, que desprenden un carisma especial.
Es una lástima no poder hablar y profundizar en los temas que quiere tratar Undertale ni en cómo lo hace. Sólo se pueden mencionar de pasada las sorpresas que guarda y las formas que tiene de romper la cuarta pared hasta puntos que rivalizan contra los ejemplos más consagrados que recuerdes en un alarde de programación visceral. De hecho, en ocasiones tiene tanta tensión por forzar la última sorpresa, retorcer el gag hasta lo insospechado, que esto podría ser lo más repetitivo que tiene el título.
Lo que logra el título de forma impecable es luchar contra los hábitos de un RPG
Pero como decimos, las sorpresas nunca se acaban, y si vienes de la generación de juegos como The Stanley Parable y toda la rama experimental, Undertale puede ser la mejor obra del año en ese aspecto, porque además no se olvida de divertirte con mecánicas y no sólo con la narrativa, hasta el punto de que cualquier información externa que leas sobre él y no se encuentre en el juego, es casi un spoiler en sí mismo. Y por eso no puedo decir nada más, salvo que saltes a la madriguera del conejo o no lo hagas. Elijas lo que elijas, no lo prejuzgues porque como habrás leído (o no) a lo largo de este análisis, lo que menos importa de todo es su aspecto gráfico; esas imágenes que te hacen fruncir el ceño y pensar en un título poco trabajado. Pero es que, hasta eso, tiene su sentido.
Undertale puede considerarse una rareza, pero una de esas que ocurren cuando la forma de hacer videojuegos es tan uniforme y tan constreñida que sólo tomando el camino contrario se consigue sorprender. Pero la obra de Toby Fox no es sólo una anécdota. Está perfectamente planteada y esconde algo que conecta directa e indirectamente con todo aquél que haya pasado demasiado tiempo con un mando entre las manos.
Comprar Undertale- Un videojuego tremendamente original
- La forma que tiene de huir de la repetición
- No rompe. Revienta la cuarta pared
- El tramo final puede no estar a la altura del resto
