Acción y plataformas con la mejor esencia Ninja Gaiden. Con los demonios como enemigos a batir, en el análisis de The Messenger para PC y Nintendo Switch te contamos por qué este videojuego de Devolver Digital ha conquistado el corazón de tantos aficionados a los juegos retro.
Ninja Gaiden. Su sola mención todavía hace temblar de miedo a algunos veteranos… y no precisamente por ser una aventura de terror. Eran videojuegos infernales, difíciles como ellos solos; tanto los clásicos de las 8-bits como la genial reinterpretación que de la saga hizo Tomonobu Itagaki en los tiempos de la primera Xbox. Pero algo tenían que una y otra vez volvías a ellos; lo intentabas casi hasta la extenuación hasta terminar gritando "¡Sí, lo logré!", al superar un nivel de pesadilla o acabar con un temible jefazo. Algo así he sentido con The Messenger, aun cuando esta aventura de acción y plataformas en 2D no es ni de lejos un videojuego tan desquiciante y salvajemente difícil como el clásico del Team Ninja. Tiene sentido siendo como es un maravilloso homenaje a la saga Ninja Gaiden. No lo oculta, ¡al contrario!, saca pecho de ello recurriendo al humor, al ingenio, para hacernos disfrutar de un juego que esconde mucho más de lo que aparenta a simple vista. No lo digo por decir. Aunque es un fastidio contarlo, porque supone un giro increíble que no ves venir, que jamás imaginarías, no queda más que hablar de ello para entender en toda su plenitud por qué este trabajo de Sabotage Studio es tan especial.
Superado un buen tramo de la aventura, cuando piensas que estás cerca de enfrentarte al temible demonio que ha acabado con prácticamente toda la humanidad, algo ocurre, algo pasa, y de repente, lo que antes era un videojuego propio de la era de las 8bits, un genial homenaje a Ninja Gaiden, se transforma en una aventura metroidvania con gráficos de 16bits. ¡Y es alucinante! Porque este salto adelante en el tiempo va acompañado de nuevas mecánicas de juego que consiguen que un videojuego ya de por sí genial se gane un puesto de honor entre los más grandes del género. Así de buena es esta producción de Devolver Digital que también sorprende, y de qué manera, con su impecable puesta en escena, por la gran belleza que desprenden algunos de los parajes que visitaremos en nuestra particular guerra contra los demonios.
Golpea... ¡y salta!
Más allá del sorprendente giro que toma la acción de The Messenger cuando menos te lo esperas, lo que más me gusta del juego de Sabotage Studio es que no se conforma con ser un simple homenaje, con repetir patrones de juego ya vistos en otros clásicos, y lo hace con aportaciones tan interesantes como el paso de la nube. Me explico. Lo habitual en estas aventuras es que tarde o temprano adquieras la habilidad del doble salto. Es casi instintivo; empiezas la partida y ya sientes la necesidad de hacer uso de ella. Pero no podrás aquí; o no al menos por medios tradicionales. The Messenger complica algo más las cosas, hace de esta una mecánica de juego más interesante, más desafiante, en el sentido de que te obliga a golpear enemigos u otros objetos del escenario para poder ejecutar ese segundo salto.
Puede parecer una tontería pero lo cierto es que en los niveles más avanzados, cuando te atacan por doquier y los escenarios están repletos de trampas, golpear y saltar de forma rítmica no es tan sencillo como podría parecer, ¡es un desafío en sí mismo!, y es algo que me encanta cuando se combina con otras opciones como agarrarse a las paredes o usar un gancho para desplazarse rápidamente de un lado a otro.
Es un maravilloso homenaje a la saga Ninja Gaiden
Con un gran diseño de niveles que siempre busca sorprender al aficionado con nuevos retos, The Messenger se presenta como un videojuego desafiante que por momentos te lo hará pasar realmente mal, aunque nunca hasta el punto de desesperar como ocurría con el clásico de Tecmo. A esto ayuda el inteligente uso de los checkpoints, distribuidos por el escenario de forma acertada para que morir no suponga un suplicio… aunque sí cueste dinero, ya que el divertido demonio Guapifeo -mejor nombre imposible- nos rescatará a cambio de una importante cantidad de fragmentos de cristal que recaudará por él mismo. Eso sin olvidar sus chistes malintencionados y comentarios jocosos que nos dedicará con cada una de nuestras muertes, que el muy cabr*n tendrá en cuenta para recordarnos nuestros fracasos. Al final le coges cariño.
Cómo no hacerlo en un juego que tan buen uso hace del humor, conformando una historia emocionante con ese sabor épico que esperas de una aventura protagonizada por un ninja que lucha contra demonios para salvar a la humanidad, pero también terriblemente divertida gracias a personajes como el tendero, que desde esa extraña dimensión en la que nos recibe para vender mejoras al estilo de un RPG, nos sorprenderá con ingeniosos y divertidos relatos con moraleja. Las mejoras a las que tendremos acceso van desde la opción de lanzar shurikens para acabar con los enemigos a distancia, a más salud, mayor resistencia a los golpes, o la posibilidad de recuperar más vida al alcanzar los puntos de control.
Lo más importante es que esta progresión se siente bien integrada en un videojuego que también sorprende con el diseño de sus enemigos finales. La mayoría son rivales temibles que nos complicarán la vida con sus demoledoras acometidas, sorprendiendo con cambios en su forma de proceder que nos obligarán a modificar la estrategia de combate en el transcurso del mismo. No son especialmente originales, pero sí plantean un reto divertido y emocionante, que a fin de cuentas es lo que se espera de esta clase de batallas. La pena es que The Messenger no destaca precisamente por la variedad de villanos a los que combatir durante la partida, lo que puede pasar factura cuando llevas unas cuantas horas de juego. En su vertiente metroidvania, la aventura de Sabotage Studio busca suplir esta situación con algunas mecánicas de juego francamente interesantes, como la habilidad de saltar de una época a otra para sortear los muchos obstáculos que aguardan en el camino, aunque aquí el diseño de niveles no es tan inspirado y por momentos la acción puede tornarse algo repetitiva.
Hay detalles que me vuelven loco, para bien, como la forma en la que cambia el juego a nivel visual con estos saltos temporales, modificando incluso el diseño de algunos enemigos. Con un sistema de control impecable que te permite encadenar movimientos acrobáticos de forma fluida, la experiencia general es apasionante, divertida y sobre todo, muy adictiva. Como homenaje a Ninja Gaiden, The Messenger cumple con nota, pero también lo hace como videojuego que tiene voz propia; de ahí que aventura sea digna de elogio a todos los niveles. Visualmente atractivo, con una gran banda sonora aunque a veces algo machacona, una divertida traducción al español y ante todo, acción trepidante a raudales, ya sea en PC o Nintendo Switch, este es un juego que merece la pena.
Es tradicional, sí, un juego casi de otra época, pero también una aventura de acción y plataformas que busca innovar, que quiere sorprender, y lo consigue con un emocionante videojuego que va más allá de ser un simple homenaje a Ninja Gaiden. Con un gran diseño de niveles, fantásticos combates contra jefazos y un trepidante ritmo de la acción, The Messenger es uno de esos títulos que no deberías dejar escapar.
- Genial homenaje a clásicos como Ninja Gaiden con un gran diseño de niveles
- Su sorpresiva evolución de las 8bits a las 16bits, con cambios en el enfoque de juego
- Los combates contra los jefazos y su gran sentido del humor
- Se echa de menos una mayor variedad de enemigos
- Su vertiente metroidvania puede volver la acción algo tediosa en momentos puntuales
