Si estás buscando un juego de cartas con el que empezar a entender por qué se han vuelto tan populares en los últimos años, este es tu juego. Pero si ya eres un experto, este también es tu juego. En el análisis de Slay the Spire, te detallamos por qué es la mejor experiencia que puedes tener en este género para un jugador.
Vamos a empezar por lo que tienes que saber si has decidido interesarte por Slay the Spire. Es el mejor juego de cartas para un jugador que vas a encontrar en las tiendas. Pero es que, si te gustan los juegos de cartas, probablemente ya sabes esto. Habrás visto al juego varias veces en directos y recomendado por streamers, por las reviews de Steam y a lo mejor hasta lo has probado en su Acceso Anticipado que lleva meses ya con nosotros. Vamos, que no sorprende a nadie que este juego haya alcanzado tamaña popularidad y esté listo para tener una buena crítica con su lanzamiento.
Lo que sí sorprende es que se descubriese tan pronto, porque siendo sinceros, no destaca mucho a simple vista. Mira unas cuantas imágenes o algún video y compara con los grandes exponentes del género, para ver que ni el diseño de cartas, enemigos, escenario ni efectos está a la altura de lo que estamos acostumbrados. Y sin embargo, con este hándicap incluido, el juego despliega una dosis de adicción que pocas veces hemos visto en ningún otro contrincante.
Quizá sea la forma en que desarrolla la construcción de tu mazo, o la mezcla de juego de cartas con mecánicas roguelike. Sea lo que sea, basta con una partida, si te gusta el género, para que quedes irremediablemente enganchado a escalar sus niveles una y otra vez. Tiene todo lo bueno de un roguelike, además. Eso que hace que tu partida sea realmente distinta cada vez que empiezas de nuevo, y con una sutil mejor cada vez que llegas un poco más lejos desbloqueas nuevas cartas y habilidades.
Cartas con magia
Pero si lo que te van son las cartas, Slay the Spire brilla por esa forma de construir tu mazo al vuelo. A medida que vas recorriendo cada área, encontrarás nuevas cartas. Según la aleatoriedad de las mismas, tendrás que ir construyendo un mazo que sea efectivo, poderoso y enfocado a una o dos disciplinas. Más te vale entender todas las sinergias que hay entre todas las cartas (una buena base en este tipo de juegos ayuda), para conseguir potenciar sus efectos. Por ejemplo, en una partida tendrás un perfil más agresivo, potenciando la fuerza y mejorando cada ataque, mientras que en otra puedes orientar la partida a uno más defensivo, conservando la armadura y con efectos pasivos. Detectar qué tendencia están teniendo las nuevas cartas es vital para construir un mazo sólido.
Tampoco te preocupes mucho si no tienes mucha experiencia en los juegos de cartas. El hecho de que se trate de un juego completamente offline y centrado para un jugador hace que el ensayo-error y, por tanto, el aprendizaje, sea mucho más rápido que en un juego multijugador online. Pronto empezarás a entender las mejoras de las cartas, los valores y estados alterados, mientras que cada partida escalas más y más en cada nuevo mapeado.
El juego despliega una dosis de adicción que pocas veces hemos visto
Para los que tienen algo de experiencia, el reto está asegurado. Las estrategias avanzadas son de esas que estimulan constantemente la mente del jugador, aplicando tácticas a largo plazo y sopesando el riesgo-recompensa constantemente. Quemar cartas débiles en el tendero para mejorar la probabilidad de que aparezcan las nuevas y más fuertes, valorar los peligros de enfrentarte a un jefe élite o saber cuándo descansar en la hoguera (sí) o mejorar una carta, será vital para tu aventura.
Riesgo, recompensa...
La parte de roguelike viene además para agitar un poco las cosas. Con las reliquias que consigues combatiendo, explorando el mapa o comprando directamente, ganarás efectos pasivos que durarán toda la partida, mientras que podrás acumular hasta tres pociones para tener un impacto directo y de una sola vez en una pelea en la que peligres. Hay unos signos de interrogación dispuestos en el mapa, que a como si de esos juegos clásicos de rol se trataran, te plantean una situación en la que puedes elegir una consecuencia. A veces serán favorables, a veces no. Y a veces, las dos cosas juntas.
Como todo juego de cartas, quizá el mayor problema es que el jefe final del juego es el RNG. No puedes evitar que una partida en donde todo está saliendo perfecto se vaya al traste por unas manos desastrosas que no consiguen sacar esas cartas defensivas cuando las necesitas y de ataque cuando puedes hacer daño. Como todo jugador avezado sabe, la lucha constante es contra este RNG, intentando por todos los medios contrarrestar esta mala probabilidad. Sin embargo, se nota que el carácter roguelike de Slay the Spire hace que no esté hecho para poder acabarlo rápidamente, sino que confía en que con los desbloqueos de cartas, según vas fallando las partidas, y las mejoras de poder, puedas conseguir el escenario perfecto para la victoria.
Es sencillamente tu juego de cartas para un jugador
Si lo logras, te esperan otros dos personajes con habilidades y estilos de juego distintos, centrados en diferentes características de su mazo base. E incluso una comunidad con mods para poder intentar sacar algo más de jugo al título. Sea como sea, tienes juego para rato y uno que no fatiga, por tratarse de ese tipo de partidas cortas que vician, pero que pueden terminarse rápidamente. Más allá de un diseño artístico que es fácilmente superado por cualquier otro juego de cartas y una traducción que puede inducir a error en un principio y sobre todo para los más novatos, no encontramos mayores pegas a Slay the Spire. Es sencillamente tu juego de cartas para un jugador, cuando quieras descansar del estrés de las partidas con rango online.
Slay the Spire se alza como la mejor propuesta de juego de cartas centrado únicamente en el modo para un jugador. Es muy inteligente en su propuesta, que además mezcla con el riesgo y la recompensa que producen las mecánicas de un roguelike. Avanzar en él es una delicia, y una experiencia que quieres volver a jugar una y otra vez.
- La mezcla de cartas y roguelike, perfecta
- Multitud de formas de jugar y crear mazos
- El buen equilibrio entre riesgo y recompensa
- El diseño artístico decartas y personajes no es muy destacable
- La traducción puede inducir a competer pequeños errores al principio
