Aunque cualquiera que esté dentro de la actualidad del videojuego se viera venir cierto "runrun" con Blue Prince, podéis contarme entre el copioso grupo de los sorprendidos al conocer que la obra de Dogubomb es el título con mejor nota de lo que va de 2025. Y lo entendí como una buena noticia porque, como usuario de servicios de suscripción en consola, podría probar este roguelike de misterio en el que la mansión se reescribe cada jornada, a los pocos días de conocer este su éxito de crítica.
De poca gente me fío más que de mi compañero Rubén Márquez a la hora de recomendar juegos, y de este dijo lo siguiente: "Bajo una premisa aparentemente simple, demuestra gozar de una profundidad y excelencia que pocas veces alcanzamos a ver en el mundo del videojuego". Todo iba genial, incluso en mis primeras sesiones de juego, hasta el punto de enganchar a mi mujer, la cual se sentó en el sofá a darme consejos e indicaciones mientras jugaba.
Y quiero dejar esto claro desde este momento. Blue Prince me parece un buen juego, uno muy inteligente, y que se disfruta mucho jugándolo con un amigo o pareja al lado. Pero la sensación de brillantez de las primeras runs, choca de frente con las limitaciones que el título se pone a sí mismo. Los misterios propuestos, la forma en la que los va desvelando y la enorme cantidad de capas que alberga, creo que no acaba de casar con los sistemas de corte roguelike que posee.
Se carga el momento eureka
El ser humano que escribe estas líneas es uno que ha jugado unas 15 horas y que, aunque no ha terminado el título, ya sabe qué tiene que hacer para ver los créditos. Y probablemente ahí se quede, esperando a que mi consola se quede sin espacio y me vea obligado a borrarlo del disco duro por mucho que me autoconvenciese de que lo retomaría en el futuro. ¿La razón? Pues está implícita en la primera frase de este párrafo.

Voy a intentar hacer todo lo posible por evitar spoilers de Blue Prince, no tanto de la historia, como de los puzles; pero si tienes miedo de que te arruine la experiencia, este es el momento de que pongas el artículo en marcadores y vuelvas tras terminártelo. De hecho, seguramente en ese punto tendrás una opinión fuerte a favor o en contra de lo que voy a argumentar y quieras pasarte por los comentarios.
Hay algo que los desarrolladores de títulos de puzles siempre buscan, y es el "momento ahá" o "momento eureka". Pocas cosas son más gratificantes para un jugador que descubrir por sus propios medios que la respuesta que necesitaba estaba delante de sus narices, pero que es ahora cuando la ha comprendido, interiorizado y siente ese torrente de endorfinas mientras pone a prueba la conclusión.

Y pocos juegos me he encontrado en los que más se me "corte el rollo" en pleno "momento ahá". Blue Prince arranca bien, y es fácil encadenar respuestas a misterios: por ejemplo, consiguiendo la lupa, leyendo algo que tiene un tamaño minúsculo en un papel y entendiendo cómo funciona el puzle de la diana de dardos. Sin embargo, la complejidad de ciertos puzles se dan de bruces con los palos en las ruedas que pone su creador.
Blue Prince te hace sentir inteligente, pero ser un roguelike le convierte en frustrante
Es muy fácil haber conseguido cierto objeto necesario, saber qué hacer y dónde hacerlo, pero quedarte sin pasos para llegar o llaves con las que abrirte camino. Y eso te obligará a empezar un nuevo día, perdiendo todo o gran parte del avance que habías realizado, algo especialmente sangrante cuando sabes lo que hay que hacer pero el juego no te deja. Blue Prince te hace sentir inteligente, que es algo que buscan todos los títulos de puzles y quizás su mayor mérito, pero su componente de aleatoriedad intrínseco al genero roguelike le hace más frustrante de lo que sería idóneo.
Casos concretos. Ahora mismo necesito una habitación que sólo me ha salido dos veces en 17 partidas, y dos o tres objetos que sólo en una ocasión tuve en mi poder a la vez. Ah, y sé de dos puzles que me ayudarían mucho, pero depende de colocar al lado de dos habitaciones concretas una que apenas me apareció un par en la terna de "drafteables" al abrir una puerta. Diablos, que en mi última anoche casi completo toda la casa y ni aún así fui capaz de cuadrar ninguno de los múltiples frentes que tenía abiertos.
Dentro de Blue Prince hay dos juegos, hasta cierto punto notables e incluso muy buenos, pero que se sabotean mutuamente hasta hacer que tu satisfacción con el mismo sea dependiente de la suerte que tengas en tu partida. Es una verdadera pena, pero el mejor juego de 2025 hasta la fecha, es una decepción para mí.
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5 comentarios
DanWork
Pues tras jugar 8-10h estoy en parte de acuerdo, a lo mejor iba con las expectativas muy altas despues de ver las notas y el analisis en esta misma pagina pero para mi este juego no es para tanto
Xavakyn
Si no fuera Rogue like lo probaría, pero yo un modo de juego desarrollado por falta de recursos que imposibilitan hacer un título más grande y justifican el uso de un mismo mapa, mismos enemigos y mismo casi todo, porque le modo de juego es así, ya paso. Los puzzles y los juegos "inteligentes" sí me gustan.
ioros76
No esta enn castellano , para los que no dominamos muy bien dicho idioma nos hecha para atras.
anaak
Me lo he pasaso y estoy totalmente de acuerdo. Da la sensacion de que el juego no te saca las habitaciones correctS hasta que hayas pasado unas 15 horas.
carlosmg2
Opino igual que por aqui. Llevo 14h, 38 bucles. Es gratificante descubrir la solucion de los puzzles, de los secretillos, conseguir acceso a zonas externas que te desbloquean pequeñas mejoras que se mantienen... Pero eso de que se te tengan que alinear todos los astros lo hace muy muy dificil. Tienes que tener los objetos correctos + que te hayan salido las habitaciones oportunas Y en posiciones correctas y pasos suficientes + llaves y gemas suficientes. Puedes tener la palanca pero haber llegado a un bloqueo de habitaciones. Puedes haber abierto la puerta final pero no llegar. Puedes tener la caldera pero no adyacente a una que le sirva... Y asi continuamente... La idea estaba bien pero le mata el no poder explorar libremente y que sea roguelite. Una pena.