Hay todo un culto alrededor de los cooperativos on-line. El que abordamos hoy quiere aprovechar el terreno que allanaron en su momento grandes como Left 4 Dead, y sustituye a zombies por alienígenas. Con este análisis de Earthfall puedes descubrir si ha conseguido sus ambiciosas metas.
La sombra de Left 4 Dead es alargada, claro. Mucha gente ha tratado de reeditar el éxito de ese multijugador de carácter cooperativo tan atractivo que firmó Valve, sin embargo pocos han conseguido alcanzar su grado de diversión. Tanto es así que la mayoría han fracasado estrepitosamente en el intento, y se han quedado en reproducir la superficie de lo que hizo grande a esa poco sofisticada pero tremendamente efectiva lucha contra los zombies que vivimos hace una década con los dos episodios de la serie que hemos visto hasta ahora.
¿En qué lugar queda Earthfall? El primer gran proyecto de los chicos de Holospark apuesta por la vía fácil. Muchas veces hablamos de videojuegos que tienen tras de sí conceptos muy interesantes pero que, por unos motivos u otros, no acaban de rendir tan bien como sus responsables habían ideado. El caso es que este shooter multijugador no acaba de brillar ni como propuesta ni como ejecución. Hay ideas más bien perezosas y pocos elementos que llaman la atención en su fórmula como punto de partida, así que la comunidad no ha tardado demasiado tiempo en ponerle la etiqueta de querer ser una especie de continuación bastarda de Left 4 Dead 2. Comparación que, por cierto, te puedo ir adelantando que le queda bastante grande.
Aquí no hay zombies, hay extraterrestres. Pero, por lo demás, tampoco hay nada demasiado reseñable o novedoso en una propuesta que, además, peca de repetitiva y algo aburrida a medio plazo. En la redacción de 3DJuegos teníamos ganas de un buen juego de acción en primera persona para disfrutar con nuestros amigos, pero nos hemos quedado con un regusto bastante amargo.
Un Nuevo Ultimatum a la Tierra
Earthfall no quiere perder el tiempo con su puesta en escena. Presenta dos campañas divididas en cinco capítulos cada una y, sin mayores distracciones ni dedicar mucho tiempo a dar explicaciones, nos pone en el papel de cuatro supervivientes que deben superar diferentes desafíos relacionados con aniquilar hordas de alienígenas. Un gigantesco meteorito que cae sobre la Tierra siembra el planeta de peligrosos extraterrestres que, a menudo, tienen aspecto de insectos al más puro estilo de Starship Troopers. Algo que supondrá bastante resistencia incluso para los cartuchos de nuestras armas puesto que la gran baza del videojuego es la dificultad, pero nada que sea particularmente interesante de conocer a pesar del esfuerzo del estudio por sembrar los distintos capítulos de pequeños textos que tratarán de ahondar en el universo del juego. Pero cualquier aficionado a los videojuegos de este perfil sabe sobradamente que lo de la historia suele ser lo de menos en este tipo de propuestas, así que sorteada ya esa parte del programa toca centrarse en la jugabilidad.
Lo primero que le pedimos a un FPS es que sea exacto en el manejo y en el apuntado, y ni en un aspecto ni en otro Earthfall acaba de darnos exactamente lo que deseamos. Cuesta un poco hacerse a los controles del juego, especialmente con pad aunque no tanto con ratón y teclado, y el título usa un sistema de mirillas algo más confuso de lo que su simple estilo de acción parece recomendar. Tampoco ha acabado de convencerme la escasa sensación de poderío de las armas de corto alcance porque no hay apenas trabajo de impacto sobre los cuerpos de los enemigos, algo que podía haberle dado mucha entidad a los enfrentamientos pero que, unido a una selección de arsenal nada imaginativa, acaba por generar un conjunto no sólo no excesivamente interesante sino tampoco nada imaginativo.
Es un shooter en primera persona bastante genérico en fondo y forma
Por otra parte, esos momentos de épica colosales que hay en algunas de las obvias referencias que puede imaginar cualquiera que se acerque a Earthfall no están ahí. El juego no acaba de consolidar la necesaria estructura de subidas y bajadas de ritmo para crear esa sensación de montaña rusa, y tampoco acaba de encontrar climax en los niveles más allá de acabarlos con enorme amontonamiento de enemigos. Es una forma de resolverlo bastante perezosa y más cuando, como te contaremos más adelante, el comportamiento de los adversarios deja bastante que desear.
Así que es un shooter en primera persona bastante genérico en fondo y forma. Uno en el que tenemos que cumplir objetivos bastante genéricos, que suelen enmascarar secciones de ir del punto A al B, escoltar un vehículo o proteger de oleadas de extraterrestres una zona en la que nos parapetemos. Las dos campañas suponen los diferentes telones de fondo, aunque de Especies Invasivas a Selección Natural no hay tampoco grandes diferencias que hagan que sea particularmente interesante inclinarse por una u otra. Todos los episodios están abiertos de salida, así que la cosa no tiene mucha complicación. Los cuatro personajes que hay disponibles, Maya, Roy, Danny y Jonas, no ofrecen tampoco grandes estímulos para descubrirlos a fondo. Algún elemento como la personalización cosmética o algún tipo de desbloqueo estético podría haber generado algo más de interés por volver a rejugar una y otra vez las mismas misiones, pero todo ello brilla por su ausencia y el juego lo confía todo a lo puramente jugable… Y ahí no es precisamente el mejor. Así que todos los personajes tienen las mismas habilidades y características, osea ninguna en especial, y todos parten también con la misma pistola de salida.
