Pocos juegos tienen tanta presión sobre sus hombros como Assassin's Creed Shadows. La nueva entrega de la saga no solo llega después de cuatro años sin lanzamientos principales en la franquicia, si no que nos lleva a una ubicación que todos los amantes de la IP llevan años queriendo visitar. Para más inri, el aterrizaje tiene lugar en un momento en que Ubisoft necesita un triunfo más que nunca, tras haber sufrido incluso una revolución interna. El juego llega rodeado de muchísimo ruido, pero hay un motivo para mantener la calma: salga bien o salga mal, sabemos que sus creadores no han escatimado en recursos.
Una tecnología única en la saga Assassin’s Creed
Thierry Danserau, director de arte de Assassin's Creed Shadows, ha confirmado a través de una charla con el medio VG247 que Anvil, el motor en el que se desarrolla la saga, ha añadido una nueva función de cara a esta entrega ambientada en Japón. Se trata de Atmos, un sistema cuya función es tan simple en su explicación como compleja en la ejecución: sirve para crear un sistema de clima realista. Tanto las nubes como las precipitaciones o el viento correrán a cargo de esta herramienta que, sin ser algo nunca visto en la industria del videojuego, sí es nuevo para la saga de los asesinos.
"Desde un punto de vista artístico, el cielo representa un elemento visual importante que contribuye en gran medida a la calidad visual percibida y al nivel de inmersión. Contar con nubes realistas en sus formas y comportamientos era importante para apoyar nuestras ambiciones de un mundo dinámico en constante transformación (...) En Assassin's Creed Shadows, todo el clima es simulado y afecta a la jugabilidad. Por ejemplo, durante una tormenta los NPC lo tendrán más difícil para detectar al jugador por culpa del ruido y la visibilidad reducida", explicaba Denserau.
La introducción del sistema Atmos en Assassin's Creed Shadows se presenta como algo particularmente importante si tenemos en cuenta que el videojuego incluye, por primera vez en la saga, un sistema de estaciones. En este sentido, la desarrolladora no podía ir escenario por escenario pintando el cielo del videojuego durante cientos de horas. "Los artistas cambian unos parámetros y el paisaje emerge de forma automática. Esto significa que no controlan la forma exacta de las nubes como en otros juegos, sino que se centran en la composición general dejando que la simulación rellene los huecos".
Orgulloso del avance que supone para el caso concreto de esta entrega de la saga ambientada en Japón, Denserau es prudente y asegura que el método tradicional aún será relevante en los años venideros. Sin embargo, espera que este tipo de sistemas vayan ganando peso con el tiempo. "Assassin's Creed Shadows es el primer juego de Ubisoft en incluir Atmos y solo hemos rascado la superficie de todo lo que es posible hacer con él", concluye.
En 3DJuegos | Este RPG de fantasía solo tiene dos jugadores en Steam y uno soy yo, Dragon Ruins es un caramelo que casi nadie conoce fuera de Japón.
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