De hecho, otro elemento que hace que no resulte nada entretenida la acción debido a la inoperancia es la inteligencia artificial. Cuesta imaginar a estos extraterrestres como una verdadera amenaza para nuestro planeta dada su escasa destreza mental, sus nulos reflejos y su inusualmente mermado sentido de la vista, pero lo que sí logran en Holospark es reunir a grandes cantidades de criaturas para que el desafío estribe más en los números de enemigos que en su ferocidad. Claro que la balanza de la confrontación se equilibra cuando descubrimos que nuestros compañeros de andanzas, cuando son manejados por la inteligencia artificial, exhiben un nivel igual de lamentable. Tendencias suicidas, escasa capacidad de visión, apelotonamiento en los momentos menos propicios o una fastidiosa costumbre por cruzarse en nuestra línea de tiro son algunas de las perlas que nos regalarán con su compañía.
La selección de arsenal que presenta no es muy imaginativa que digamos
En condiciones generales sería relativo lo de la inteligencia artificial aliada, pero si bien en PC la experiencia de conseguir gente para llenar una partida no ha sido demasiado exigente, jugando las distintas versiones de consola de Earthfall sí hemos encontrado bastantes problemas para completar el número de humanos de una partida (podemos jugarlo en solitario mientras la gente va entrando). En especial en una versión para Xbox One que, eso sí, recientemente ha sacado a la luz un nuevo parche de varios gigas que corrige, entre otras muchas cosas, algunos problemas con los servidores que, al parecer, impedían un matchmaking más fluido. Probada esta actualización las dificultades para dar con gente han sido las mismas, a lo que hay que unir que si el anfitrión "se baja del barco", todo el grupo se va al traste. ¡Asegúrate de organizar las partidas tú! También sigue sin corregirse debidamente la falta de fluidez de la que hace gala el programa en algunos momentos, y sin una razón aparente. Podemos disfrutar de una experiencia placentera con la pantalla llena de bestias y con abundantes disparos y explosiones y, a continuación, explorar un área aparentemente desértica con una tasa de imágenes por segundo que se mueve sin sonrojo entre 15 y 20 frames por segundo. Esas brutales caídas no suceden a menudo, por fortuna, pero cuando pasan afean todavía más un apartado estético que ya de por sí no es demasiado llamativo.
Y es que, a nivel visual, Earthfall trata de lograr ese siempre peliagudo equilibrio entre lo que se quiere conseguir como concepto y lo que se puede lograr con los medios de un estudio que no ha contado con un presupuesto precisamente holgado. Es una circunstancia que se nota en bastantes elementos. Hay partes bastante efectivas en cuanto a acabado como los modelados de las criaturas (no demasiado variadas o imaginativas pero sí bastante rotundas) o de los cuatro personajes que hay para elegir, y otras más derivativas como unos escenarios que no hacen esfuerzo ninguno por separarse de lo que hemos visto ya una y mil veces en videojuegos de este perfil. Esto, unido al hecho de que en cuanto a posibilidades son tremendamente lineales y limitados, hace que la rejugabilidad del título sea más bien escasa. Cuando terminemos los distintos niveles, que llevan en torno a los 20-25 minutos cada uno de ellos, sólo nos quedará repetir. Y no es demasiado atractivo cuando sabes exactamente qué es lo que te vas a encontrar, y tienes tan poco espacio para improvisar o cambiar de tácticas debido a su diseño basado fundamentalmente en pasillos.
El sonido también demuestra la escasez de medios con la que se ha planteado Earthfall. La banda sonora es prácticamente inexistente, y sólo suena en momentos muy determinados cuando quiere resaltarse algún tipo de secuencia a la que se le pretende inyectar algo de épica, rectas finales casi siempre. Generalmente no lo consigue puesto que es bastante limitada en cuanto a inspiración y número de piezas. Tampoco ayudan los efectos de audio, realmente pobres, ni el discreto trabajo llevado a cabo sobre las no demasiado estimulantes voces en versión original.
A menudo resulta difícil construir una valoración de un videojuego y explicar en pocas líneas las conclusiones que ofrece. En el caso de Earthfall es fácil: No es demasiado divertido. Tan sencillo como eso. Los problemas de rendimiento y los bugs ocasionales están ahí, y son molestos eso está claro, pero es la base lo que provoca que este shooter sea tedioso y más bien poco interesante.
- La dificultad es alta y puede ser un desafío notable
- Las primeras horas con amigos pueden ser divertidas
- Problemas muy graves de inteligencia artificial
- No ofrece nada demasiado atractivo desde el punto de vista jugable
- Acaba siendo tedioso y repetitivo a medio plazo
- Llega bastante escaso de contenido y mapas
